Bella Sombra

Francisco: Plan de fuga.

Me fui de la casa, casi loco de ira, esta, gracias a dios me permitió ignorar durante unos breves instantes la horrible verdad que se había batido sobre mi.

“Peor para ella” exclamaba mentalmente una y otra vez en mi interior tratando de auto convencerme de ello, pero conforme fueron pasando los minutos fue prácticamente imposible.

Cuando llegue al coche una esperanzada Carlota se asomaba anhelante por la ventanilla del coche pero solo tuve que hacerle un gesto de cabeza para que entendiera que aquello que tanto había esperado no iba a ocurrir. Miriam no volvería con nosotros. Todo acababa aquí y yo no estaba seguro de que fuera a poder superarlo con tanta facilidad. El abandono de Lucia, en comparación con esto, había sido cosa de niños. Así que con una velocidad pasmosa trace un plan. Deje a mi hermana en casa y salí sin pausa ninguna hacia la mía, comencé a organizar mis cosas con rapidez e hice unas cuantas llamadas al instituto y  a Elías. Después marque el número de la persona que más me podía ayudar en este momento, mi madre:

.Francisco, ¿Qué ocurre?

-Necesito que le digas a papa que hice lo que me pidió, pero ha resultado inútil, no quieres saber nada de nosotros.

-¿Te ocurre algo hijo?

-Si, tampoco quiere saber nada de mí, así que necesito irme ya.

-¿Qué?

-Que necesito marcharme de este lugar, siento que me ahogo y tengo que huir, todo me recuerda a ella y si me quedo me voy a morir de la tristeza.

-Pero hijo...- mi madre parecía confusa y reticente.- No puedes escaparte sin más, no eres un niño pequeño.

Intente responder con autoridad dando a entender que había tomado la decisión después de una larga reflexión y no admitía replica alguna, pero por mucho que lo evite mi voz sonó replicante:

-¡Necesito irme! Por favor…

Estuvo unos segundos en silencio y entonces con su voz más autoritaria me respondió: -- Nos veremos en casa dentro de una hora.

No añadimos nada mas, colgué el teléfono y recogí mis cosas, la suerte estaba echada.