One-Shots Kuroko No Basket x Lectora

Hyuga Junpei #4

Narra: (1).

Me levanté con buen humor. Hice un desayuno rápido, y preparé mi almuerzo para el día de hoy. Me cambié en mi uniforme, peine mi pelo en una coleta alta, me puse un poco de rímel en las pestañas y perfume.

Me miro en el espejo con una sonrisa, admirando como quedé de linda con un poco de arreglo.

(...)

Al llegar a la escuela guardo mis zapatos en el casillero para ponerme los de la escuela, por detrás mío para Himi. Me duele lo que ha hecho.

—Hola...Himi.

—Si, hola.

Se puso rápidamente sus zapatos y cerró su casillero para desaparecer por el pasillo.

Suspiro, al menos me hubiera saludado bien.

—Y yo tratando de que, al menos, terminemos bien, después de todo somos compañeras de curso.

Camino hacia mi curso y me siento en mi lugar. Miro por la ventana y veo como el cielo está claro. 

—Al menos el día está lindo.

(...)

En el primer recreo me dirijo hacia el curso de Junpei pero no está, no sólo él, ni Izuki ni Riko....el gimnasio.

Camino hacia las escalera y me encuentro con Kagami y Kuroko, no me di cuenta que habían salido del curso.

—¡Kagami! ¡Kuroko! ¡Esperen!

Los dos se detuvieron a mitad de las escaleras al llegar terminamos de bajar los tres juntos.

—¿Hora libre para los de tercero? Que bien. Así que van a comer algo juntos. En ese caso no debo molestar.

—No pienses eso, la entrenadora te va a recibir bien—dijo Kagami.

Y así fui con ellos al gimnasio, dónde todos los de tercero y partes de los chicos de segundo y primero estaba reunidos, listo para comer.

—Lo siento, caí de sorpresa—sonrío apenada, Riko me sonríe y me abraza, me sienta al lado de Junpei y ella al lado mío quedando en medio de ellos.

Entre charlas, risas, gritos pero más que nada un sentimiento de compañía y felicidad comimos todos juntos.

—Oye, (1), luego tengo que hablar contigo de algo—me dijo Junpei mientras terminábamos de recoger las cosas del suelo.

—¿Es algo malo?—él negó con la cabeza.

—A la salida te digo, por cierto, mi madre te invita a cenar con nosotros.

Le beso la mejilla y le sonrío.

—Claro, ahí estaré, ¿me acompañas a casa entonces?

—Sí.

(....)

—¿Y bien? ¿Qué es lo que quieres contarme?

—Ah, sí, el fin de semana que viene mi familia viene de visitas, tíos, primos y abuelos, y mis padres les habló sobre ti y bueno...ya sabes quieren conocerte.

Paré en seco, lo miré con una ceja levantada.

—¿"Conocerme"? Junpei, apenas formalizamos la relación, ¿no crees qué es muy pronto?

Él suspiró y se rascó la nuca.

—Eso les dije, pero insistieron tanto. Lo siento.

—¿Y sí? ¿No les caigo bien?