Capítulo: 32

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Capítulo: 32

Quedamos dentro de media hora en la puerta del polideportivo. Traeros bañador y toalla. Con estas pistas ya podéis deducir cual va a ser nuestra sorpresa.

Este mensaje lo mandó Daniel por el chat de grupo de WhatsApp hace más o menos una hora. ¡Se van a la piscina! ¡En puro Diciembre! Verdaderamente es una auténtica sorpresa. Paula no se esperaba menos de dos chicos como Guille y Dani. Juntos son como una bomba. Siempre se les ocurren las ideas más locas para hacer con sus amigos. Son uña y carne, comparten todos sus buenos y malos momentos, como los buenos amigos que son. Pero, el peor de los dos es Dani. Es una caja de sorpresas, nunca sabes por dónde aparecerá o lo hará. Esa es una de las cosas que, a Paula, más le gusta de él. Y, lo que ha ocurrido esta mañana, le demuestra que nunca dejará de sorprender.

Cuando ha llegado a casa ha vuelto a pellizcarse el brazo varias veces, desenado que lo que está empezando a vivir no fuese un sueño. Y lo es, es un sueño hecho realidad del que  no quiere despertar. Paula permanecería toda su vida en él. Dormida entre los brazos de Dani mientras viven juntos una historia que solo acaba de comenzar.

Un pitido procedente de su BalckBerry le avisa de que ha recibido un mensaje. Lo abre y sonríe.

Perdóname por no haber podido acompañarte hasta tu casa al salir del instituto, pero Guille y yo teníamos que acabar de organizar todo para esta tarde. Quiero verte, si pudiera, ahora mismo llamaría a tu puerta para poder abrazarte. Así que, ¿por qué no me abres la  puerta?

Y suena el timbre de la puerta. “No puede ser” piensa ella caminando hacia la mirilla de la puerta de su casa. Se pone de puntillas y observa a través del agujero. Y, tal y como decía el mensaje, Dani está al otro lado de la puerta.

Paula no da crédito a lo que está viendo. Sin hacer ruido, se aleja de la puerta y camina rápido hasta su habitación y se mira en su espejo. Tiene el pelo alborotado y la camiseta arrugada. Rápidamente, saca su camiseta favorita del cajón y se peina un poco el cabello con los dedos.

El timbre vuelve a sonar.

-¡Ya voy!- grita Paula caminando nerviosa por el pasillo. Respira hondo y abre la puerta.

-¡Hola preciosa!- saluda Dani dándole un beso cortito en los labios. Lleva la mochila con todo lo necesario para esta tarde.

-¡Hola! ¿Qué haces aquí? Aún no es hora de la gran sorpresa.

-Tenía muchas ganas de verte- le dice Dani rodeando la cintura de Paula con sus brazos- ¿Tú a mí no?

-Sí, claro. Pero no me esperaba que estuvieras aquí tan pronto.

-¿No has leído mi mensaje?

-Sí, pero no me esperaba que estuvieras detrás de la puerta.

Dani la mira poniendo ojitos y se acerca a su oído para susurrarle:

-Si quieres me voy.

-¡No!- salta Paula automáticamente- Ya que has venido será mejor que te quedes.

Daniel le sonríe y le acaricia la mejilla mientras ella cierra los ojos. Los vuelve a abrir y él sigue sonriendo. Paula le agarra de la mano y lo conduce hasta su habitación.

-Está un poco desordenada-le dice recogiendo un poco el suelo de su habitación.

-¿Te preocupas de que esté desordenado?- le pregunta él con una pequeña risa.

Gracias por hacerme feliz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora