de igual a igual

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Pasaron ya seis meses de la última vez que lo vi sentado a mi izquierda, cabizbajo, tímido, decidido y temeroso a la vez. Ese día creí que él iba a volver porque siepre volvía a mi, pero me había equivocado porque había encontrado otro barro en donde hundirse. ¿Por qué barro? Porque tal vez para él iba a ser eso hasta que pudiera moldearlo y hacer una linda escultura que iba amar. También me equivoqué.
Habían pasado dos meses de la última vez que le hablé para desearle un buen cumpleaños, un "espero que la pases bien" sabiendo que yo quería estar ahí y pidiendole por favor que no responda ese mensaje. Siguió mi petición, no contesto y no supe más nada de él desde ese entonces. Creí que todo iba a ser diferente, creí que jamás iba a necesitarlo, creí que iba a dejar de quererlo o que iba a dejar de llorar por él.
Me despedí en silencio, le escribí cartas que jamás le llegaron porque las quemé, dividí mi mente en dos mitades. Una mitad se despedía de él para siempre y la otra mitad pensaba en él, en dónde estaría y en que deseaba verlo de casualidad. Me despedí o, más bien, me mentí, porque todo fue de igual a igual.
Lloré y reconocí amarlo, pero nunca se lo dije. Aún no tengo la bendita oportunidad.

Creí que iba a ser diferente, sentí que estaba siendo todo diferente. Iba todo bien, a veces todo mal y luego otra vez bien. Algunas sorpresas, decepciones, viejas amistades y, por supuesto, mi viejo amor.
Volvió, una vez más, volvió. Siempre vuelve ¿por qué volvió? ¿que hace que vuelva a mi? No entiendo. Se va, me desmorona, lloro, me angustio, necesito, desespero, obsesiono, reconstruyo, amoldo, intento. Vuelve y empiezo a estar igual.

Sábado a la noche, ya no esperaba nada. Bah, en realidad si, esperaba cruzarmelo de casualidad. Deseaba verlo sentado en un rincon de la plaza, verlo, abrazarlo, darle un beso y decirle que lo estuve esperando por todas partes. Soñar es gratis, dicen. Sabía que no iba a pasar.
La noche pasaba, las copas se llenan y se vacían. El alcohol en sangre empieza a hacer efecto y era lo que necesitaba, reirme hasta de mi sombra. Fría, oscura, solitaria, anónima y difícil de desechar, hacía una buena combinación con todo de mi.
No niego haber estado pensando en él mientras la película se reproducía, no estaba sinonque solamente pensaba, solo eso. ¿qué hará? ¿dónde está? ¿con quién? ¿piensa en mi? ¿por qué no volvió? Y así, necesitaba olvidarme, dejar de pensar. Tomaba y tomaba, me reía hasta del sonido que hace un vaso al apoyarse sobre la mesa. Ya no estaba en mi, sino estaba en otro costado de mi. La alegría flotó entre tanto alcohol.

Notificación de facebook. Nuevo Mensaje directo. El mensaje que esperé durante dos meses ahora estaba ahí, esperando a que lo lean para obtener una respuesta. Volvió, es él, si, él. No estoy loca, me escribió una vez más, volvió. Pero, paren, ¿qué paso con mi reemplazo? ¿ya no tengo o yo soy el nuevo reemplazo? No lo se, pero volvió. Ya no es más espera, ya no tengo que esperar a que vuelva porque ya esta acá escribiendome.
Me extraña, dice, no se si es verdad, pero me hace bien. No me olvido, supongo, sino no hubiese escrito.
Me siento tan mal y tan bien a la vez.
Me llena y vacía como una batería celular.
Me construye para destruirme.
Me alborota y me encanta
Me hace sentir y soy feliz.

¿Cómo es posible? No entiendo, pasaron dos años y el corazón sigue latiendome con fuerza. Veo sus mensajes y me desespero por saber que escribió y me da ansiedad saber si va a volver a contestar. ¿Por qué? ¿qué es lo que me hace? ¿por qué? Quiero gritarlo, quiero gritar un por qué con fuerza y que alguien me conteste. O no, quiero que él me conteste y me diga "es porque me queres como yo a vos" pero eso ya sería pedir que las cosas sean magicas y la magia no existe.

Luego de mucho tiempo estabamos hablando como dos personas desconocidas que sabían perfectamente cómo besaba el otro. Hablabamos como si fuese la primera vez, pero lo diferente es que cada uno hacía preguntas más específicas. No me supera, dijo, ¿será verdad? Quiero creer que si, y sino, esta bien. Lo entiendo. No importa, no le mentí, yo no lo supero. Dos años de que lo vi por primera vez y sigo sintiendo lo mismo que ese día.
¿Por qué me siento así? Estoy pendiente para ver si responde, quiero que me diga algo lindo, sonrío y suspiro como si fuese que nunca lloré noches enteras deseando no haber visto nada de aquello. Le sonrío a su mensaje como cuando tenía quince años y tenía miedo de quererlo, con temor a que me rompan el corazón. Ahora lo amo con el corazón destrozado y tengo miedo de nunca poder despegarme de todo aquello que siento por él.
¿qué es lo que tiene que me hace sentir? Me alborota, me desequilibria, me boxea los sentidos. El corazón corre por si solo, el nudo en el estómago ya no es de angustia, las lagimas no se asoman y siento una paz interior inexplicable. ¿Quién es? Algo me dice que él es, pero algo también me dice que lo fue, que ya pasó su tren y que por estar colgado en otros andenes, llegó tarde a todo.

Lo se, ahora entiendo, lo quiero, lo amo, él es todo lo que necesito. Me hace sentir y me encanta. Estoy viva, estoy existiendo, mi amor esta moldeandome. Soy barro en construcción.

Quiero mirarlo, besar su cuello y susurrar cuanto lo amo aunque se tenga que ir. Quiero que este igual a igual sea diferente.

RECOMENZAR...(bah, Intenté)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora