Me senté en la cama, realmente no estaba de humor para ir a comprar sábanas limpias (no usaría nada que pudo haber sido pervertido por esos dos, gracias) así que planeaba dormir en el cuarto de invitados.
Me levante y salí al pasillo del segundo piso, este rodeaba toda la planta baja y está al nivel del candelabro de la sala. Todos los muebles y declaraciones eran hechos a mano o importados por complejos de mi padres.
Mi habitación quedaba del otro extremo del de mis padres y al lado estaba la de visitas, así que tendría que caminar un buen trecho.
Al entrar al cuarto me percate de que ya no era como tal un cuarto, parecía más un estudio, había un gran librero del tamaño de la pared junto a la ventana, y del otro lado había un escritorio, afortunadamente en el centro había un sillón con una mesita en frente.
Al parecer ahora era un estudio y mi habitación se había vuelto el visto de visitas, muy atento parte de mis padres lo sé.
Me senté en el sillón y me acomode, estaba tan cansado que fueron solo segundo los que transcurrieron antes de que el sueño me venciera.Los labios del mayor estaban posados sobre los del menor mientras que Toya lentamente introducía sus manos bajo la playera de su adorado primo
-T-Toya... Espera...- Dijo Tadashi.
-Es tu castigo- susurro seductoramente en la oreja del menor- por hacerme esperar tanto tiempo en el boliche.
-Pe-Pero T-Toya...
-Tranquilo... Solo déjame tocar tu espalda.
El menor no se opuso, pero no deja de temblar de lo bien que el mayor le hacía sentir.
-A-Ah...-Gimió Tadashi sin poderlo evitar provocando una sonrisa laciva en la boca del mayor.
-Claro que si quieres más, también te consentiría en eso.
El menor le respondió con un pequeño beso que el mayor no tardó en responder y hacer más apasionado.
Sus manos danzaban en el cuerpo del otro mientras se quitaban las camisas mutuamente.
Toya bajo por el cuello de Tadashi hasta su pecho dejando un camino de besos y una que otra marca, podría ser que sus padres la vieran, pero en ese momento solo le importaba marcarlo como únicamente suyo.
-Ah! Toya!- Gimió Tadashi justo cuando el mayor rozó con sus labios su pesón.
En ese instante alguien tocó a la puerta.
-Mano, tas ahí!!?- gritaron los gemelos al unísono haciendo que Toya se separara lo más rápido posible del menor.
-¿Qué necesitan?- Preguntó Toya aún un poco acelerado por la interrupción y el esfuerzo.
-Mami, dice que ya nos vamos!!- Gritaron fuertemente los gemelos.
-Ya voy!
Los dos primos escucharon como los más pequeños se alejaban de la puerta riendo y corriendo.
Toya y Tadashi terminaron de vestirse y arreglarse para verse lo más presentables posibles y se dirigieron a la puerta de la habitación.
-Tadashi...- lo llamo el mayor. - Nos queda esto pendiente ¿de acuerdo?.
El mayor tomó la barbilla del menor mientras lo miraba directamente a los ojos. Tadashi se quedó sin aliento solo esperando ansioso el beso de despedida que siempre le rompía el corazón pero que a su vez le era necesario para olvidarse de sus preocupaciones. Toya se acercó lentamente a sus labios...Algo estaba sobre mí y hacia precios sobre mis labios, sin embargo aún seguía adormilado, así que no le tome mucha importancia hasta que empezó a moverse.
Asustado empuje lo que fuera que estuviera molestándome y abrí los ojos.
Gran error.
Aun estaba sobre mi.
Una lagrima caía por su rostro y esa estúpida sonrisa llena de tristeza parecía temblar.
Toya solemne te se limitó a decir:
-Te extrañe tanto.~~~~~~~~~~~~
Holo!!
Si ya se, me tardo y aparte les dejo con la intriga... Pero el lado positivo es que al fin apareció Toya!!!
Ya lo veremos más seguido xD
Otro anuncio que quería hacer es que escribiré el Lemon de la primera vez de esto dos pero en otra historia, es una de One-Shot de Lemons (previamente mencionada), ya se tengo problemas, no me juzguen 😓.
Perdón que sea corto, pero trataré de actualizar mas seguido e iré corrigiendo los capítulos anteriores, así que Voten y comenten, créanme que eso es lo único que hace que no borre esta historia 😢.
Los hasmo!!
§Misaki§
ESTÁS LEYENDO
Creí que me olvidaste [Yaoi]
RomansaTakashi Misoko había pensado que su vida no podía ir peor, solo le faltaba que su familia lo internará en un psiquiátrico... Espera... Ya lo habían hecho. Digamos que el hecho de hablarle a tu familia de lo miserable que es la vida y luego intentas...