Cap. 8 - Ray Penber.

402 35 5
                                    

Al entrar al salón solo se encontraba Watari y L, la habitación a oscuras como venía siendo costumbre y las pantallas siempre encendidas. Yena bebió un sorbo de su amargo café mientras se colocaba tras el cuerpo del detective que se encontraba sentado en el sillón frente a la pantalla. Seguía con el sudor frío en el cuerpo a causa del miedo, Watari les ofreció un cono de helado doble de pistacho a cada uno.

- Gracias Watari.

Pegaron a la puerta y entraron en la sala los cuatro policías, pues uno siempre debe quedarse en la NPA, cada uno con ojeras y alguno que otro sin afeitar. Matsuda miró de reojo a la rubia, que justo en ese momento se encontraba lamiendo el helado de pistacho, no pudo evitar sonrojarse al imaginarse una imagen no propia del momento; "Perverznež (Pervertido)"  fue lo único que pudo pensar al observar como el becario se sonrojaba mientras la miraba de reojo. L notó también el obsceno, por decirlo así, comportamiento de Matsuda, pero pasó de largo al ver como se le acercaba Aizawa para darle los videos de seguridad donde se grabaron las muertes de los doce miembros del FBI americano que murieron a manos de Kira. Doce miembros especializados, que tenían órdenes específicas de que bajo ninguna circunstancia dijeran su nombre o enseñaran sus identificaciones. No sabía como era posible que Kira estuviera al tanto de tal información. Ya tenía sospecha de que Kira tuviera acceso a la información de la policía, pero, solo a la de la policía, no a las de él, pues era el único que sabía que los agentes se encontraban en Japón, "¿cómo lo hizo...?"  pensaba mientras volvía a morder el helado,  y lanzaba una mirada disimulada a Yena, que todavía era observada por Matsuda.  Tenían las luces apagadas que ayudaban a observar mejor aquellas imágenes en blanco y negro.  Tras varias horas revisando aquella grabación, Yena y L cruzaron miradas al ver lo que no vieron los demás. Una escena de la muerte de Ray Penber.

- Por favor,  volved a poner el vídeo de la muerte de Ray Penber. - dijo el detective.

Mientras el vídeo se reproducía, Yena miraba atenta al agente secreto, no tendría más de treinta y cinco años,  tal vez incluso menos. No podía imaginar que estarían sintiendo ahora sus seres queridos, sus padres, su mujer, sus hijos, si es que tenía... Sabe lo que es perder a tus padres, pero no cómo es perder a un hijo, un amor... No podía evitar sentir pena por él y sus compañeros asesinados.  Y por los demás criminales, aunque algunos no merecían compasión.

- Aquí. - se escuchó la voz del muchacho. - Para aquí Watari. ¿Véis? - preguntó a los demás. - Ray Penber entró en la estación de tren de Shinjuku a las 15:11 con un sobre en la mano,  a las 15:13 abortó en la línea de Yamamoto siendo seguido por alguien que ningún punto de las cámaras pudo tomar su rostro. Luego, a las 16:42 salió de la estación de Tokyo y murió en la plataforma, y si de dan cuenta, ese sobre no se halla en el lugar de la muerte, ni en el registro de objetos identificados en el cuerpo. A parte, la ida y la vuelta toma una hora, y no una hora y media, que es lo que Ray Penber se mantuvo dentro del vagón. - volvió ha dejar la pregunta en el aire. - Y también, de que parece que está mirando desesperadamente a alguien dentro del vagón justo en el momento del paro cardíaco.

Una idea surgió como una flecha en la mente de la jóven, el hecho de que el agente del FBI muriera mirando dentro del vagón, con expresión de asombro y terror en el rostro, solo le había llegar a una rápida y macabra conclusión que hizo que su neutro rostro de descompusiera y pusiera cara de asombro "Kira se encontraba en el vagón... "

- Kira. - dijo el detective al unísono con el pensamiento de la chica, mirándola, confirmando su acierto.

- ¿¡Qué!?

Exclamaron sin llegar a pensar que un asesino que puede matar a distancia, sabiendo rostro y nombre de una persona, fuera a escena del crimen a observar cómo moría si víctima,  y sobre todo, exponerse de tal manera y nadie notarlo. ¿Por qué ir a ver morir a un agente del FBI de un ataque cardíaco? Esta vez fue a L al que le vino la idea, o mejor dicho, el acierto.

- El hecho de que Kira hubiese ido, tal vez quiera llegar a decir que era una de las personas de las que Ray Penber estaba investigando, y dicha persona no tenía en mente ser descubierta todavía. - dijo mirando la pantalla en la que aparecía el cuerpo muerto del agente sobre el suelo de la estación. En aquel instante sonó el teléfono, Watari lo cogió y tras escuchar el mensaje se lo dio a L.

- Ryuzaki. Ukita al teléfono.

- Haz que le den el número de la línea cinco, y haga que el informante nos llame acá. Matsuda, puedes encender tu teléfono.

- Oh, sí. - dijo no muy convencido.

En el momento en el que encendió el teléfono, sonó y L lo agarró. La conversación no duró mucho, pero, tenía vital importancia, la novia de Ray Penber había desaparecido. "Naomi Misora... Ahora la recuerdo, trabajó para mi en el caso del asesino serial de Los Angeles...  B.B... "

- ¿Creéis que se habrá suicidado?

- No...  Naomi era una chica fuerte, en vez de suicidarse intentaría investigar, tal vez encontrara algo que relacionaría la muerte de su novio con Kira, y este, al enterarse de alguna forma, la hubiera engatusado, y matarla....

- ¿E-estas s-seguro Ryuzaki?  - preguntó Matsuda, cansado, pero también muy asustado.

Yena, que hasta entonces había tomado un papel secundario, se colocó junto a Matsuda, posó su mano en su hombro y lo apretó levemente dándole apoyo, gesto que el becario agradeció con una tímida sonrisa, Matsuda no podía negar que se sentía atraído por la rubia, cosa que, sin motivo aparente para el detective, le molestaba.

- Entonces solo queda poner cámaras de seguridad las veinticuatro horas del día, sin ningún punto ciego, en todas las casaa cuyas personas investigó Ray Penber. - soltó L.

- ¿Cámaras? ¡Es imposible! - gritó Aizawa. - ¡Si llegasen a enterarse nos despedirían, estaríamos atentando a los derechos humanos!

- Creo que nuestros trabajos no es lo único que estamos arriesgando, sino también nuestras vidas. - dijo L mientras miraba el suelo.

- Ryuzaki, ¿qué probabilidad hay de que Kira se encuentre entre esas personas?

- Un 10%, mmm... No, solo un 5%.

- ¿Y quiénes son esas personas Ryuzaki? ¿A quién investigó? - preguntó Soichiro mientras los ojos del joven brillaban por la emoción.

- Solo puedo decir que la familia Yagami se encuentra entre ellos.

- Me siento personalmente ofendido por estar mi propia familia bajo sospecha. Hagan lo que quieran... Instalen las cámaras. Y si lo van ha hacer, instalenlas bien. En todos los rincones y ángulos, incluso en el cuarto de baño. - dijo indignado y convencido de que no encontraran nada sospechoso.

- Muchas gracias. Así lo tenía planeado.

- ¡Jefe!¿Qué está haciendo?¡Usted tiene esposa e hija! - gritó Aizawa alterado.

- ¡Ya lo se! ¡Si no lo hacemos apropiadamente, no tendrá sentido hacer todo esto!

Ambos jóvenes volvieron a sus asientos con andares firmes y se sentaron en sus ya habituales formas.

- Por consideración, los únicos que monitorizaremos la casa de los Yagami seremos, Soichiro, Alana y yo. Alana puede revisar las grabaciones de los baños cuando sean tu esposa y tu hija. Watari, ¿cuándo tiempo tardará el instalar los micrófonos y las cámaras?

- Para pasado mañana. Si sabemos en que momento no habrá nadie en casa, podremos instalarlas en cualquier momento.

Solo esperaba que todo saliera bien, que arraparan a Kira, quería atrapar al asesino de su mejor amigo, lo haría, cueste lo que cueste... Incluso si es su propia vida...

He tardado demasiado, lo sé muy bien,  mira que a mi me fastidia que actualicen lento, pero bueno, aquí os traigo por fín el siguiente capítulo.

Gomen.

Lonely (L Lawliet Fanfic). PAUSADA TEMPORALMENTE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora