11. Sonrisa de fantasía

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Narra Adrien.

Cada vez que miro su rostro mi boca siente una amargo sabor a derrota. Ella, según lo que puedo a ver a más allá de su traje, es una chica maravillosa con muchas habilidades lo suficientemente buenas como para brillar en todo el mundo.

Yo, en cambio, apenas tengo idea de por qué he sido elegido para salvar a esta ciudad y todos sus habitantes. No poseo nada especial.

—Hey— escuché la voz de Ladybug intentando captar mi atención.

—¿Qué sucede?— pregunté.

Hoy era una de esas pocas veces en las que nos juntábamos sin tener que pelear contra un akuma. Amaba estos días donde podía mirar el cielo y reflexionar, sobretodo mientras estaba a su lado.

—Sé que siempre te digo que te calles... Pero la mayoría de las veces no es lo que de verdad quiero que hagas— sus repentinas palabras me hicieron voltear a verla —Si te quedas callado en un lugar como este, pienso que estoy completamente sola.

Era inevitable no sonreír.

—Tú nunca estarás sola, deberías saberlo— respondí mientras que ella se refugiaba entre sus piernas —Por muy molesto y ruidoso que pueda ser, puedo ser fiel a ti siempre y cuando me lo permitas.

La verdad que decir algo como eso era una gran carga. Tal vez no esté durante toda su vida a su lado y ahora aparte de ser algo preocupante, se lo he dicho sin pensar. Pero he seguido sonriendo con normalidad.

—Deja de hacer eso— dijo, dejando ver molestia en su rostro —Ya se está volviendo una costumbre tuya.

—¿Qué? ¿Q-Qué cosa?— pregunté sin poder entender a lo que se refería.

Realmente su actitud estaba confundiéndome. Vi sus manos aproximándose a mí, para prontamente sentirlas apretando mis mejillas.

—Tu sonrisa, no está bien...— la oí hablar —Cada vez que te desanimas o algo por el estilo, bajas la mirada, la vuelves a subir, y tratas de simular una sonrisa en tu rostro, pero es pura fantasía.

—My Lady— susurré sintiéndome atrapado —Eso, puede que tal vez sea un poco cierto...

Al haberlo admitido, una verdadera sonrisa se formó en los labios de ella. Una sonrisa así, transmitía calidez, cariño, y casi te hacía sentir ganas de sonreír también. O quizás lo veía de ese modo porque estoy perdidamente enamorado.

—¿Qué hago para que me dediques, verdaderamente, un acto de felicidad?— preguntó con inocencia mi querida Ladybug.

—No puedo pedirte nada— solté entre un suspiro mientras me acercaba más a su rostro —Es sólo que a veces me da miedo mostrarme con sinceridad hacia ti... Ladybug, te quiero tanto, que me da miedo salir lastimado después de la más mínima muestra de afecto...

Esperé algunos segundos para verla reaccionar. Su rostro seguía igual que antes, pero sus ojos estaban cristalinos y adquirían un singular brillo.

—Oh, Chat Noir... Lamento no valorar tus gestos como debería hacerlo siempre, y aunque no lo creas, siempre recuerdo esos detalles que vienen de tu parte— cuando hablaba, yo seguía notando la cercanía entre nuestros rostros —Sé que actúo de mala forma contigo... Por eso, me gustaría que por primera vez tu puedas guardar un lindo gesto de mí hacia ti.

Confundido me reí imaginando lo que podría hacer para fastidiarme. Sin embargo nunca creí que quisiera sorprenderme a tal punto de besarme en los labios.

Fue cosa de segundos, un pequeño roce, pero con sólo eso logró erizarme toda la piel. Estaba anonadado, todos mis pensamientos fueron callados con algo tan pequeño y simple, que a la vez era un sueño cumplido. Mi rostro no iba esconderlo, ya que con rapidez una gran sonrisa de estúpido se formó en mi boca.

—¿Y-Y eso?— pregunté, viéndola reírse de mí.

—¿Qué no te parece obvio?— habló mientras tomaba su yo-yo y me daba la espalda —Por fin sonreíste de verdad.

Y se comenzó a ir sin decir nada más que eso.

—¡MY LADY!— exclamé levantándome rápidamente, poniendo mis manos a ambos lados de mi boca para amplicar el sonido —¡Puedes venir y hacerme sonreír las veces que quieras!

Lo último que alcancé a oír, fue una frase que me afectaba cada vez menos. "En tus sueños", dime Laybug, ¿qué tan lejos pueden llegar a estar esos sueños?

One-shot's Miraculous LadybugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora