One-Shots Kuroko No Basket x Lectora

Kiyoshi Teppei #2

Ella pensaba que era una fea broma de parte de Mine pero al haber pasado dos semanas cabe duda que no era broma.

—(1), vamos a rehabilitación y podrás irte a casa esta tarde.

Aquella enfermera ayudó a la chica a sentarse en la silla de ruedas, fue trasladada hasta la sala de rehabilitación, Kiyoshi estaba ahí moviendo la rodilla como era costumbre. Por parte de ella, le habían sacado las férulas para poder hacer ejercicio, caminó hasta esas barras y enderezó los pies para comenzar a caminar.

El dolor iba disminuyendo y era más fácil llevarlo.

—¿No vuelves a rehabilitación? —preguntó Kiyoshi sorprendido tras las palabras de su compañera.

—Si, pero no tan seguido, dicen que he mejorado y que no tengo que volver tan seguido.

—Me alegro, pero..me gustaría que nos juntáramos.

—Con gusto. Tienes mi numero tan sólo envíame un mensaje y acordamos.

—Claro.

Aquella chica se levantó de la silla con las férulas puestas y caminó hasta el chico que la recibió con los brazos abiertos, se unieron en un abrazo de despedida, él le revolvió el cabello una vez se depararon.

—Me gustaría decirte algo...pero no creo que sea oportuno.

—¿Eh?

—Ya que, me gustas, desde que te vi por primera vez en rehabilitación me encantó tu forma de ser, tu sonrisa y tu manera de luchar.

—Kiyoshi, tu también eres una persona luchadora y eres una gran persona, y también te quiero, sólo espera que pueda corresponder.

—¿Es un no?

—No, solo es un "espero sentir lo mismo" que algún día corresponderé.

Once años después.

Aquella chica y aquel chicl eran felices, solo que cada uno por su camino, se vieron después de ese día, al pasar de los meses ella correspondió los sentimientos pero el destino los separó. Ella terminó estudiando diseño gráfico y él... Bueno ella no sabe nada de él y nunca mas le respondió los mensajes.

—(1)-chan va llegar el nuevo dueño de la empresa.

—¿En serio? Dios, bien, recuerda caerle bien.

Aquella chica sonrió y se sentó al lado de su amiga, y comenzó a teclear junto a ella, las dos chicas estaban rediseñando la pagina web de la empresa.

—Atención todos, como saben el nuevo dueño de la empresa está por llegar. Y bueno eso conlleva a una bienvenida, seamos amables.—dijo Reiji uno de sus compañeros que se encargaba de atención al cliente en la empresa.

¿Qué empresa era? Speedo, la gran empresa de ropa y accesorios deportivos mas famosos del mundo.

La gran puerta que daba a las oficinas se abrió dejando pasar a Shinogi, el ex-dueño de la empresa, que ahora se jubilaba y se irá a vivir a Los Ángeles junto con sus nietas e hijas.

—Muchachos, debo primero que nada, agradecerles el apoyo moral que he recibido de todos, por la confianza y el entendimiento de todos.

Todos comenzaron a aplaudir, (1) y su compañera Tagani sacaron una caja que estaba escondida, dando la sorpresa al abril a una gran torta de despedida junto con un mural de fotos.

—Oh, ya tengo la leve sospecha de quien realizó el trabajo de juntar las fotos y hacer el mural, mis queridas niñas, (1) y Tagani.

—No señor—dijo la rubia—. Entre todos lo hicimos, (1) supervisó todo para que saliera perfecto, repartiendo pequeñas tareas a todos, hasta en el servicio de limpieza.

Aquel hombre río y abrazo a la chica y todos silbaron y aplaudían con júbilo.

—Señorita (1), venga conmigo.

Aquella chica fue llamada por su antiguo jefe que fue llevada a su oficina.

—Le quiero presentar al nuevo jefe, usted tendrá el honor de guiarlo y ayudarlo con el tema de la empresa hasta que se acostumbre.

—¿Yo? ¿Por qué?

—Porque confió en usted, a pesar de ser joven conoce cada sector y cada gente de esta empresa y puede ayudarlo a desenvolverse.

Unas risas se escucharon tras la puerta, dejando pasar a Minem, una mujer de recepción, junto con un hombre que rondaba la edad de ella treinta.

—¡Ah! Estábamos hablando de ti Teppei.

Aquella chica se alarmó, ¿había escuchado bien? Aquel hombre se llama igual que aquel chico que ama el basket.

Ella se levantó y lo confirmó, él era Kiyoshi Teppei, el chico que una vez gustó de ella y que ella por un momento no correspondió.

Al cruzarse las miradas ambos estaban sorprendidos.

—Teppei.

—(1).

Palabras: 731