Capitulo 7: Algo de tranquilidad, ¡Al fin!

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Seguí caminando por los pasillos, realmente no comprendía ¿Que había pasado con todo este lugar?, ¿Por que todo estaba lleno de sangre?

No lograba ver humanos, pero si mucha sangre, por todo el sitio, haciendo que no solo parte de mi capa o mis pies se llenaran de esta, sino que también que me empezara a marear. No le tenia miedo a la sangre, no, para nada. Pero el ver tanta junta por cada lugar, incluso,llegaba a preguntarme porque había un poco goteando desde el techo hasta el suelo. Yo creo que cualquiera quedaría al menos algo perplejo o le daría alguna repulsión.

Camine, y camine revisando todo el lugar sin descanso. Entrando a cada habitación, las cuales todas aparentaban haber sido blancas en un momento, pero como el resto estaban bañadas en sangre.

Intentaba hacer memoria, realmente lo intentaba pero, solo llegaba a recordar el momento donde herían mi brazo, aquel momento tan doloroso. Moví mi cabeza de un lado a otro como si quisiera alejar aquel recuerdo para después abrazarme a mi misma un momento.

Entre a la ultima habitación que no había revisado, las paredes eran de un color celeste. Y en una pared había un montón de pantallas negras crizadas. Abajo de estas se veía un montón de botones y enfrente una silla, en la cual se podía ver algo de sangre. Me acerque lentamente y al llegar al lado de la silla, vi que en el lugar donde había que sentarse había una posa de sangre. Me quede mirándola algo confundida, pues era la única pieza que no había sangre en las paredes, pero si había una posa en un lugar...¿Poco común?

Escuche un goteo al momento que aparte la vista del asiento, volví a mirarlo y me di cuenta que caía una gota de sangre a la posa. Levante la vista lentamente para ver el techo. Al verlo caí al suelo aterrada a la vez que apartaba la vista, en la parte de arriba, había una cabeza algo demacrada colgando de una cuerda. Solo estaba la cabeza y parte de su cuello desde el cual caía la sangre. Tape mis ojos rápidamente con mi manos, agitando mi cabeza de un lado a otro.

-Nonono, ¡¿Quien seria capaz de algo así?!

Pregunte casi gritando por la desesperación, mientras salia corriendo del lugar, no quería ver mas, nada mas. Corrí hasta no poder mas, hasta finalmente correr contra una pared, a la vez que un portal se abría en este.

En el momento que había dejado aquel lugar, este se incendio sin que me percatara, dando paso a otra dimensión, otro lugar, otro tiempo.

Ahora ya hacia en frente de un gran lago. Atrás mio un gran bosque verde. Un lugar tranquilo.

Me senté a las orillas del lago con la cabeza agachada, viendo mi pies llenos de sangre,mi capa e incluso parte de mis manos, intentando procesar lo que había visto. Para después agitar mi cabeza y levantarla viendo el lago sonriendo.

-No debo pensar en aquello...-Murmuré para luego ponerme de pie y acercarme mas al agua de lago, sentándome en el limite de donde estaba esta con el pasto. Comenzando a mover mis pies, como si estuviera pataleando, haciendo que el agua salpicará hacia todas partes a la vez que limpiaba algo de la sangre que traía encima.

-Mejor me lavo-Me sugerí a mi misma en voz alta, para levantarme y entrar un poco mas al fondo del lago. El agua estaba algo fría pero con el tiempo me iba acostumbrando a la temperatura, limpiando con cuidado cada parte de mi cuerpo, mientras que me ponia jugaba de repente tirando agua hacia al cielo, el cual estaba de un color celeste muuy bonito. Sonreía y reía a la vez, el lugar me había traído calma.

Una vez terminado mi "baño" Salí del agua, sacandome mi capa, para limpiarla bien. Sabia que realmente no se notaria la sangre al ser roja, pero ese no era un motivo para quedarme con sangre en esta. Solo pensar la idea de caminar a distintas partes con sangre en la capa le daba cierto escalofrío.

Ya estando sin sangre, la estire en el pasto esperando que se secara, mientras me estiraba al lado de esta. Me sentia tranquila, en paz despues de todo lo que habia pasado. Parecía una mala pesadilla. Cerre mis ojos lentamente, cansada, quedándome dormida.

(...)

Veía. Veía a un humano que estaba siendo estrujado con mi cuerpo, solo un segundo. Para luego ver otro como se colgaba con una soga mientras yo lo rodeaba riendome. En el momento que parecía estar listo para apretar aquella soga, lloro, causando aun mas mi risa. Al ver que se demoraba tanto, yo misma apreté su soga con los dientes, quitándole poco a poco el aire para después comenzar a hacerlo girar lentamente, enrollándolo con la cuerda. En el momento que aquel humano estaba con su cara totalmente roja con mi cuerpo empecé a enrollar el suyo y...

-¡BASTA!-

Se escucho una voz de otro lugar, una parecida a la mía. Mire el lugar, logrando verme a mi parada en una esquina caminando hacia mi-No le muestres estas cosas, porque no lograras tu cometido- Volvió hablar, dejandome confundida.

-Ven Charlotte, ven deja eso..se que no es lo que quieres hacer..-Me hablo amablemente extendiendo sus brazos. Rápidamente solté aquel humano corriendo hacia ella a la vez que sentía que volvía yo misma a la normalidad. Calor, era un calor agradable el que sentía en el momento que ella me abrazaba-Debes seguir siendo tu hasta el final si quieres volver a ganarle..-Murmuro esta vez.

(....)

Desperté. Hacia frío. Hacia mucho frío, toque mi capa y estaba seca. Me la puse rápidamente para después abrazarme a mi misma. La esfera en el cielo era blanca y radiante. El manto que la cubría por alguna razón también era de un azul. Un azul muy oscuro. Me quede mirando aquella esfera llamada "luna" con una sonrisa. Paso un buen rato cuando me percate que la luna poco a poco iba cobrando un color rojo. Sorprendida, la seguí mirando esperando que esta se volviera completamente roja. Me frote un poco mis ojos, asegurándome de que aquello no era una ilusión. No, no lo era, era real. Paso un par de minutos hasta que la luna dio un destello rojo. En ese instante el cielo se volvió de un color rojo muy intenso y la luna se volvió blanca. Un sonido extraño empezó a escucharse del bosque. Luego otro, y así sucesivamente se escuchaban distintos sonidos algunos parecidos entre ellos, y otros muy distintos.

El miedo empezó apoderarse de mi. El sonido parecía estar dirigiéndose lentamente hacia a mi. El viento empezó a soplar mas fuerte. En ese momento decidí abrir un portal y huir nuevamente.

Conociendo El Mundo ExteriorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora