más que nada.

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No se si estoy bien, una vez más no logro decifrar esto que siento. ¿Tranquilidad? ¿Angustia? ¿impaciencia? ¿desesperanza? ¿tristeza? sé que también esos sentimientos vendran acompañados de vacío, ese vacío inagotable. No sé correr o huír de estos sentimientos inestables que todos los días se hacen presentes. No puedo escaparme de mi, abandonarme y ser mejor que ayer e increíble mañana.
Soy como un avión tomado, secuestrado; por dentro estoy llena de muchas personas con distintos tipos de sentimientos, por fuera es un cielo en su mayor calma, pero en la cabina del piloto no se cómo manejar ese avión. No sé como ni dónde aterrizar.

Creí que había mejorado, creí que la vida me estaba sonriendo por primera vez y que todo estaba yendo en su mejor curso. Era excelente, perfecto. Era tan perfecto que asustaba. Era.
¿Soy yo el problema? No puedo entablar una relación estable y me da miedo que sea así por siempre. Sé que aún soy joven y que me falta experiencia, dolores, decepciones, amores, aventuras, vivencias. Sé que falta mucho por recorrer, pero tengo miedo, no puedo soportar la idea de saberme siempre sola e imposible de amar, me da miedo seguir perdiendo personas. No quiero llorar ni sufrir, no quiero desesperanzarme, no quiero seguir con insomnio, no quiero aumentar mi obsesión, no quiero pensar que voy a volver a sentir una infinita angustia. Mi corazón vacío y mi alma rota no soporta un sufrimiento más.

¿Por qué siempre me toca ser un turno para todos? Basta, no, no quiero ser más. Siempre quiero dejar de ser y no sé como no ser. Siendo lo que soy me odio más, me odio por ser yo y por no ser quien quiero ser. Pero ¿quién quiero ser? Tal vez quiera ser algo más alla que una urgencia para alguien. Quiero ser una necesidad independiente. Es un concepto confuso, pero a mi manera.
La necesidad independiente se refiere a que necesitamos de algo (o alguien) con mucho anhelo, amor, sentimiento y demás, pero no dependemos de aquello para vivir porque, con o sin eso, podemos seguir el curso de la vida sin intoxicarnos de obsesiones enfermizas.

Quiero ser más que una urgencia. Ser más que una noche o unas semanas, más que un beso o un roce de piel. Quiero ser más que una cama ocupada y un abrazo por compromiso, ser más que un anirversario o una salida al cine. Ser más que "esa persona".
Quiero ser sentimientos y parte de tus átomos, quiero ser un hecho y una verdad. Quiero ser un sueño y realidad, quiero ser una tarde al lado del río pensando en cómo terminamos ahí sin haberlo planeado. Quiero ser quien nivele tu perdida de control y te ayude a controlar el caos que cada tanto se arma en tu mente.
Ser más que un simple "algo" para alguien, ser mucho más que un "todo" y alejarme lo más posible de un "nada".
Quiero ser la mitad que forme el entero y desagote el vacío.

Todos días son distintivamente iguales para mi. Necesito una emoción, una descolocación buena que rompa mi rutina.
Camino por las calles pensando en cómo se formaron las cosas o qué irrumpe la conciencia de las demás personas. Veo cuerpos, rostros, y los imagino teniendo una vida conmigo, pero mi inconciente dice que ninguno puede encajar con mi rompecabezas totalmente blanco y uniforme.
Ya me cansé de pensar, pero sin embargo pienso el por qué de mis por qué y el por qué de mi vida. Tendría que dejar de pensar en cómo vivir y poner en práctica la vida sin preguntas y sin inseguridades. Jugar. Quiero dejar de existir y empezar a vivir.
Cada mañana me siento en la misma mesa de ayer, siendo yo y preguntandome por qué me pasó aquello si yo estaba segura de que vos eras mi persona favorita, por qué te fuiste con otra persona a buscar algo que yo podía darte. Todos los medio día salgo a la calle preguntandome qué estuvo mal y qué hice (o hicimos) de más, qué fue lo que me hundió primero y qué fue lo único que me sacó a la superficie para seguir respirando y no morir. Cada tarde vuelvo a casa preguntandome qué debería cambiar de mi, me pregunto qué hice mal y qué hice bien. Cada noche me siento en la misma mesa, la mesa de la mañana, y me respondo todo aquello que me pregunté durante el día: Me pasó aquello porque era una vidente enceguecida por mi persona favorita y el amor que le tenía. Te fuiste a buscar algo a otra parte, algo en otra persona, porque viste el vacío que cargaba todos los días. Me respondo que yo estuve mal, que vos estuviste mal y que nada de lo que hice (hicimos) estuvo de más porque nunca fue "más" sino "insuficiente".
Noche a noche en la misma mesa me respondo que lo que me hundió primero fui yo, y vos me sacaste a la superficie para respirar, pero que también nuestro vos y yo (sobre todo vos. Nunca un nosotros) me volvió a hundir una vez más. Y acá estoy siendo inestable, subiendo a la superficie de un saque por medio segundo, tomo un mini respiro e inmediatamente vuelvo a hundirme.
Además me respondo que debería cambiar por completo sin dejar de ser yo. Me respondo que hice y hago todo mal porque no estoy bien y si todo me sale bien significa que se viene un interminable mal. Siempre mal.

Tal vez nunca pueda ser un más que nada.

RECOMENZAR...(bah, Intenté)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora