Colin lo sabe.

370 34 5
                                    

Faltaban 3 semanas para navidad, y algunos meses para que Colin y yo pasáramos a noveno grado, así como para que Jonny entrara a nuestra secundaria, la cual, por cierto, era un infierno.

-No quiero hacer calentamientos- dije mientras me sentaba en una banca del gimnasio.

-Tenemos que hacerlo Thomas, ¿o acaso quieres reprobar?- Colin picó con su dedo mi frente, repetidas veces, y sin parar.

-¿De qué hablas? De igual forma nunca hacemos nada; el profesor siempre nos manda a la banca- suspiré.

-Ve el lado bueno; tenemos una hora libre.

-¿Para qué?

-No sé, ¿hablar?

-¿Sobre qué?

-Bueno, se acerca navidad. ¿Qué me regalarás?- preguntó Colin sonriente.

-¿Qué te hace creer que te regalaré algo?

-Vamos Thommy, he sido un buen amigo- seguía picando mi frente. Reí.

-Entonces tal vez te lo dé mucho después de navidad, ya sabes, tardaré mucho en preparar el regalo que te mereces- reímos, y de repente hubo mucho silencio, hasta que Colin habló.

-Lo bueno es que ya adelantaste el de Jonny- volteé a verlo, nervioso. Esas palabras me hacían sentir un pésimo amigo; yo sabía lo mucho que Colin quería mi guitarra. Lamentablemente, terminé dándosela a Jonny por accidente. 
Y Colin sólo tenía una sonrisa calmada en su rostro, esa que siempre tiene... ¿no debería estar triste o algo así?

De repente bajé la mirada, me sentí mal. 

-Colin... lo siento. Yo sabía lo mucho que la querías y... yo se la regalé a Jonny...- bajé la mirada, y él sólo rió. ¿Qué demonios le pasaba?

-Thom, cálmate. Estoy seguro de que Jonny la necesita más que yo- sonrió. Me sentí un poco confundido respecto a su comentario, lo cual al parecer notó, ya que se rió. -Jonny te aprecia mucho.

Sonreí. Estaba de más decir que ya lo sabía.

-Yo también.

-¿Eh?

-También aprecio mucho a Jonny, Colin- sonreí.

-¿En serio?

-¿Qué te hace dudarlo?

-¿Acaso no recuerdas todo lo que decías de él?

-Claro que lo recuerdo, pero ahora no es más que eso; un recuerdo. Jonny es mucho más que un chico débil y tímido.

-Lo sé Thom, lo sé.

Prácticamente eso fue lo que hicimos durante toda una hora; hablar. No nos quedaba de otra.

A la hora de la salida acompañé a Colin a su casa, como siempre, y después me fui a la mía. 

-Mamá, ya llegué- dije al entrar a la casa. 

-Hola Thom- se acercó a mí y me besó la frente, después acarició mi cabello.

-¿Y papá?

-Ah, ya sabes- giró los ojos -salió a vender sus productos.

PUNTO DE VISTA DE JONNY.

Llegué a casa, y al parecer mi madre no se encontraba en esta, sólo Colin, quien estaba comiendo galletas hechas por mamá.

-¿Y Thom?- pregunté, mientras me recargaba en la mesa en la que Colin comía.

-Oh, hola también Jonny, ¿qué tal tu día?- dijo mientras sonreía y mordía otra galleta. Reí.

-Entonces... ¿no vino contigo?- reímos y él me dio un puñetazo en el hombro, aunque no tan fuerte.

Subí a mi habitación y dejé mi mochila sobre la cama. Observé la guitarra. Siempre que lo hacía mi estómago se revolvía, pero sabía perfectamente que no era vómito.

¿Estaba mal sentir esto por Thom? Siempre que me preguntaba eso me decía a mí mismo una y otra vez que no, pero otra voz me decía lo contrario...

¿Por qué?

¿Porque somos hombres?

¿Porque él es mayor?

¿Porque él es el mejor amigo de mi hermano?
O simplemente, porque de alguna forma...¿sentía que tal vez "mi amor" no sería correspondido?

No lo sé.

Lo único que sabía con seguridad en esos momentos era que Thom, de alguna forma, me quería. Él mismo lo dijo. 

Tiny estaba dormido en mi cama. Lo acaricié.

Colin me había dicho que debía parar de ilusionarme porque, al parecer, podía salir lastimado. 

¿Cómo saberlo? Thom era mi primera experiencia con el amor, y yo no me sentía "no correspondido", quiero decir, ¡él me besó!, o, más bien, ¡aceptó besarme! y a pesar de que no fue como lo había visto en las películas, me gustó.

Sonreí.

Nunca había imaginado que besar a alguien más se sintiera tan bien. Incluso aún recordaba a la perfección como se sentían los labios de Thom; estaban fríos, incluso un poco secos, pero aún así, se sentía muy bien el tocarlos. La textura era bastante buena.

De repente cubrí mi rostro caliente frenéticamente; pensar en esas cosas me hacía sentir como un pervertido.

Tal vez Colin tenía razón.
Debí dejar de pensar cosas tontas. O tal vez no. Después de todo, sólo tenía doce años.
Thom seguía considerándome un niño. ¿Por qué él se enamoraría de mí?, ¿por qué me enamoré de él?













Black Star.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora