Himuro Tatsuya #2

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Tatsuya caminaba hacia el hotel donde (1) se hospedaba, como habían quedado, él le daría un pequeño tour por la ciudad para que pudiera conocerla mejor.

Tarareando una canción mientras revisaba la hora, caminaba hacia aquel edificio dónde a lo lejos vio a (1), con un jean azul oscuro, una remera que tenía grabada el "Big Ben" de Londres.

—(1), lamento hacerte esperar.

—No hay problema— dijo ella con una sonrisa.

Ambos comenzaron ese pequeño tour, él le indicaba todo, lugares donde podía comprar ropa, un karaoke por si algún día quería divertirse, una cafetería donde pararon a tomar algo y comer una que otra cosa, y él le mostró su escuela, la preparatoria Yosen.

¡Qué gran escuela! Bueno, me da nostalgia, me recuerda a mis años de estudio.

—¿Qué edad tienes?

—Diecinueve, pienso trabajar, pero, como mucho japonés no sé, creo que no lo haré.

—Yo te puedo enseñar.

—¿En serio? Porque mi madre consiguió un puesto en un callcenter internacional, así que sería bueno que yo también pudiera trabajar, aunque a ella no le guste la idea.

—¿Por qué no?

—Ella prefiere que siga estudiando piano, aunque no creo que le moleste si aprendo japonés.

—Ella prefiere que siga estudiando piano, aunque no creo que le moleste si aprendo japonés

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Ella había visto un piano en el bar por donde pasaron. Unas niñas estaban tocando en el, sonrió con ternura recordando sus primeros años tocando uno.

—Señoritas, ¿me permiten?—preguntó en japonés a lo que ellas dejaron el asiento libre y ella miró a su alrededor antes de tocar, el lugar lleno de parejas, tenía la canción perfecta para este ambiente.

Comenzando a tocar aquellas melodías, las niñas tanto como la gente de todo el bar miraba a (1) sorprendidos, Tatsuya en una mesa mirando a ella con una sonrisa.

Ella trasmitiendo sentimientos a todas esas parejas, podía parecer un poco raro pero, algunas de ella comenzaron a bailar por todo el bar, la gente sonreía ante eso, la gente detrás de la barra sonreía. 

Al terminar la canción todos aplaudieron, ella hizo una reverencia y volvió hacia donde estaba su acompañante, salieron de ahí y siguieron caminando.

Eso fue muy lindo, el ambiente cambió cuando comenzaste a tocar.

—Gracias.

—Una pregunta ¿por qué comenzaste a tocar piano?

—Mi abuela me enseño desde niña, después de que ella falleciera comencé a tomar clases y siempre participaba en concurso, por mi abuela ya que era su sueño.

—Eso es muy lindo, tu abuela debe de estar muy orgullosa de ti.

—Eso espero.

—Tatsuya, espera

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—Tatsuya, espera.

Aquella chica quería alcanzar al chico, ambos corrían, ella llegaba tarde a su concurso de piano, era una de las primeras en pasar y no quiere perderse el evento.

 A lo lejos pudo ver a Tetsuya, Taiga, Atsushi y a Riko en las escaleras del edificio.

—¡Llegan tarde!—comentó molesta la entrenadora.

—Lo siento—se disculpó aquella chica—. Correr con tacos es un poco difícil.

Entraron de una vez, habían pasados dos meses y aquella chica ya dominaba el japonés, ah, y otra cosa, ya estaba enamorada, si así es, estaba enamorada de Tatsuya.

—Bien, me voy adentro, nos vemos después.

En la entrada de aquel edificio se encontraba un pelirrojo nervioso, ¿cómo iba a decirle a su mejor amigo que gustaba de aquella chica? No quería lastimarlo, es más, él se veía como el tercero en la relación, era obvio que el pelinegro sentía algo...

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En la entrada de aquel edificio se encontraba un pelirrojo nervioso, ¿cómo iba a decirle a su mejor amigo que gustaba de aquella chica? No quería lastimarlo, es más, él se veía como el tercero en la relación, era obvio que el pelinegro sentía algo por ella y que su amor era mutuo, preferiría no decirle nada, pero no quería guardar su sentimientos.

—Tatsuya—lo llamó—¿podemos hablar?

Riko y Tetsuya se alejaron, estaban hablando entre ellos.

—¿Qué pasa Taiga?

—Te pido perdón por lo que voy a decir pero, me gusta (1).

¿Cómo había nacido ese sentimiento? Fácil, era elegante, refinada y alegre, todos sus encantos habían atrapado al pelirrojo, no solo a él, también a Tatsuya.

—Dile lo que sientes.

—Pero..

—Sí, ella me gusta, pero se como te sientes, dile, no pierdes nada.

—Gracias.

—¡Chicos!

Ella se aceraba trotando hacia todo ellos, la felicitaron y el pelirrojo se acercó con una fuerza de voluntad que no sabía ni él de donde salió.

—(1)—ella volteó ante el llamado, Tatsuya se alejó un poco con los otros dos acompañantes y él tomó aire antes de decir—: Me gustas. 

Ella miró al pelinegro y volvió su mirada hacia Taiga.

—Lo siento Taiga, no puedo corresponder, me gusta Tatsuya, lo siento.

—Ya lo sé, pero, quería decírtelo. 

Se dieron un abrazado, donde él dejo en claro sus sentimientos y en donde ella dejo sus disculpas.

Los dos pensaban lo mismo, declararse, y no tenían el valor, sentían vergüenza, pero ella quería hacerlo

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Los dos pensaban lo mismo, declararse, y no tenían el valor, sentían vergüenza, pero ella quería hacerlo. 

—Tatsuya.

—S-Si.

—Me gustas, y mucho.

Sin esperar más aquel chico la abrazó, la apretujó y acarició su pelo.

—Tú también me gustas (1).

Se separaron y se dieron un tímido beso, lleno de amor, y es ahí donde ella se dio cuenta que no solo en la música se podía transmitir emociones.

Palabras: 805

One-Shots Kuroko No Basket x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora