Una Segunda Oportunidad (Sin Editar)

Capitulo 10

Refunfuñando se levanto de la cama ante la insistencia del timbre, se coloco la bata y se limpió las lágrimas.

Sin ver por el orificio de la puerta abrió con brusquedad e iba a insultar al que estaba molestando pero las palabras se le fueron al ver a la modelo que estuvo con Leandros.

— hola...—la voz de la mujer era suave— ¿tu debes de ser Madison, cierto?

— si, ¿en que puedo ayudarte?

— ¿puedo pasar?

Se hizo a un lado para dejarla pasar, cerró y se cruzo de brazos. Si venía hablar de su...aventura con Leandros no le importaba no quería saber sobre ello.

Las dos se quedaron paradas mirándose incómodamente, la chica miro su suite para después volverla a mirar.

— yo...

— si vienes a decirme lo que tu y Leandros estuvieron haciendo, no me interesa –corto tangente–

— bueno...vengó hablar de el, Leandros es un buen hombre lo conozco bien y se que a veces puede ser un imbécil, Madison pero lo que viste no es lo que estas pensando.

— lo vi saliendo de tu... –recalco la última palabra– cuarto, se estaba colocando la corbata.

— Madison no es lo que piensas, Leandros estuvo jugando con Leónidas

Algo le decía que su preguntaba quién era Leónidas no le iba a gustar.

— entre Leandros no hay nada, admito que me gustaría pero el jamás me ve como algo más que una amiga. –la expresión triste de la chica la hizo sentir mal– Leandros no es el mismo desde que se casi contigo, cambio después de que lo dejaras. Te quiere Madison.

Negó con la cabeza sin poder creer lo que según "amiga" de Leandros le decía.

— el estuvo con muchas después de que lo deje, no me busco ni hizo nada —dijo. Contuvo las ganas de llorar— creí que había cambiado y no es así...

La modelo comenzó a reír y luego le dio una sonrisa.

— a todas esas mujeres les pago para que hablarán de una aventura, Leandros se volvió un gruñón, dos de su secretarías renunciaron por su mal genio, no se habla con su madre ni sus hermanas....creo que eso es más por mi culpa.

— ¿tu culpa? –pregunto—

— si, fui la amante del padre de Leandros ... Lamentablemente la señora se enteró de mi y de Leónidas...

Madison abrió los ojos a entender lo que la amiga de Leandros le estaba diciendo.

— ¿Leónidas es hermano de Leandros?

— si, el tiene siete años, Venimos a unas vacaciones y nos topamos con Leandros, a mi hijo le gusta pasar tiempo con el.

Madison asintió, en esos momentos no podía procesar toda la información, se despidió de la amiga de Leandros.

Quizás había actuado exageradamente y no haber dejado que el se explicara, pero no podía culparse tenía motivos para desconfiar después de todo lo que paso.

Agotada con todos esos pensamientos se fue a la cama, no tardo en dormirse ya que había sido un día muy difícil.

Pero la puerta de su habitación era golpeada con fuerza, se levanto y se puso una bata para ir a ver, antes de abrir pregunto.

— ¿quién es?

— Madison, abre la maldita puerta —gruñía su padre–

¿Debía abrirle la puerta? No estaba seguro, pero su padre estaba haciendo un alboroto y no quería molestar a los demás, dios se apiadara de ella.

Abrió y su padre con fuerza la empujo, estaba borracho e iracundo, maldivos diestra y siniestra.

— creo que es mejor que vayas a tu...

La fuerte mano de su padre retumbo contra su mejilla, el golpe la hizo caer al suelo. Por instinto se toco la mejilla y el labio, y vio que tenía sangre.

— tu...mocosa ingrata —gritaba su padre– maldito el día en que naciste...¡no sirves para nada!

Intentó alejarse arrastrandose por el suelo muerta de miedo, pero su padre la agarro del cabello.

— debiste seguir casada como se suponía –le volvió a golpear en la cara– pero no, tenías que salir con tus estupideces de mujer al igual que tu madre.

— no me golpees....

— te lo mereces por inútil –su padre la empujo con fuerza sobre la mesilla– nunca quise tener una hija, las mujeres no sirven para nada.

Su costado derecho sufrió dolorosamente cuando se golpeo contra la esquina de la mesilla, sin pensar más corrió hacia su recámara y agarro su teléfono móvil, fue directo al baño coloco el seguro y marcó el número de Leandros.

— Leandros...... —gimoteo llorosa– ayuda...

— ¿qué pasa agápi mu?

— mi papá....—brinco cuando su padre pateo la puerta– el esta borracho y....por favor ven.

Dios rezo para que su padre no tuviera la suficiente fuerza para romper la puerta, se acurruco en una esquina del lujoso baño mientras esperaba a Leandros.

Minutos después se escucho un estruendo y voces, se levanto y abrió, vio como Leandros le daba un golpe en la cara a su padre, grito.

Corrió a separar a Leandros de su padre para que no lo matara a golpes.

— déjalo.... —le agarro del brazo– ya está inconsciente..,

Se quedo viendo a su padre que tenía el labio partido y unos cuantos golpes en la cara, Leandros la atrajo hacia el mientras la estudiaba.

— maldito, ¿está bien? –hizo una mueca cuando el toco su mejilla–

— si...sólo me duele un poco... Llego borracho y....

— ¿es la primera vez que te golpea? —su pregunta revivió viejos temores y recuerdos de su infancia, adolescencia y madures, las constantes golpizas de su padre–

Desvió la vista intentado decir una mentira, no quería Leandros se lanzará contra un inconsciente hombre de edad.

— Madison, ¿el te ha golpeado antes?

Apretó las manos y bajo la vista, no quería ver el horror en los ojos de Leandros.

— si...desde pequeña, lo hizo aún estando casada contigo....

Leandros maldijo y la agarro por los hombros hecho una furia.

— porque no me lo dijisteis, el no tenía derecho y no tiene derecho a golpearte –aspecto enojado y ella se encogió— ¿te amenazo si lo hacías?

— si...yo...lo siento....

Fue ideada por sus fuertes brazos y no pudo evitar comenzar a llorara como una niña de cinco años cuando su padre la golpeo dejándola internada, los constantes insultos y burlas.

— tranquila, amor –la consoló mientras ella lloraba sobre su fuerte pecho– el no volverá a ponerte un dedo encima, de eso me encargo yo.

— gracias...sino hubieras llegado quizás el....

— ni lo digas, te amo Madison –Leandros agarro su rostro y la beso– te amo.

— también te amo...