capítulo 11

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Koujaku se desperto, al principio noto un peso encima suyo que no le dejaba respirar bien, cuando abrio totalmente los ojos vio que tenía a Noiz encima, parecía tener pesadillas y se agarraba fuertemente a Koujaku, este intento despertar al menor con suavidad pero solo consiguio que lo golpeara y se despertara de golpe.
-¡Maldito crio!-se froto la mejilla adolorida y miro a Noiz-¿Que coño te pasa?
-¿Uh?
-¿Noiz?-Koujaku vio como parpadeaba varias veces el menor hasta que enfoco la vista en Koujaku, este acaricio la mejilla del chico instintivamente-¿Que te ha pasado?
-Otra pesadilla... Siempre la misma.
-Se que no debería meterme en ttus asuntos pero si llega hasta este punto quizás te iria bien explicarlo.
-Lo mismo va por ti.
-¿Como?-el pelinegro se quedo atonito y miro confuso a Noiz-¿Que quieres decir?
-Tu también tienes muchas pesadillas y gritas en ellas, solo que no te das cuenta y no te dije nada.
-Lo siento.
-No veo por que tienes que disculparte, en todo caso, si yo hablo de lo mio tu tendrias que empezar por lo tuyo, ¿no?
Koujaku solto un suspiro, quizás si que le iria bien explicarlo pero era algo tan arraigado dentro suyo, algo que no podía decir simplemente como si nada, por culpa de aquello se veia a si mismo como un monstruo ¿y quien no lo haria? Pensaba en el dolor que había causado, en el sufrimiento pero tambien en su soledad, por mucho que quisiera siempre había escondido su pasado como algo que solo el debía soportar, algo que le pesaba demasiado...
-Yo... Siempre recuerdo la misma escena, me tortura una y otra vez... Noiz, soy un monstruo, yo... Maté a mi familia, me volvi loco de ira, los tatuajes que llevo no los llevo por gusto ni mucho menos... Me los hizo ese bastardo-dijo apretando los dientes, escondío su rostro entre sus manos queriendo que la tierra lo tragase, que lo ahogase profundamente y no pudiese salir a la superficie-fui un maldito experimento y casi cada noche sueño en como le arrebate la vida a toda mi familia, tengo miedo a volver a hacer algo como aquello, ese miedo me persigue y me tortura.
Durante unos segundos Noiz no dijo nada, miro a Koujaku sin soltar ni una palabra, el mayor comenzo a ponerse nervioso, quizas hubiese sido mejor no decir nada, estas cosas no se debía contar a cualquiera y menos a alguien que no conocia demasiado bien, cuando Koujaku estaba a punto de decir algo para cambiar de tema Noiz hablo.
-Yo siempre sueño con mi infancia, desde pequeño he sido incapaz de sentir dolor... Jugaba con los niños y no les entendia cuando les hacía daño, porque yo no podía sentir lo mismo, mis padres me encerraron en mi habitación para que no hiciese daño a nadie y con el tiempo comence a sentirme vacío... Solo cuando siento algo de dolor siento que estoy vivo, que soy como los demas, que soy humano y no un monstruo como decian los otros niños-Noiz miro a Koujaku y tomo su mano-Los dos somos monstruos quizas...
-Quien sabe, quizás no, solo que el pasado nos pesa demasiado... Quizás va siendo hora de tirar para adelante, al menos contarlo a alguién y saber que no soy el unico que se considera un monstruo es un alivio-dijo bromeando.
Noiz sonrió, pocas veces lo hacía pero cuando mostraba su sonrisa se veía lo joven que era realmente, a Koujaku le entraba ternura y ganas de protegerlo como le había pasado antes con Aoba solo que él sabía que ahora Aoba tenía a otra persona que lo protegería dado el caso. Noiz se lanzo encima de Koujaku y lo beso, lamio los labios del mayor.
-Hazme el amor, enseñame como se hace, quiero sentir algo que no sea dolor.
Koujaku sonrio, se desato el cabello, pocas veces lo hacía pero la ocasión lo merecia, comenzo a acariciar el cuerpo de Noiz con suavidad, inundo el cuerpo del chico de besos y lamidas sensuales, sus manos llenas de cicatrices viajaban por el cuerpo de Noiz, metio dos dedos dentro de la boca de Noiz y con la mirada lo instaba a que los lamiera, la lengua del chico era juguetona y ansiosa, se notaba solo por eso que lo deseaba, demasiado incluso para resistirse y sabía que ya no podria hacerlo, estaba ya demasiado metido con aquel chico, ya no podía decir que no lo conocía y que no sabía nada de el, no podria poner la excusa de que lo hacía con el porque si, porque sabía que ya no era así y bien mirado nunca fue así, los dos buscaban calor humano, buscaban que alguien los entendiese, querian salir de la carcel que era la soledad... Cuando Koujaku penso en todo aquello no pudo si no que besar a Noiz profundamente, de manera suave y deliciosa como si saborease su plato favorito, pegando su cuerpo al del menor y cuando se separo de Noiz lo miro a los ojos directamente, mostrando todas sus debilidades y a la vez sonriendole.
-Estoy enamorado de ti-eso fue lo que salio de su boca, no un me gustas o un quiero estar contigo... Pensaba que se arrepentiria de decirlo pero cuando penso en ello se dio cuenta de que no, de que lo deseaba, de todas las formas posibles, no solo fisicamente si no tambien emocionalmente, quería estar con el, darle su calor, quitar la soledad de ese chico y romper la suya tambien, se dio cuenta de que, desde que comenzo a tener esa relación absurda con Noiz se sentía mas ligero, ya no estaba frio. Noiz lo miró sorprendido, era de esperar, lo había dicho de la nada y hasta el mismo se había sorprendido un poco al principio pero sabía que era cierto, se había dado cuenta de ello.
-No tienes porque sentir lo mismo que yo, solo tenía la necesidad de decirlo-en aquel momento comenzo a venirle la vergüenza, y se sentia patetico por ello, escucho la risa de Noiz, burlona como siempre, ¿que le hacía tanta gracia? Koujaku comenzo a sentirse indignado y estupido cuando se giro para mirar a Noiz y vio su expresión, increiblemente dulce y tierna, tenía las mejillas sonrojadas y miraba a Koujaku como... Como si lo fuera todo.
-Wilhelm, ese es mi verdadero nombre.

Keep Out (Koujaku x Noiz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora