Teníamos a una enemiga en común.
La vaca. La llamamos así para dejar en claro lo que podía pesar una vaca era el nivel de maldad que tenía.
Ella antes te decía fea y otras cosas.
No encontré que fuera tan grave. Yo había pasado por cosas diferentes y eso no de podía comparar.
Pero pasar por eso no me cambio y a ti sí.
Será por que a ti te importaba lo que decían y a mí no.
Cuando tú fingias ser tierna. Yo era tierna por naturalidad.

Un Secreto, Una Amistas Y Tres Corazones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora