El rey maximiliam

78 3 6
                                    

Abrí los ojos y miré al techo pensando en todo lo que había ocurrido hasta ahora y lo que sé: estoy en un reino del siglo XIII, soy el líder de la orden "canto del dragón" y por alguna razón existen los dragones, ¿también existirá la magia? No lo sé. Por ahora solo me preocuparé de averiguar algo de este reino en el que estoy.

Me levanté y habían dos guardias, uno en frente del otro, al lado de la puerta, vestían armaduras de cuero, tenían un casco de acero en la cabeza, una espada colgada del lado izquierdo del cinturon y un escudo en la mano izquierda

-¿quienes son ustedes?- pregunté.

-su majestad- se arrodillaron los dos a la vez -por fin ha despertado.

-¿su "majestad"?- ¿por qué me llamarían así?- ¿yo soy el rey?

-¿usted también perdió la memoria, su majestad?

Se abrió la puerta detrás de ellos dos y entró un anciano, de no menos de 65 años, con una barba blanca que le llegaba hasta el estómago, arrugas por todo el rostro, ojos cafe oscuro y portaba una vistosa corona de oro el la cabeza.

-¿¡qué hacen ustedes dos aquí!?- se veía enojado, pero ¿por qué? -¿¡no los mandé a la habitación de mi hijo, el príncipe Havel!?

-disculpe, mi señor, ahora vamos para allá- ambos se pararon y salieron rápidamente por la puerta.

El anciano se calmó un poco y me preguntó -¿estás bién, Gustav?

-¿quién es usted, acaso es el rey?

El anciano cerró los ojos, puso una sonrisa de oreja a oreja y soltó una carcajada -¿acaso no es obvio?

-si, pero no es motivo para reirse tanto.

-me rio porque el dia que te ví por primera vez estaba sentado en el trono y preguntaste exactamente lo mismo, a lo que respondí con un sí y una sonrisa en la cara.

-espere, ¿hace cuánto llegué a este reino?

-hace apoximadamente... 2 años y medio ¿tampoco recuerdas eso?

No lo puedo creer. 2 años y medio atrapado en el siglo XIII y no recuerdo absolutamente nada.

-viejo rey...

El rey me interrumpió un poco enfadado -podrás haber perdido la memoria pero no olvidas como hacerme enojar.

-perdón, ¿como se llama?

-me llamo Maximiliam, pero puedes llamarme rey max

-está bién, rey max, ¿por qué me tratas con tanto respeto? Quiero decir a ese par de guardias no los trataste muy bien que digamos y a mi me tratas como tu igual.

-a ese par de guardias les pedí que fueran a la habitación donde está mi hijo y lo cuidaran para que no saliera de ahí y, en vez de irse a la habitación de mi hijo, vinieron aquí y te confundieron con él. A ti te trato mejor que a otros porque me salvaste la vida en mas de una ocasión y estoy en deuda contigo y además eres el novio de mi hijastra.

-¿¡qué!?- quedé sorprendido, ¿como puedo yo ser el novio de una princesa? -es una broma ¿cierto? Porque ni siquiera soy de sangre real.

-si, con respecto a eso, permití que tuviera una "aventura" contigo por el echo de que es mi hijastra y no mi hija.

-bueno, si es mi novia tengo el derecho a saber quién es su padre ¿o no?

-su padre murió cuando ella tenía 3 años y, como su padre fue un muy buen amigo mio, me confió a su hija. A su madre nunca la llegué a conocer, lo poco que sé de ella es que murió cuando le dio la vida a su hija.

-¿y cual es su nombre?

-su nombre es Adriana, por lo tengo entendido vino hace un rato para ver como estabas.

-espera, espera, espera, espera. Lo que me dices es que soy el novio de Adriana, la hijastra del rey, que tiene un dragon escupe fuego rojo de tres metros.

-si, mas o menos así. Vistete, yo te esperaré afuera, luego sígueme que tengo que mostrarte un montón de cosas.

-está bién esperame afuera y luego te acompaño.

El rey se dio la vuelta y se fue cerrando la puerta detrás de él. Busqué algo para ponerme. Encontré algo así como una camisa blanca de manga larga, un pantalon marrón con un cinturón y unas botas de cuero. Me puse los pantalones, la camisa blanca y, por lo que vi ántes en ese par de soldados, el cinturón por encima de la camisa y luego las botas.

Abrí la puerta y ahí estaba el rey: esperandome al lado de la puerta con una túnica verde en las manos.

-vaya, si que te tomas tu tiempo- me dijo el rey a la vez que me pasaba la túnica -toma, ponte esto.

Tomé la túnica y me la puse luego le pregunté al rey -¿a donde vamos?

-afuera, a que conozcas a los miembros de tu orden.

canción de dragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora