Luego de un rato, hablando con S fingí emoción y le dije que era increíble.
Al parecer creyó todo.
Luego fui donde A y le dije:
—Rompiste mi corazón, yo quería pan con queso y no me diste— hice un puchero y reí, el también.

Un Secreto, Una Amistas Y Tres Corazones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora