6. Park Chanyeol es simplemente demasiado alto.

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Correr alrededor del campus, sudoroso, con una lonchera en los brazos, era lo último que habría planeado hacer durante la hora del almuerzo.

Al darme cuenta de mi estupidez, saqué el celular de mi bolsillo y marqué el número del gigante.

Algunos tonos después se escuchó un clic.

—¿Hola?

—¿H...hola?

¿Estaba moqueando? ¿Seguía llorando? ¡Oh Dios mío!

Hey, ¿dónde estás?

—¿P...por qué quieres saberlo? Tú me od...

—¡Joder, sólo dime dónde estás, por amor de Dios!



Al llegar al mohoso y abandonado salón de clases, la puerta estaba ligeramente abierta. Podía escuchar los débiles olfateos desde dentro.

Y con aquello, rápidamente se desencadenó la culpa en mi consciencia. Suspiré ruidosamente con exasperación, antes de deslizar la puerta para entrar.

—¿Yeol? —llamé, mirando alrededor de los rincones polvorientos.

Siguiendo los ruidillos que venían de detrás de uno de los escritorios, caminé hacía esa dirección, sintiendo alivió tras encontrar al gigante hecho bolita en el suelo, con la cabeza apoyada sobre sus rodillas.

—Yeol.

Él levantó la vista, con una nublada mirada de cachorro.

—B...Baekhyun —esnifó, frotándose los ojos con sus puños.

Maldita sea. Me sentí como si acabara de matar a un perrito o algo así.

Extendí mis brazos, ofreciéndole una mano.

Siendo rechazado por el cachorro, decidí agarrarlo yo mismo, tirando de él para levantarlo del suelo.

—Eres un niñito —suspiré.

—B...Baek...

—Lo siento, no debí haber dicho aquello. Fui muy poco razonable.

Aspiró, limpiando su cara fuertemente con ambas manos.

—Entonces ¿admites que es tu culpa?

Bastardo astuto.

—Sí, sí. Es mi culpa.

—Entonces ¿admites que estabas celoso? —respiró ruidosamente.

—Sí, sí. Estaba celoso.

—¿Y vas a admitir que me amas?

—Sí, sí. Te am... espera, demonios ¡No!

Él hizo un puchero, levantando su brazo para señalar mi cara con el dedo.

—Pero acabas de admitir que me...

—Tenía la guardia baja.

—Pero...

—No.

—Bien —dijo con firmeza —. Me voy —colocó la correa de su mochila sobre su hombro, caminando a un ritmo agonizantemente lento.

Rodé los ojos, cruzando mis brazos sobre el pecho.

—En serio, me estoy yendo —gritó, sin dejar de avanzar con pasos diminutos hacía la puerta.

Que idiota.

—Vete ya.

—¡Estoy hablando en serio, Baek!

—Está bien.

—Tres...

—Dos.

—Baek, por favor...

Oh ¿todavía estás aquí? —sonreí con satisfacción, soplando y revisando mis uñas.

Y Chanyeol corrió de vuelta, mostrando un furioso mohín.

—Eres muy malo.

—Es una de mis cualidades —me encogí de hombros.

—¿Así que realmente no te hubiese importado que me fuera?

Fruncí el ceño, mostrándole una mirada de «Estoy pensando duramente en ello».

—Bueno, tal vez yo...

Fui interrumpido bruscamente por dos carnosos labios contra los míos. Luego él se echó hacía atrás, frotándose la nuca con timidez.

—Sólo espero que la próxima vez me detengas para que no me vaya.

Rodé los ojos de nuevo, sonriendo alegremente.

—Muy cliché.

Y antes que él pudiera decir alguna respuesta estúpida, me puse en puntas, subiendo cerca de su rostro e inclinándome hacía adelante, hasta sus labios.

Gruñí, volviendo colocar mis talones en el suelo, con un puchero.

—Odio que seas demasiado alto para mí.

Él me miró, ladeando ligeramente su cabeza. ¡Oh por dios, besé a un perrito!

—No veo eso como un problema, Baek —tiró mi cintura cerca de la suya, levantándome hasta nivelar nuestras miradas.

Al sentir una ola de calor subiendo hasta mi cabeza, rápidamente me cubrí el rostro con las dos manos, sin querer ver a los ojos a ese estúpido gigante.

—¿Ves? No es problema en absoluto.

Eché un vistazo entre mis dedos, sin quitar las manos de mi cara, y él estaba sonriendo ampliamente con esa cara de tonto.

Idiota.

—Eres tan lindo, Baek.

Con aquello, reí ligeramente antes de descubrir mis ojos e inclinarme hacía el para darle un beso que después se convirtió en algo más intenso, olvidando la caja del almuerzo, que todavía sostenía.

Accidentalmente esta resbaló cayendo al suelo, creando un desastre con los huevos en forma de corazón y el arroz, esparcidos doquier.

Y, sin embargo, los estábamos demasiado ocupados como para que realmente importara.

De acuerdo, al final fue realmente cliché.

Y ahora, no estoy seguro de si todavía tendré el valor para continuar con esta lista.





||¡Affghkslk! 

/Muere de felicidad/||




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10 Estúpidas Razones Por Las Que Odio A Park Chanyeol | Traducción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora