Amanecer

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Titulo:  Amanecer

Personajes:  Adriana, Marine, Tikki

Ship: Adrianette

Palabras:  823

Corrió apresurado hasta ella, atrapándola antes de que tocara el piso, rodaron un par de metros, el chico se llevó la peor parte de aquellos golpes, por suerte habían quedado escondidos entre los escombros del que alguna vez fue su escuela, se levantó con la chica a cuestas, aun si estaban allí podían ser encontrados con facilidad en el estado tan deplorable en el que estaban. Logro abrir la puerta del sótano y entrar, atasco la puerta por si acaso algo le había seguido, bajo a duras penas la escalera y acomodo a la chica en el suelo con el mayor cuidado

-Por favor...despierta, vamos tu puedes, has pasado por cosas peores...Adriana despierta... por favor- El chico de ojos zafiro estaba desesperándose, la culpa y la preocupación lo consumían lentamente, la movía, le daba golpes suavecitos pero nada resultaba – Por favor... no soy nada sin ti... te necesito... por favor...-Sintió como su transformación acababa, pero nada le importaba, ni siquiera el quedar descubierto ante más personas, pero para su suerte estaban solos...completamente solos en una ciudad destruida por la oscuridad

-Marine necesitas descansar... tus heridas son muy graves- Tikki trataba de calmar al chico, aunque le doliese ver el posible resultado de la última batalla contra Hawk Month

-No Tikki... estaré bien... solo...yo...-No podía contener más las lágrimas, su cuerpo temblaba lleno de impotencia y tristeza, aquello le partía el alma a la guardiana del Miraculous

Pronto la luz verde les atrajo, la transformación se acabó, pero todo acabo allí, el anillo no había dejado de ser negro, Plagg no estaba... y la chica seguía sin reaccionar

-¿Dónde está Plagg?- Esta vez la voz preocupada fue de Tikki, revoloteo alrededor de la chica y con horror observo el anillo trizado de costado a costado, no pudo evitar llorar, no se supone que eso debería pasar, se suponía que ningún Miraculous podía romperse, ninguno de ellos podía morir...

-Adriana...- Marine se inclinó para abrazar el cuerpo de la chica, que poco a poco perdía el color- ¿Por qué te interpusiste?... Yo podría haberlo esquivado... Tonta... Por favor... Despierta, no me dejes... Te lo suplico... No te vayas, no así... ¿No dijimos que estaríamos juntos para siempre? –La voz del chico se destrozaba con cada palabra, apretaba más fuerte el cuerpo de la chica contra si, como si aquello de alguna forma le devolviera la vida

-Marine... Debo... Curar tus heridas-La voz de la guardiana se escuchó seria, vacía, de alguna forma estaba controlando todas esas emociones... no, no las controlaba, solo que ya no las tenía, todo había desaparecido, floto con lentitud hacia el chico y se apegó a las heridas más grandes para curarlas con su brillo, se tardaría demasiado, pero no importaba, a ninguno le importaba en ese momento. El joven de cabellos azulados recordaba cada momento en cuerpo y alma, cada segundo, se gritaba interiormente el haberse distraído, el haber fallado, el haberle fallado a ella, si tan solo hubiera sido más rápido, ella no se hubiera interpuesto en el disparo del akuma, el anillo no se hubiera quebrado... ella no hubiera...

El silencio se mantuvo por largas horas, o lo que a ambos les parecieron horas, las heridas físicas de ambos estaban curadas, Marine lentamente se levantó, volviendo a acomodar el cuerpo frió de la rubia, ordeno un poco su cabello y la beso, apenas un roce, no podía hacer nada más, simplemente no

-Dime Tikki... Si logro destruir a Hawk Month... y restaurarlo todo... ella...ella...-No, aun no podía, no podía darla por muerta. La guardiana se mantuvo en silencio unos minutos, meditando las palabras que diría, era extremadamente doloroso, pero esa era la realidad

-No...Marine, el Lucky Charm no devuelve vidas... Nada puede devolver una vida, solo curar heridas físicas... Si ella quiere volver, si ellos quieren volver... dependerá de su fuerza... Lo único que podemos hacer es asegurarles un futuro donde volver... a Adriana... a Plagg... a todo parís y el mundo- Sabia que no debía presionar al chico, pero no quedaba ninguna otra opción, nada les quedaba, estaban pendiendo del hilo

El frió silencio los acompaño, la transformación fue silenciosa, la luz roja le envolvió, ni siquiera noto que su traje había cambiado, solo actuaba por inercia, cuando termino de subir la escalera y salir del lugar, soltó el aire que había retenido, se sentía como la peor persona del mundo por dejarla allí, sola... Pero volvería, volvería por ella, la salvaría costara lo que costara... aun si había la mínima posibilidad de aquello

El sol comenzó a salir, alejando a la oscuridad que rodeaba las ruinas de aquella magnifica cuidad, el chico sintió el suave calor en su rostro, tomo todo el aire que pudo antes de comenzar a caminar en dirección al sol, no sería difícil encontrar a su enemigo si seguía en esa dirección, algo dentro de él se lo decía, definitivamente, pasara lo que pasara, esa sería la última batalla, ganaría, costara lo que costara.


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