Hola, soy yo. ¿Te acuerdas de mí? Soy esa voz interior que te recuerda lo que está bien y lo que está mal. Soy Pepito Grillo en el cuento de Pinocho, la conciencia de Freud, la que te lleva a hacer las cosas bien, o a cagarla irremediablemente. Pero no solo eso. Soy una hija de puta que te recuerda lo jodido que puedes estar un día cualquiera, la que cuando te levantas te hace mirar el móvil en busca de algún atisbo de esperanza, de un mensaje de la persona a la que quieres, pero que a la vez sirve para que la realidad te de tal ostia en las costillas como para que se te quiten las ganas de seguir pensando en esa persona. Soy la que, de manera cruel te muestra el camino que debes seguir, la que te guía cuando peor estás. Un faro en la noche. La que piensa que eres gilipollas por seguir fustigándote a recuerdos y la que te lleva a morderte el labio para no llorar cada vez que la vez, que te cruzas con ella, cada vez que algún recuerdo aparece en tu mente o cuando te despiertas después de haber soñado con ella. Y, tal vez, mi trabajo se vea obstaculizado por el de esa zorra a la que llamáis memoria, a la que le encanta hacer actos de presencia con ostiones de los que te dejan tirado en el suelo sin ganas de querer levantarte, pero bueno, supongo que me lo tengo merecido. Y bueno, luego está el desgraciado ese de Cupido. Maldita la hora en la que tu corazón, simple, puro, se vio atravesado por su flecha. Que sí, que puede ser un flechazo de amor, pero después de todo, sigue siendo una flecha, que atraviesa sístole y diástole, haciendo que ventrículo y aurícula se nieguen a hacer su trabajo, impidiendo que tu cuerpo pueda seguir bombeando sangre, pensando y queriendo con normalidad.
Sí, tal vez sea una perra por joderte cada mañana, pero tienes que admitir que también soy ese salvavidas, que te hace mantener la cordura, con esa manera tan estúpida de disparar balas de locura y dictándote lo mejor para ti. Porque al fin y al cabo soy tu conciencia y aun que no siempre tenga la razón, es mucho mejor seguir mis ordenes, a las del corazón, que tan jodido te tiene.
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Devuélveme el mes de abril.
PoesiaY dile que la echo de menos cuando aprieta el frío...