Cap. 2 - 6% seguro

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En otra parte del mundo, un joven revisaba una bárbara cantidad de papeles. Su cabello negro, largo y alborotado le tapaba un poco la cara y con ágiles manos pasaba de una hoja a otra. Estaba molesto, irritado y cansado. Con una mano cogia un tenedor y comió un poco de pastel de nata y fresa, masticaba lentamente mientras seguía revisando atentamente los papeles, analizando con detalle cada palabra para que no se le escape ni la más mínima pista.

Volvió a coger otro cacho de pastel y lo devoró saboreando todas las texturas y sabores que esta contenía. Dejó el tenedor en el plato, ya vacío, y llevó uno de sus dedos al labio inferior, dejándolo allí. Luego colocó los papeles y giró la cabeza hacía las pantallas, donde en ellas había una "W'' de caligrafía antigua gótica.

- Watari. - dijo con voz firme y neutra.

- L, tengo una ficha personal que quizás te guste ver.

El joven miró la pantalla sin decir nada, hasta que suspiró rápidamente.

- Enviala.

La transmisión se cortó y por la impresora apareció imprimido la ficha personal. En ella, ponía que la persona era de Wammy's, por lo que sin pensárselo lo abrió, dejando al descubierto toda la información y la foto de una persona. Era una chica, de largo cabello rubio y grandes ojos azules oscuros, sin ninguna expresión en el rostro, dejando ver una camiseta negra simple. Solo venía el nombre que ella se puso, Yena. Pero había algo que llamó su atención, la parte de la ficha donde normalmente se coloca la puntuación y lugar en la línea de sucesión estaba en blanco. L presionó un botón y se colocó frente al micrófono.

- Watari, ¿por qué razón la nota del examen no está?¿Acaso no hizo la prueba?

- Oh. Pues, verás L. Si se lo pusimos, pero ella se negó a escribir, solo puso su nombre, nada más, el resto lo sabemos gracias al examen que hizo su hermano dos años después.

- Su hermano es Mello. Tienen los mismos rasgos.

- Exactamente. No ha hablado desde que llegó a la Wammy's House. Tenía quince años y vio en persona como mataban a sus padres, consigió protegerse a ella y a su hermano antes de que los matarán a ellos también. Poco después los encontramos y trajimos a la Wammy's, después de hacerles una pregunta.

-¿Cuál?

- Más que una pregunta, era un acertijo. Un chico muere, y los sospechosos son tres. Su hermano, su padre, el jardinero y la víctima. ¿Quién lo ha matado?

L sonrío con superioridad, era una pregunta realmente sencilla para mentes como las que se encuentran en Wammy's. Para él, estaba más que claro lo que respondieron.

- Está más que claro. Si los llevasteis a la Wammy's supongo que respondieron que fue la víctima. Ya que, has dicho que los sospechosos eran tres, pero nombraste a la víctima y otros tres, por lo que la víctima no fue asesinada, si no que fue un suicidio.

- No me sorprende que lo hayas adivinado L, siempre fuiste un prodigio para estas cosas. Y por eso te he mandado la ficha de Yena, creo que tiene el mismo potencial que tu, solo que no lo ha puesto en practica. Creo que si la llevas contigo sea capaz de volver ha hablar.

L volvió a ver la foto, Yena era realmente hermosa, y misteriosa, no lo negaba. Sentía una especie de atracción ante esos ojos azules oscuros que tantos secretos escondían. Estaba seguro de que una sonrisa de tan bella cara le haría latir el corazón como hace años que no le late. Estaba tan inmerso en el nuevo caso que ha descuidado totalmente su imagen, si antes ya no le importaba, ahora tenía su camiseta blanca manchada de nata y chocolate, el pelo grasiento y la espalda y las piernas agarrotadas por no andar nada durante las últimas dos semanas. Pulsó nuevamente el botón y sin modulador de voz le dijo a su fiel Watari que trajeran a donde él se encontraba a esa enigmática y, hay que admitirlo, atractiva chica.

- ¿Estás seguro L? - le preguntó Watari antes de hacer cualquier cosa, que luego, pueda llegar a molestar a su protegido.

- Se podría decir que estoy un 6% seguro, Watari. - dijo firme y neutro.

- De acuerdo. Avisaré a Roger que iré mañana mismo a por ella. - dijo antes de cortar toda comunicación.

L se quedó durante unos pocos instantes mirando la negra pantalla, para que luego se levantara de la silla soltando un leve gruñido al sentir sus huesos crujir al por fin moverse de esa postura, para él, cómoda. Según decias el detective, estar sentado en cuclillas en la silla o en cualquier lado, aumentando su coeficiente intelectual un cuarenta por ciento. L caminaba lentamente mientras sentía como sus músculos se acostumbraban al nuevo movimiento, se daría una merecida ducha, él no era un chico que descuidara su higiene, pero, el nuevo caso era tan interesante a sus ojos, pero a la vez tan complicado, que no se movió de esa silla por lo que fueron dos semanas.

Al llegar al baño, se despojó de sus ya sucias y sudadas prendas para meterse en la fría y blanca ducha, giró la manilla del agua poniéndola lo más fría que esta podía, le gustaban las duchas frías, aclaraban su mente y le hacía pensar con más claridad y facilidad. Mientras el agua helada caía sobre se desnudo cuerpo se paró a pensarte en la razón del silencio de Yena, él no era muy hablador, lo admitía orgulloso, pero aún así hablaba con Watari o a la policía en incógnito tras una pantalla con su ya tan característica "L" en letra gótica. Le resultaba extraño que un ser humano podría estar callado tanto tiempo, ¿tan grave fue el trauma que recibió? Tenía quince años, por lo que tenía más recuerdos de sus padres que Mello, dudaba que ere pequeño todavía recordara la cara de estos, pero ella era diferente, ella tuvo su tiempo para estar con ellos, seguro que recordaba sus caras, sus voces y personalidades.

Cogió la esponja y la pasó por todo su cuerpo eliminando la mugre que se había acumulado en él, el pelo le tapaban los ojos y no le permitía ver mucho con el cabello, apartó con una mano los mechones que caían sobre su cara para después mirar su pálida piel enrojecida por la presión que ejerció con la esponja al enjabonarse. Pocas veces se sentía emocionado por algo, y no negaba que esta vez estaba un poco emocionado, ya que, hace años que no tiene contacto con ninguna persona a parte de Watari.
Cuando terminó su ducha, cerró la manilla del agua, se sacudió levemente el cabello dejando unas cuantas gotas caer por su torso mientras se enrollaba una toalla blanca por la cintura. Caminó lenta y tranquilamente hacía su habitación, donde, cuando llegó, abrió el armario dejando ver su simple ropa, toda igual a la que dejó a limpiar, pero obviamente, limpia. L no se complicaba con la ropa, toda ella se componía de unas camisetas blancas de mangas largas y unos vaqueros anchos y desgastados y muy de vez en cuando, cuando salía fuera, si es que salís, unas deportivas blancas, también desgastadas. A él nunca le importó la moda ni lo que se pusiese, desde que llegó a Wammy's House se viste de esa forma y nunca le importó realmente. Se vistió sin prisas y cuando hubo terminado se dirigió otra vez a la sala de donde salió, para volver a sentarse de su tan peculiar forma frente a su ordenador portátil y demás pantallas llenas de información.

Con una mano cogió un mando y encendió un pequeño ventilador que cuando hacía contacto con el húmedo cabello de él le daba la sensación de frío. Luego, dejó el mando en la mesa junto a la montaña de papeles con más información. Este caso realmente era difícil y eso le encantaba a L, tenía la sospecha de que, Kira, se encontraba en Japón, ya que los primeros y más continuos asesinatos son allí, y que por los horarios a los que mataba, era un estudiante, pero todavía no estaba totalmente convencido, tampoco se explicaba como era posible que matara en tantos sitios del mundo, a tanta distancia y a la vez tan rápido, sin dejar rastro ni testigos, y lo más curioso. De un paro cardíaco. Al principio podía parecer una coincidencia o un milagro divino que criminales estuvieran muriendo de esa manera. Pero ya era realmente extraño, y tétrico, la manera que este asesino mataba sin piedad alguna a estos criminales, algunos con pena de muerte, otros con cadena perpetua, otros con solo unos cuantos años, o incluso a aquellos que se les nombraba inocentes al final de su juicio pero aún había alguna duda. Kira, no tenía piedad ni remordimientos, eso ya lo sabía el detective, y también sabía, que lo atraparía pasara lo que pasara. No le importaba perder la vida en este caso, solo quería resolver el mayor caso que hasta estos días han sido registrados. Mejor incluso que el de el asesino en serie de Los Angeles, B.B. También conocido por Beyond Birthday, el que un día fue su primer sucesor.

Lonely (L Lawliet Fanfic). PAUSADA TEMPORALMENTE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora