Hay muchos animales a los que los maltratan, especialmente a los galgos. Solo le quieren para las carreras o para la caza, y cuando sus dueños se cansan de ellos los ahorcan o los abandonan.
Esta historia va de un galgo que sus primeros días de vida...
Sábado, 23, justo el día en el que la madre escribió aquello sobre que mintió a su hija sobre los galgos.
- ¿Los abandonan? ¿Les quitan la vida? - susurró Emily con los ojos llenos de lágrimas.
Estuvo diez minutos pensativa contemplando la pared. Pensaba en qué podía hacer, tal vez podría salvarlos, pero a lo mejor ya era demasiado tarde...La joven llegó a iniciar una aventura, en busca de sus antiguas mascotas, porque por intentarlo no perdía nada.
Emily empezó a preparar la maleta todo lo rápido posible, recordando a donde llevaron a los galgos, a Los Ángeles. Se dirigió al aeropuerto cogió un vuelo directo a la ciudad. La chica se sentó atrás del todo con algo de miedo, leyendo de nuevo la hoja del diario, al final de la página contaba que sus padres no habían firmado la hoja para que se pudiesen llevar a los cachorros, y ella misma se iba a encargar de denunciar al falsificador.
El avión aterrizó por fin en Los Ángeles, eran las doce de la noche. Emily recogió su maleta y se alejó del aeropuerto mientras consultaba en el móvil algún hotel cercano en el que podía alojarse. Llegó hasta uno de cuatro estrellas, le indicaron la habitación y se echó en la cama y la media hora consiguió dormirse profundamente.
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