Capítulo: 43

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Capítulo: 43

Ha llegado con cinco minutos de adelanto, quiere estar ahí para ver llegar a Marcos. Aunque, Gloria siempre fue muy puntual, este encuentro lo requiere.

Se apoya contra la pared de la esquina de la calle y mete las manos en los bolsillos de su abrigo. Para ser el día de Noche Buena no hay mucha gente en las calles. Puede que influya que Gloria y Marcos han quedado a las diez y media de la mañana. Lo más probable es que la mayoría de la población duerma. Al contrario que Gloria. Ella casi no ha pegado ojo en toda la noche. No ha parado de darle vueltas a su cabeza gracias a su encuentro con Marcos. Ha de reconocer que está nerviosa, nunca antes ha quedado con nadie que ha conocido en una tarde y mucho menos por internet. “¿Y si es un hacker o algún tipo peligroso de esos que pasan su vida entre ordenadores?” piensa  Gloria. Más tarde analiza la pregunta que se ha hecho a sí misma. Por una parte le parece imposible, Marcos le ha parecido un chico de lo más normal. No cree que su mayor afición sea conocer a chicas adolescentes a través de internet. Pero, por otra parte, no dejará de estar nerviosa hasta que lo vea aparecer caminando por la acera en la que se encuentra. Mira su reloj de pulsera. Son las diez y media pasadas.

Dobla la esquina y la ve, apoyada en la pared y mirando su pequeño reloj. Seguro que piensa que es un impuntual. Si hubiera puesto su despertador a una hora concreta, ahora estaría en el lugar de Gloria.

Marcos acelera el paso y se va aproximando más a la muchacha. Se ha hecho un moño alto con forma de castaña sobre la cabeza, adornada con un pañuelo blanco atado encima de la cabeza. Un abrigo marrón canela le cubría hasta las rodillas, dejando al descubierto un vaquero claro y unos botines del mismo color que el abrigo. De forma de que se acerca a ella, distingue como una bufanda blanca rodea el cuello de Gloria, privándola del frío.

Mientras ayer hablaban por webcam memorizó su cara con éxito. De modo que ha sido fácil de reconocer.

Cada paso que avanza hacia ella comprueba que es mucho más baja que él, como mucho le llegará al hombro.

Cuando faltan menos de dos metros para cruzarse, Marcos carraspea para percatar a Gloria de su presencia. Esta, al escucharlo, se sobresalta y lo mira por el rabillo del ojo. ¡Es él! Gloria saca las manos de su bolsillo y se alisa el abrigo con ellas.

-Siento haberte asustado- se disculpa Marcos.

-No importa. Tenía la cabeza en otra parte- dice ella mirándolo por primera vez a los ojos.

-Soy Marcos- le dice ofreciendo estrechar su mano.

Ella la rechaza y acerca su mejilla al rostro del joven. Le da dos besos.

-Soy Gloria.

Ambos se miran. Marcos se fija en todas las facciones del rostro de Gloria. No se había percatado de que uno montón de pequeñas pecas se esparcen desde la nariz hacia las mejillas adornando sus rostro aniñado.

-Bueno, podemos quedarnos aquí hablando en la calle- dice Gloria-o ir a tomar algo mientras charlamos conociéndonos más. Siento mucho mi atrevimiento, ¡pero todavía no he desayunado!

Termina por llevarse las manos sobre la barriga, haciendo una pequeña mueca. La expresión de la joven hace reír a Marcos.

-Mejor vámonos de aquí- dice él recolocándose el gorro de lana que le protege la cabeza del frío- conozco un sitio al que podemos ir, no está lejos.

Gracias por hacerme feliz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora