Tu siempre te sentabas frente a mi. Día tras día. Semana tras semana. Mes tras mes.
Nunca hablamos,pero a veces nos mirábamos,momento en el cual yo apartaba la vista y cerraba los ojos,deseando ser invisible; con el estomago revuelto y el resto de mi cuerpo temblando.
Tu siempre estaba ahí.
Podía recordar la primera vez que te vi.
Acababa de subir al tren cuando alguien me empujo por de tras,pude haber caído y lastimarme demasiado,pero ahí estabas tú.Me detuviste por los hombros y nos miramos a los ojos,pero no hablamos.
Nunca hablamos
Tu siempre estabas frente a mi. Más de una vez pensé en eso.
Si yo fuera alguien atractiva y bonita tal vez me atrevería a hablarte.Tal vez me atrevería a cruzar aquellos escasos metros que nos separaban.
Tal vez me confesaría a ti. Pero no era así. Yo era un asco de mujer. Y pensaba que tu jamas saldrías con alguien así.
Solía pasar las tardes escogiendo la ropa que usaría por la mañana a pesar de tener pura ropa típica de mi. Y hacia esto pensando en ti.
Sabia que no tenia oportunidad con tigo y aun así quería que me vieras.
Quería verte
De lunes a viernes ahí estabas tú, aveces sentado aveces de pie,pero siempre frente a mi.
Aveces nos miramos y aveces eras tu quien apartaba la vista,ocultando un bostezo con la palma de la mano. Y esas veces yo sabia que estabas aburrido.
Tal vez si fuera mas bonita...
De pronto me miraste de nuevo. Tus ojos oscuros sobre mi. Tu piel blanca,tu cabello perfectamente arreglado, tus labios entre abiertos. Quería probar esos labios.
Yo quería...
Una leve sonrisa se dibujo en estos,dándome una sensación de irrealidad y felicidad que sólo creí tener en mis sueños.
Y como si fuesen las piernas de alguien mas,me puse de pie y llegue a ti.
Tu intensa mirada sobre mi. Y mis labios tampoco parecían mios.
-Jin...Ha.
-¡¿es tu nombre?!
-Así es...-aleje la vista de ti,me sentía estúpida.
-Llámame D.O- Sonreíste
-D.O...
Tartamudee tu nombre y me sentí idiota. El más idiota del mundo. Y sabia que tu pensabas lo mismo.
Solo quería morir ahí mismo. Quería desaparecer. Yo solo quería...
Pero te levantaste también y sonreiste ampliamente.
-No te conozco- susurraste-pero te he echado de menos.
Sentí como cada parte de mi ser se derretía ante tus palabras. Ante la intensa mirada tuya.
Me tomaste de la mano y nos dirigimos hacia las puertas del tren.
-¿a donde vamos? -pregunte insegura de seguirte.
-Somos adultos y sabemos que queremos exactamente- sonreiste al terminar tus palabras.
-¿sexo? - me sonroje al decir eso en voz alta en medio de tanta gente.
-vamos- jalaste mi mano hasta estar fuera de una gran fachada pintada de blanco.
-¿Es tu casa?
-Así es,entra. -Dijiste mientras detenias la puerta para que yo pasara.
-p...pero ¿Que paso? -hable mientras tu besbas mi cuello. No voy a mentir,se sentía bien. Algo...único
-¿Que paso con que?-dijiste con la voz ronca. Esa voz con la que siempre te imagine. Esa voz,me puso l piel de gallina
-Nuestra historia...-Susurre cerca de tu oído,tenia que comenzar a seguirte la corriente y parte de eso,valla que se sentía bien.
-¿historia? -dijiste mas como un gemido cuando comencé a besar tu cuello,lento y suavemente. Tu piel se erizaba al contacto con mi lengua y tus manos jugaban con los bonotes de mi blusa.
-Si,nuestra historia tenia un comienzo romántico y tierno...-a pesar de que quería sonar seria,mi voz se escuchaba desesperada por quitarte esos trosos de tela estorbosos de en medio.
-Ah...eso,no es así.
-¿a no? -Diablos lo que acabo de decir salio con un tono tan sexy que hasta a mi se me erizo la piel. Cambiamos de posición y con tus manos a cada lado de mi cabeza me acorralaste contra la puerta de la entrada.
-No,yo no soy un hombre romántico...eso no se me da.
-Valla es bueno saberlo,así sabré como tratarte. -tome tu sudadera por él cuello y te empuje hasta llegar a lo que parecía ser tu sala.
Quería tomar él control de esto,pero no me dejaste. En cambio me lanzaste al sillón y te montaste sobre mi estomago. Pero cuidaste que tu peso no me aplastara.
-Odio tu ropa -dijiste en un tono frío,mirando fijamente a mis ojos
-Tan solo quitala y la dejarás de odiar.
Estaba sorprendida de mi misma,jamas había sido así con ningún hombre. Me sentía...tan segura de mi misma,tan llena de confianza y me hacías sentir segura.
Cuando por fin estuve completamente desnuda frente a ti,las cosas cambiaron .
Como si,tus sentidos regresaran a tu mente comenzaste a mover la cabeza de un lado a otro.
Te alejaste de mi y juntaste mi ropa del suelo. Me la tiraste en la cara y dijiste
-Vistete y vete.
-¿Disculpa?
-Aceptada...ahora vete.
-Bien...me iré,jamas me volverás a ver.
Trate de contener mi ira,osea ¿Quien diablos se creía para rechazarme?
Cuando estuve vestida salí de la casa dando un portazo. Me dirijia a mi nuevo estilo de vida.
* tiempo después*
Había evitado tomar él metro por unas semanas y hoy estoy nuevamente aquí. Esperando para verte.
Subí al tren y en la siguiente estación entraste tu,como siempre impeclablemente arreglado.
Te sentaste frente a mi y nuestras miradas se cruzaron.
Era mas que obvio que me habías reconocido,pues tus ojos voltearon hacia la puerta.
Yo solo Asenti y tu tomaste mi mano para salir de ahí.
En ese momento lo supe...empezaremos a jugar,de nuevo 😏