Probabilidades

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Titulo: Probabilidades

Personajes: Max, Kim, Marinette, Nino

Ship: ¿Maxik?

Palabras: 964

Se revolvió el cabello desesperado, cuando sintió que aquellos hilos no lo llevaban a ninguna parte, era simplemente ridículo, es decir, era tan baja la probabilidad y tan alta a la vez, él se había vuelto el clásico cliché de amor... Enamorado de su mejor amigo

-¿Qué haces? - El moreno se sobresaltó y casi en pánico, revolvió todos sus papeles, Kim le miro extrañado ante aquel comportamiento -

-¡Me asustaste!- Regaño mientras se acomodaba los lentes, se había concentrado tanto en sus ilusiones amorosas que no sintió como el alto deportista entraba y se sentaba a su lado, Kim se rio un poco, relajando los hombros mientras se inclinaba hacia el asiento

-Perdón...- Max le miró fijamente, un pequeño silencio los acompaño, el joven de anteojos ya conocía perfectamente esa clase de silencios, cuando Kim quería decir algo, y buscaba las palabras adecuadas; Espero pacientemente, como siempre a que el chico de ojos pardo pudiera procesar y pensar con claridad, pero mientras más tiempo pasaba, Kim solo abría y cerraba la boca, con las palabras atragantadas

-¿Que te preocupa? - Max se acomodó en el asiento del salón, estaban en horas de almuerzo y la mayoría se había ido a otros lugares a comer, aunque Max siempre prefirió la calma de aquella sala

-No estoy preocupado la verdad... Es solo que, me siento... ¿Nostálgico? - Las miradas se encontraron, los ojos del castaño se nublaron ligeramente - En tres días más termina la escuela... Y, cada uno hará sus vidas, cada quien se ira por su lado... Es que... Es increíble lo rápido que pasaron estos años, y lo mucho que hemos cambiado... todos, incluso tu y yo Max- El joven de piel oscura sonrió de forma cálida, mientras acariciaba la espalda de su amigo como consuelo

-Bueno... Han pasado 3 años Kim, algunas cosas tenían que cambiar... Nathaniel no se iba a quedar siempre en Paris, ni Rose... Ni... Adrien o Marinette... - No pudo evitar sentir el ardor en sus ojos, la mayoría de sus amigos se iban a otros países, bendecidos con becas para estudiar o trabajos -Ni... tu ni yo Kim- Le vio fruncir el ceño, ese pequeño tic que tenía cuando algo no iba bien, Max podía suponer que era - No me digas que aún no aceptas esa beca... ¡Kim! ¡Es una oportunidad única!

-¡Ya lo sé! ¡Por supuesto que lo sé! ¡Todos me lo repiten a cada momento ¿Sabes?! -Max guardo silencio un poco intimidado ante el alza de voz, Kim golpeo la mesa frustrado, confundido. Max intento volver a acercarse, dudoso

-Dime... ¿Qué es lo que te molesta?- Kim no respondió, solo se mantuvo de pie, mirando a la nada - Kim puedes- La voz de su amigo le interrumpió

-Tengo miedo Max... Tengo miedo... Sé que si lo digo puedo perderlo todo... Si digo lo que siento yo...yo...- Kim sintió un nudo en su garganta

-Bueno... No puedes estar seguro de eso, hay un porcentaje que si apoya tu hipótesis, otro que apoya la opción de la continuidad de hechos, todo seguiría igual... Y también hay un gran porcentaje de que todo mejore...- Max sonrió mientras arreglaba sus lentes, conocía a Kim lo suficiente para poder imaginarse lo que le pasaría, un problema amoroso.

-Je... Tú y tus probabilidades... ¿Cómo puedes estar tan seguro de que todo irá bien? - Max se irguió, de forma cómicamente altanera

-Es obvio que mis cálculos son perfectos, nunca fallan... Además, te conozco, no puede ser tan terrible aquello que te acompleja, siempre te preocupas demasiado por cosas pequeñas Kim - Ambos sonrieron, el joven atleta se volvió a sentar, esta vez más cerca del chico de anteojos

-Dime... si tus cálculos son perfectos dime ¿Que probabilidad hay de que te enamores de uno de tus mejores amigos? - Max sintió una ligera puntada en su pecho, pero ignorando la incomodidad, decidió intentar responder a su pregunta, esquivando por completo la mirada del chico

-Eso sería- Se vio interrumpido cuando, de forma suave su mentón fue guiado hacia el frente, encontrándose directamente con esos ojos pardo que le atraían

-Dime... ¿Qué probabilidad hay de que tu mejor amigo te bese?- Max se tensó mientras sentía sus mejillas arder de golpe, Kim cerro sus ojos mientras se acercaba lentamente, solo un poco y aquel contacto, el tan deseado beso seria realidad

-¡Chicos! ¡Les trajimos algo de comer!- La voz alegre y risueña de Marinette retumbo en el vacío salón, ambos chicos se paralizaron de la impresión, Kim intento separarse de Max lo más rápido que pudo ante la vergüenza, oh no, claro que no, había esperado ese momento demasiado tiempo como para que se detuvieran por algo así ¡Que los vieran si quisiera!

Max agarro con firmeza la chaqueta de Kim y de un solo jalón junto por fin sus labios con los del chico, escucho unos chillidos de emoción desde la puerta, quizás una de las chicas había gritado, pero qué más da. Fue un beso corto, suave, tierno, un primer beso completo, apenas un movimiento de labios ante la mutua inexperiencia, se separaron lentamente, el rostro de Kim estaba completamente rojo, Max sonrió de medio lado, de esa forma sutilmente altanera

-Creo que no necesitas mi respuesta Kim- Y tomando su bolso salió del salón, Marinette, Adrien, Nino y Alya miraban atónitos, bueno, solo Alya, Nino tenía un rostro de felicidad y los otros dos uno rojo de vergüenza, pero también felices por la noticia. Una vez fuera y algo lejos, escucho un grito de Nino con un "¡Lo sabía!" Max no contuvo la risa al imaginar al moreno chillando ante el beso, soltó un suspiro retenido, no sabía de donde había sacado el valor de hacer aquello, pero le había encantado.

Oh, y también le encantaba tener la razón en cuanto a los números pedidos de forma romántica, pero ese asunto no importaba


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C'est L'amourDonde viven las historias. Descúbrelo ahora