Las sombras pasaban de un lugar a otro, el lugar era iluminado por la luna, las sombras empezaron a tener rostros, eran espíritus burlesco, el reverendo Dunne temblaba se apegaba en un rincón de la pared, había quedado inmóvil debido a las múltiples torturas que le había proporcionado la pequeña Mary.
Unas manos oscuras en forma de sombra agarraban sus pies
- ¡No Dios ayúdame!, aléjense
Era inútil estaba haciendo arañado, se escuchaban risas, él se abrazaba y se aferraba a la pared, quería cerrar los ojos pero eso era más tenebroso porque al cerrarlos se podía ver el infierno o al menos el creía que lo era, tenía miedo
-Mary perdóname - las lágrimas eran abundantes, su hombría y dignidad se había ido
Estaba a punto de colapsar pero un hombre con una máscara en el rostro apareció en la celda de Dunne, el apenas podía enfocar lo que veía estaba perdiendo la conciencia, se escuchó el sonido de las rejas abrirse.
Podía recordar esas finas zapatillas que observaba pero ¿a quién le pertenecían?, no se acordaba. El frío de un balde de agua helada cayendo por su cuerpo, lo despertó. El hombre de la máscara cerro la rejas, su cuerpo no solo temblaba de miedo sino de frío, era un pobre hombre condenado a la muerte
Los espíritus aún estaban ahí, correr no era una opción su única salida era la muerte...pero que le esperaba después de ella, ese es el mayor temor de todo ser humano.
Oscuridad, frío, hambre, sólo son simples palabras. Perder la noción del tiempo, el valor a la vida, estar encerrado por su propio pecado, la lujuria es muy mala y te cobra de la peor manera.
Unos bichos subían por el cuerpo del reverendo, estaba perdido y lo sabía
***
El señor Grey estaba acostado en la cama de su celda, observaba el techo, en su mente estaba formulando un plan ¿de qué forma mataría al que lo encerró?, bastaría solo una persona o mataría a los demás. Golpearon las rejas de la celda
-Señor Grey, ¿se encuentra cómodo?
El señor Grey observo al hombre que se había dirigido a su celda, y curvo una sonrisa, era un hombre con traje oscuro y traía una máscara que le cubría la mitad del rostro.
-Así que al fin te dignaste en aparecer, no estoy de humor sácame de aquí o ¿quieres morir de una forma lenta y dolorosa?
-Me gustaría complacerlo señor, pero me temo que no es posible. Tengo una propuesta por hacerle ya sabe "ella" esta aburrida y quiere proponer un juego
-Tonterías...esa maldita que más quiere de mí
El hombre de traje rio a carcajadas
-Ya la conoce
-No, ella tiene muchas caras
-No lo niego, yo solo cumplo órdenes
-Como siempre tu lugar está abajo
-No lograra ofenderme
-Tú no eres Albert ¿Quién eres?, mi mayordomo no era tan sumiso y tan estúpido como tú, pero tampoco puedes ser Gilbert, el murió - lo observo dudando -Él fue quemado vivo por ti
-Cierto Gilbert fue asesinado en la cocina de esta mansión por mí y Albert que se supone soy yo murió en el salón
- ¿Estás muerto? - el rostro del señor Grey palideció por unos segundos pero después recobro la compostura, y la malicia en sus ojos era reflejada - Así que ella lo hice, ¿Cuál es el juego?
-Señor Grey usted tiene invitados muy interesantes, como decirlo un montón de asesinos
-No me dices nada nuevo
-Observa esas tres pantallas que están el frente de su celda
-Si las veo ¿y?
-Tendrá que adivinar, quien es el verdadero asesino de Albert
- ¿Qué gano yo con esto?
-Ella le ofrece librarse de su maldición, claro si acierta
El señor Grey se apega más a las rejas, eso era lo que anhelaba desde su nacimiento, el nunca debió existir su nacimiento fue en contra de la naturaleza, el deseo de sus padres para que viviera dio origen al terrible monstruo que era ahora.
-Y si no acierto
-Ahí lo interesante del juego, perderá la oportunidad de hacerse con su alma ¿pretendía quedarse con el alma de sus invitados, no?
- ¡Malditos!
-La bestia acorralada - rio - si elige a alguien que no es, ella se comerá el alma de esa persona
- ¡Esas almas son mías!, todas son pecaminosas. Además si tu afirmas ser Albert ¿para qué quieres saber quién te mató?, ya estás muerto o ¿estás vivo?
-Vivo, ese calificativo no se aplica a mí
Poco a poco se fue desprendiendo de su máscara y mostro al fin su rostro por completo, era una imagen muy fuerte, desagradable a la vista humana, claro si el señor Grey tuviera una pizca de compasión que el ser humano común, pero rio muy fuerte al ver su rostro.
- ¡Que desagradable!, que horrible rostro
-Este es producto de su crueldad, mi hermano quiso matarme y de cierta forma lo logró ya no soy humano
-Así que eres Gilbert, ya decía yo que tu forma de expresarte era muy estúpida no eres ni la sombra de tu hermano
-Siempre lo preferiste a él, fue tu favorito desde el momento que nos acogiste, nos criaste como máquinas asesinas, ¡Y no te importo que un hermano intentara asesinar a otro!
-Las personas débiles solo deben desaparecer
-Me alegro que concordemos en algo
-Me molesta tu presencia, te elijo a ti como el culpable de la muerte de Albert
-Como mi alma ya le pertenece a mi señora, por hoy perdió su oportunidad, vendré diario a media noche para escuchar su respuesta
Se retiraba y se dio la vuelta para decir
-Se olvidaba para hacerlo aún más interesante, tendrá que decir que arma uso el asesino, si se equivoca de arma esa misma será usada en usted como forma de tortura
-Claro como si pudiera morir, después de todo esto tendré un gran banquete
-Hablando de banquete
Gilbert saca de su bolsillo una barra de pan y se la introduce en la boca del señor Grey, él la escupe de inmediato y se acerca para intentar ahorcarlo, el se aleja unos pasos
-Le sugiero que coma, no querrá que los pequeños animalitos le ganen su alimento
Dijo observando a los ratones que ya se estaban comiendo la barra de pan, el de traje se aleja, el señor Grey saca de su bolsillo una navaja que ocultaba en su ropa.
Levanta su rostro y algunos pequeños rayos de sol se asomaban por las rejas de una ventana que se encontraba en un parte muy alta de la celda, el señor Grey la observo y su rostro se descompuso un poco ya tenía adoptada la personalidad psicópata que lo caracterizo en su infancia.
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¿Quién asesinó al mayordomo?
TerrorEn una noche tormentosa, 8 personas se reúnen a festejar un cumpleaños. Todo parece ir como la típica fiesta de un aristócrata, al caer la media noche empieza la pesadilla. Uno de los invitados encuentran al mayordomo muerto en el salón principal. T...