En el siglo XX un grupo de aristócratas, celebraban un cumpleaños, en la mansión Grey un lugar escondido en el bosque, lo que la hacía realmente atractiva era su parecido a un castillo.
En una mañana del 02 de octubre, el flamante señor Grey había decidido realizar la fiesta, invitando a un pequeño grupo de personas. Les dio el día libre a varios de sus empleados y sólo dejo a su fiel mayordomo.
Mientras ellos planeaban los preparativos, una bestia se paseaba por la mansión.
***
El señor Grey observa en la ventana el clima parece perfecto, una sonrisa se forma en la comisura de sus labios, se aleja de la ventana y empieza hacer la lista era corta era pocas personas justo lo que necesitaba.
––Señor, ¿está seguro que no quiere invitar a nadie más? –– pregunta su mayordomo
Él sospechaba de las intenciones de su amo, después de todo lo que ha encubierto todos esto años que ha estado a su servicio, ha aceptado cada una de las faceta de su amo y sabía lo retorcido que podía ser este, esa parte era la que más admiraba su lado oscuro ese era el motivo por lo que servía como perro fiel ese y otro que lo ataba a él.
––Ya te he dicho que no cuestiones mis órdenes –– le entrego la lista
Su mayordomo hace una leve inclinación y curva una sonrisa lo observa con cierto brillo en los ojos, era luna llena, perfecta para una luna roja una cubierta de sangre
––si mi señor
El mayordomo se retira y el señor Grey empieza a tener una molestia un dolor de cabeza persistente, necesitaba su medicina abre el primer cajón de su escritorio y toma las pastillas acompañada de una vaso de vodka, el dolor de su muñeca también empieza arder. Observa el tablero de ajedrez y se acerca a acomodar unas piezas
––Hay muchos peones sueltos, supongo que un poco de libertad no les vendrá mal
***
El señor Grey se encuentra en su habitación, las cortinas moradas de su habitación se mueven debido a una leve brisa que se coló por su ventana, tocaban la puerta
––Adelante
––Le ayudo con eso señor –– el mayordomo se acerca y le ayuda hacer el nudo de la corbata
–– ¿Ya llegaron los invitados?
–– La señorita Scarlet su sobrina y su prometido el señor Marshall se encuentra abajo
–– Iré a recibirlos, sigue sin agradarme Marshall no sé qué le ve Scarlet –– dice con cierto tono de enojo
Era un hecho que al señor Grey no le agradara Marshall, no era de su clase no era bien parecido, no encajaba con su sobrina. Al final de las escaleras se encontró con su sobrina, la joven le dedico una sonrisa al ver a su "tío", era un decir ya que el señor Grey había adoptado a Scarlet era su padre adoptivo pero nadie sabía a excepción de su mayordomo.
Scarlet lucía un vestido verde la joven era atractiva sin duda cabello rojizo ojos color esmeralda piel en perlada y a su lado se encontraba el vividor de Marshall con una enorme sonrisa fingida, al menos eso pensaba Grey. Al ser su hija adoptiva todos los bienes le correspondía a la joven, el señor Grey no quería que su fortuna fuese a parar a manos de Marshall por lo que declaro heredero universal a su mayordomo y estipulando una clausula en su testamento que cuando la joven cumpliera 25 años serían traspasado a ella. Tiempo suficiente para deshacerse de Marshall
––Buenas noches tío, feliz cumpleaños –– Scarlet lo abraza –– ten tu regalo -- le extiende una caja
––Gracias, no te hubieses molestado
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¿Quién asesinó al mayordomo?
TerrorEn una noche tormentosa, 8 personas se reúnen a festejar un cumpleaños. Todo parece ir como la típica fiesta de un aristócrata, al caer la media noche empieza la pesadilla. Uno de los invitados encuentran al mayordomo muerto en el salón principal. T...