H, el mejor amigo de A y yo, empezó a molestarnos a nosotros y la mayoría de las personas nos molestaban con que estábamos juntos o gustábamos del otro.
Yo no decía nada, negaba con la cabeza o decía no y quedaba en un silencio profundo.
Sólo quería poder gritar a los cuatro vientos que lo amaba y que no me interesaba si ella lo aceptaba o lo rechazaba.

"Uno no escoge de quien enamorarse"

Un Secreto, Una Amistas Y Tres Corazones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora