Mi respiración aun seguía agitada por lo sucedido. Aquello había sido muy raro. Demasiado raro. Volví agitar un poco mi cabeza, intentado alejar aquellos pensamientos.
Ahora me dedicaba a mirar mi alrededor. Estaba lleno de muebles, muebles con peluches grandes por lo que veía, ¿Adonde había ido a parar ahora?, porque si esto era una tienda de peluches ¿los muebles no eran muy grandes?, al menos para seres como yo.
Estuve razonando unos minutos, mientras comenzaba a caminar mirando el lugar. Estaba algo oscuro, pero si podía distinguir una cosa de la otra. Era un paraíso para mi prácticamente, ¿Acaso este seria mi lugar ideal?
Camine y camine por varios pasillos, todos llenos de peluches, pero ninguno vivo. Me acerque al mueble mas bajo, y una vez arriba me acomode entre los peluches. Me percate que en el mueble que estaba podía mirar hacia afuera, ya que la pared era transparente como la de la caja blanca, ¿vidrio entonces?, debe ser lo. Seguí razonando, y una vez entendí la situación, me di cuenta que estaba en la vitrina de la tienda de peluches.
Mire hacia afuera. Estaba oscuro, y no había luna, pero si muchas cosas grises que me recordaban a los algodones de azúcar, ¿nubes?, supongo.
Me quede viendo el cielo por un buen rato, hasta quedarme dormida nuevamente. Pensando que este seria el lugar ideal para mi.
(...)
Una campana sonó, al igual que una puerta abriéndose, despertando a la pequeña Charlotte quien aun dormía por el cansancio. Mas, solo la despertó por unos segundos. Aquello se repetía cada vez que se escuchaba el sonido de alguien entrando a la tienda, en una mañana silenciosa.
Volvió a sonar la campana, y el sonido de la puerta abriéndose, pero esta vez se escucho tres veces seguidas. Además de un grito.
Tres personas habían entrado a la tienda, una detrás de la otra. Una pequeña niña y sus padres.
-Solo puedes elegir uno, ¿me escuchaste Annie?
Hablo la madre, seriamente, intentando que la niña se calmara y la escuchara, pues esta corría por cada uno de los pasillos de la tienda.
-Wiiii~
Se le escucho decir a la niña mientras corría con los brazos extendidos simulando ser un avión. Esta llevaba un vestido ligero de color rosa,el cual no le llegaba mas abajo de sus rodillas, su cabello llegaba hasta sus hombros y era de color castaño, además de liso. Llevaba un peinado algo extraño al menos para la muñeca, la cual era el típico cintillo echo con una trenza.
La pequeña Charlotte despertó por el constante ruido. Abrió sus ojos a la vez que bostezaba tapándose la boca, para después mirar el lugar algo curiosa sin moverse mucho. Extrañándose por la iluminación que había ahora.
-¡Este esta bonito mamá, y este también!
Se le escucho gritar a la niña mientras tomaba y dejaba uno que otro peluche en los estantes, haciendo que la muñeca se asustara. La chica siguió mirando uno que otro peluche hasta llegar a donde Charlotte quedando sorprendida por su forma y colores.
La pequeña muñeca solo se quedo quieta viendo a la humana con miedo, a pesar de que sabia que era una niña. Le tenia bastante miedo. Pestañeo por error haciendo que la pequeña niña se sorprendiera aun mas.
-Woow...Mama, ¡ya se cual quiero!
Grito a los poco segundos para después tomar a Charlotte entre sus brazos, y acariciarla.
-Tu y yo seremos grandes amigas
Dijo la pequeña sonriendo,mientras caminaba con la muñeca entre sus brazos, la cual se tranquilizo e impresiono al escuchar aquellas palabras.
-¿Cual elegiste?
Preguntaba ahora la madre de la niña , mientras se acercaba viendo con extrañeza a la pequeña muñeca.
-Esta, es muy bonita y única
Respondió la pequeña, levantando a Charlotte y mostrándola de frente a su madre.
-Hija..segura que ?
Hablo la madre insegura, para después ser interrumpida por su hija.
-Si segura, ¡quiero esta!
Contesto rápidamente la niña casi gritando y muy segura de si.
-Cariño...¿que dices tu?
Pregunto esta vez al padre.
-Que si le gusta, que la lleve.
Contesto este, desinteresadamente mientras hablaba por el celular. La mujer intento tomar a Charlotte entre sus brazos para llevarla a la caja, pero la pequeña niña se alejo, negándole con la cabeza.
-¡Yo la llevo!, no quiero que me la cambies
Dijo groseramente, para luego mostrarle la lengua y comenzar a caminar. Su madre solo dio un suspiro y camino,mientras Charlotte sentía que el corazón se le iba a salir del pecho.
-Señor, quiero esta por favor
Dijo la pequeña mostrándole la muñeca al anciano,que se encontraba en la caja, viendo a la muñeca extrañado. Pues esta no era parte de su mercadería.
-Ah, pequeña esa muñeca...¿Donde estaba?
Pregunto el anciano mientras la pequeña le apuntaba la vitrina.
-¿Acaso no esta a la venta?
Pregunto la niña haciendo pucheros.
-Si, si esta..solo quería recordar cual era su precio.
Se apresuro a decir el anciano, soltando unas pequeñas carcajadas.
-¿Cuanto es?
Pregunto la madre al llegar, mientras abría su bolso en busca de su monedero, a la vez que la niña corría hacia afuera con la muñeca, encantada por su nueva amiga.
Charlotte algo asustada aun, intentaba no moverse por nada del mundo y comportarse como un peluche normal, hasta que la chica la levanto con sus brazos lo mas alto que pudo mientras la miraba a los ojos sonriendo.
-Un gusto, ¡me llamo Annie!
Le hablo la niña a la muñeca entusiasmada, la cual temblaba ligeramente.
-No debes porque temer mi nueva amiga, tu y yo estaremos juntas por siiiieeempre~
Volvió a hablar la chica, haciendo que Charlotte se tranquilizara y sonriera.
Los padres de la niña salieron de la tienda, haciendo que esta abrazara a Charlotte de golpe.
-Vamos Annie, hora de ir a casa.
Dijo su padre, a la vez que tomaba la mano de su madre. La pequeña corrió a su encuentro y comenzó a caminar adelante de sus padres dando pequeños saltos,mientras tarareaba una canción.
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Conociendo El Mundo Exterior
AléatoireCharlotte, es una chica algo especial,tanto..que ni siquiera es una chica, su verdadera forma es la de una muñeca que tiene vida y es mitad demonio o al menos sabe que su interior vive uno... La historia se desarrolla en el momento en que Charlotte...