Bye bye petit coccinelle [PAUSADA]

3. Tikki

La panadería se incendiaba, era un incendio muy grande para una casa muy pequeña, era demasiado ilógico que todo estuviera en llamas con tanta facilidad y rapidez. Marinette acababa de despertarse, había estado inconsciente y un mueble se encontraba sobre sus piernas, no las podía mover. Entre el humo y el fuego vio una sombra de un chico alto con el cabello alborotado y orejas de gato, ella lo pudo distinguir perfectamente.

-Chat...- ella no quería pero cerró los ojos.

Despertó, estaba en un cuarto blanco sobre una camilla, a su lado estaba dormido en una silla Chat Noir. Le dolía la cabeza. Trató de pararse hasta que vio que sus piernas estaban enyesadas y le dolía mucho al tratar de moverlas; cerró los ojos para tratar de dormir y solo recordó un grito.

-¡¡Marinette!!- era la voz de Tikki que estaba a nada llorar.

Tikki, ¿dónde estaría?, si la hubiera rescatado Chat, significaría que ya sabe que es Ladybug. Volteaba a ver a su alrededor, buscando una respuesta, que no fue encontrada.

La unica solución que se le venía a la cabeza, es que estaría en su hogar. Marinette tenia ganas de salir corriendo de la camilla e ir a casa para encontrar a Tikki, estaría bien o que le habría pasado.

-Ya despertaste- dijo Chat estirándose - tus padres llegaran un poco tarde y para que no pasaras sola la noche, me quede aquí- volteó a verla con una sonrisa juguetona pero Marinette en cambio estaba llorando.

-Tikki- susurro

-¿Qué?-

-¿Puedo ir a casa? ¡necesito ir!-

-Mañana iras, te lo prometo-le sonrió otra vez esperando una sonrisa de vuelta pero eso no ocurrió.

A la mañana siguiente sus padres la sacaron del hospital, ella estaba en muletas. Se iban a quedar a dormir con un amigo de sus padres. En el camino en el taxi a la casa del conocido, Marinette vio algo que no hubiera deseado ver, las ruinas de su casa toda hecha ceniza y sin ningún rastro de vida.

-¿Podemos parar?- les pidió a sus padres; con las miradas discutían su mamá y papá hasta que su madre asintió con la cabeza. Se detuvo el taxi y ella sólo se acerco a ver si algo se movía pero no paso nada, agachó su cabeza y vió un pedazo del lindo listón del regalo que le iba a dar a Adrien.

¿Donde estaría Tikki?, era lo único en lo que podía pensar. Marinette soltó las muletas y se dejo caer.

Empezó a llorar.