Lanzó la libreta al suelo, dos meses y no había tenido respuesta de la carta que le habían enviado a Leandros, si él no respondía, no podía seguir con el proceso de adopción.
Agarro el teléfono y marcó el número de la oficina de su esposo, se lo sabía de memoria cosa que no le gusto.
Espero a que constara pero la llamada fue respondida por la secretaria de Leandros.
— Company inc. Petronides –la monótona voz de la secretaria de Leandros se escucho en la línea–
— buenas tardes.... —intentó que su voz no soñara nerviosa, cosa que fue muy difícil de hacer– puede comunicarme con el señor Petronides....
— ¿de parte de quién?
Se mordió el labio inferior y se debatió si decirle quién era o omitir ese detalle sumamente importante, pero tenía que hablar con Leandros.
— su esposa... —sonó nerviosa cuando dijo aquello, agarro con más fuerza el teléfono—
Escucho el jadeo en la otra línea, si ella también estaba sorprendía de por si hablar con un poco de normalidad y no hecharse a llorar.
— señora Petronides.... Por favor permítame que le informé al señor.
Espero unos minutos hasta que la pasaron de su esposo. Aquella voz gruesa y erótica le afectó más que a nada, su piel sé en chino, perdió la capacidad de hablar y razonar.
Su mente la regresó a cuando eran marido y mujer, su corazón comenzó a latir como loco, pero se armo de valor para responder.
— hola, Leandros –susurro bajito, sentía la boca reseca– ¿cómo has estado?
El silencio en la línea le hizo pensar que el había colgado pero después escucho su respuesta seca.
— bien, ¿en que puedo ayudarte? Estoy ocupado Madison –su tono seco y brusco le dolió, una parte de ella pensó que el cambiaría pero estuvo equivocada–
— pues... Quería saber si leíste mi carta que te envíe hace dos meses...
— ¿cuál carta?
— ¿no te llego? —pregunto. Las manos le temblaban–
— la verdad no se, sólo leo las de suma importancia. ¿Pero de que va la carta?
Quiso lanzarle el florero de su escritorio en la cara, lástima que estaban hablando por teléfono y no en personas.
Soltó un suspiro y se armo de valor para seguir hablando.
— quiero el divorcio.... La carta que tu no leíste por un motivo, tenía los papeles del divorcio, sólo tienes que firmar y todo se acaba no tendrás que....
— espera —le cortó el y le escucho gritar que le llevarán la correspondencia— ¿porqué quieres el divorcio? Antes no tenía importancia.
Enojada con su actitud intentó no insultarlo por teléfono, no cuando eso dependía de que el firmara los papeles del divorcio.
— asuntos personales, ahora si lo quiero, ¿podrías sólo fírmalos?
— no, tendré que hablar con mi abogado sobre el tema, ¿porqué no vienes acá para hablar sobre ello?
— porque tengo cosas más importantes que hacer aquí y no creo que sea necesario ir hasta allá para ver lo del divorcio, sólo firma.
— entonces no te interesa el divorcio, no firmare los papeles. Si quieres tendrás que venir, no confió en ti.
eso la indigno, ¿que no confiaba en ella?, bastardo infeliz.
— ¿piensas que voy a robarme tu fortuna? Pues estas mal, no me interesa tu dinero y nade que venga de ti, tuve suficiente de ti hace cinco años.
— lo mismo dijo, agápi mou –su tono burlo la hirió y enojó–
— porque no sólo firmas y ya, no quiero tu dinero Leandros, sólo quiero quitarme esta atadura para seguir con mi vida.
— ¿tienes a alguien más en tu cama? ¿Por eso quieres el divorcio?
No sabía que era más peor que pensara que tenía un amante o que le fuera a robar el dinero, acomodo la rosa del florero de su escritorio para no decirle lo que pensaba de el.
— si así fuera ¿a ti que te importa? Yo no ando preguntándote cuantas mujeres has tenido en estos últimos cinco años, y no es que me importe, pero quiero el divorcio, por favor sólo firma para que acabemos con esto.
— ya te dije, si quieres el divorcio tendrás que venir a Grecia para que te lo de, esas son mis condiciones.
— eres un infeliz, bastardo.... –le medio grito por teléfono– como puedes ser tan egoísta.
— digas lo que digas, esas son mis condiciones, tu decides si aceptas o no, tengo que colgar, como veras soy un hombre muy importante.
Las ganas de lanzar el teléfono contra la pared eran grandes pero se contuvo. No le quedaba de otra si quiero a el divorcio, Leandros era un hombre poderoso y ella no tenía el dinero suficiente para enfrentarse a el y a su saquito de abogados. No le quedaba más de otra que aceptar sus estúpidas condiciones.
— está bien —aceptos cansada— iré a...Grecia
— perfecto –pudo escuchar alegría en su voz y eso la enojó más— le diré a mi personal que te envíen el jet privado.
— no, no es necesario. Iré en un vuelo comercial...
— mi esposa no viajará en clase turista, Xander ira a recogerte y no acepto discusiones.
— te recuerdo que ya no seré tu esposa y no acepto órdenes tuyas, iré en un vuelo comerciante te guste o no, me importaba un pepino lo que tu opines.
Y colgó, en esos momentos su oficina parecía ahogarla, guardó todas sus cosas y salió sin decirle nada a su asistente, afuera tomo aire para controlar sus emociones y las lágrimas, volvería a verlo, lo pies es que no estaba preparada para ver a su esposo otra ves.
Paró un taxi, le dio la dirección de su departamento con su tía, se apoyó en el respaldo del asiento, sólo un suspiro, tenía que ser fuerte y valiente para enfrentar a Leandros.
Antes de ir a Grecia, dejarían todo en orden sus asuntos de trabajo, para así tener la mente puesta en enfrentar a su arrogante marido. Y es que todavía no podía creer que el pensara que tenía un amante para pedir el divorcio, era un pensamiento muy egocéntrico y estúpido como si ella fuera adicta al sexo, admitía que extrañaba sentirse deseada y.... Esas cosas pero su vida no giraba al rededor del sexo masculino.
Las cosas con Rafael habían acabado cuando la antigua amante de él había ido a decirle que estaba embaraza ahora estaban felizmente casados y ella no estaba enojada ni rencorosa, se llevaba muy bien con Kendra y salían debes en cuando para charlar.
Ahora sólo quería concentrase en ser mamá y adoptar, pero no podía ver ese procedimiento ni nada sin antes saldar su pasado con Leandros.
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Nuevo cap. Siento que me quedo súper jajjaa más que el que había hecho anterior mente por eso me tarde :3 lo siento.
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Una Segunda Oportunidad (Sin Editar)
RomanceRecogiendo los pedazos de su matrimonio, Madison decide tomar su camino lejos de su esposo. Leandros guarda con recelo su roto corazón bajo la capa del hombre mujeriego, detesta del amor y lo que conlleva. Libro #2 Mini serie griegos #2