Regordete.

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Después de practicar varias veces, Jonny y yo decidimos descansar; salimos a comprar algo de chatarra. Mucha chatarra.

Al principio pensábamos ver una película, ya que su madre no estaba en casa, por lo que la sala de estar se encontraba vacía, pero al final decidimos encerrarnos en el cuarto de Jonny, de nuevo.

Mientras comía papitas, galletas y algo de helado, noté que Jonny me miraba raro.

-¿Qué?- pregunté.

-¿De qué?- respondió mientras sonreía.

-¿Por qué me miras así?- metí otra papita a mi boca. Jonny comenzó a reír.

-Estás comiendo demasiado, vas a engordar- ambos comenzamos a reír, pero aún así, eso no impidió que siguiera comiendo.

-Tú deberías de comer más. Mírate; estás muy delgado- tomé su mano, para levantar su brazo, después lo dejé caer y piqué su estómago.

-Vamos Thom, sé que estás celoso porque yo tengo un cuerpo escultural- Jonny señaló su cuerpo de arriba a abajo con sus manos. Lo que dijo, así como el movimiento que hizo, me dieron bastante gracia, así que comencé a reír como loco, hasta que el jugo que estaba bebiendo salió por mi boca y por mi nariz. Jonny también comenzó a reír, y yo no podía parar de hacerlo a pesar de que sentía que el jugo me quemaba las fosas nasales.

Reímos por un buen rato, hasta que Jonny fue por una toalla mojada para limpiar mi cuello pegajoso.

-Puedes pasar al baño si quieres.

-¿Eh?, ¿para qué?- pregunté.

-Para limpiar tu pecho; probablemente también se mojó, y debe estar pegajoso.

-Ah- metí mi mano por debajo de mi camiseta, y sí, mi pecho estaba pegajoso.

-Entonces...- Jonny se levantó del suelo, tal vez para indicarme en dónde estaba el baño, pero lo interrumpí.

-No te preocupes Jonny, no es mucho, puedo hacerlo aquí- me quité la camiseta, y con la toalla mojada que me había dado Jonny, comencé a limpiar mi pecho. -Jonny, si quieres, puedo llevarme la toalla a casa para que...- miré a Jonny, el cual de repente se encontraba de espaldas, con la frente recargada en la pared, mientras se cubría el rostro con las manos. Seguro se había sonrojado; se notaba en sus orejas.
Sonriendo, y aguantando la risa, me levanté y me dirigí a él. ¿Acaso era por qué me había quitado la camiseta?

Lucía bastante tierno, como siempre lograba hacer.
Ese sentimiento volvía a apoderarse de mí, y no podía resistirlo más; necesitaba a Jonny.

Sin pensarlo dos veces lo abracé por la espalda, mientras recostaba mi cabeza en ésta. Pude sentir como su cuerpo se tensó.

-Thom...- parecía que Jonny quería decir algo más, pero las palabras no salían de su boca. Tal vez estaba nervioso. Yo lo estaba.
Jonny se giró de repente, provocando que lo soltara y quedáramos cara a cara. Él aún era más bajo que yo.
¿Qué debía decir?, ¿qué debía hacer?

-¿Por qué?- pregunté con una sonrisa.

-¿Por qué qué?- preguntó, sin una sonrisa. Creo que si estaba nervioso.

-¿Por qué siento esto por ti?- Jonny abrió los ojos como platos, y un rubor cubrió su rostro.

-¿A qué te refieres?

-Te amo Jonny.

Vi como tragaba saliva. Después, comenzamos a acercarnos lentamente, mientras mirábamos los ojos del otro. Nuestros labios chocaron, como aquella vez, la única diferencia, era que ya ambos sabíamos como debía de ser ese beso.

Yo comencé a mover mis labios entre los de Jonny, y él sólo me siguió. No sabía si era su primera vez besando a alguien, y la verdad no me importaba, lo hacía bastante bien.

Sentí como Jonny tomaba mi mano izquierda, entrelazando sus dedos con los míos.

-No debiste ponerte la camiseta de nuevo; sigue pegajosa- dijo, interrumpiendo el beso, mientras jugaba con sus dedos en mi camiseta.

-¿Qué insinúas, Jonny?- dije sonriendo bastante divertido.

-¿Qué?, ¿de qué hablas?- Jonny empezó a reír, incluso recargó su frente en mi pecho. Me sorprendió que esa vez no se sonrojara, normalmente lo hacía por cualquier tontería.

-¿Crees que Colin se molestará si me pongo una suya?

-Dudo que te queden; él es muy delgado, y esa barriga tuya no ayuda en nada- reí, y le di un beso rápido en la frente.

Confesarme resultó más fácil de lo que pensé.

-Chicos- Jonny y yo volteamos rápidamente; Colin, Ed y Philip estaban parados en la entrada de la habitación, mientras nos veían con sonrisas maliciosas en su rostro.

-¿Qué pasa?, ¿están jugando o algo así?- dijo Ed mientras reía.

-¿De qué hablas?- pregunté.

-Cofcof sus manos cofcof- respondió Philip, fingiendo toser, mientras también reía. Por instinto, ambos miramos nuestras manos aún entrelazadas, y nos soltamos rápidamente.

-Tal vez ya no deberías de dejar a Jonny solo en casa con Thom, Colin; no sabemos lo peligroso que puede ser- dijo Ed, mientras se colocaba detrás de mí, y tomaba mis hombros para después agitarme violentamente. Todos comenzamos a reír, sólo que ésta vez yo era el que se había puesto rojo.

Al final del día, resultó que los chicos se quedarían hasta tarde, así que decidimos ver una película entre los cinco. La película no fue tan buena, prácticamente, lo único que nos entretuvo fue ver como Colin y Ed se asustaban, con esa sangre y esos monstruos que no tenían ni una pizca de ser reales.
Cada vez que Jonny y yo, por alguna razón, cruzábamos miradas, sonreíamos.
Me sentí bastante cómodo con la reacción de los chicos. Quiero decir, creo que fue bastante obvio lo que estaba pasando entre Jon y yo como para que los chicos lo notaran. Pero en especial, con la de Colin que, aunque su reacción no tuvo añada de distinta comparada con la de Ed y Phil, me hizo sentir que aprobaba lo que pasaba entre su hermano y yo.
Ed gritó de repente, moviendo sus manos hacia atrás por el susto, golpeándome en la cara.
Él se disculpó conmigo mientras reía, al igual que los demás. Lo insulté cariñosamente y le di un golpe en en la espalda.
Mis papas fritas cayeron al suelo.








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