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Tuvo que suceder esta noche. La noche donde el jueves 2 de Junio del 2016 se convierte en el viernes 3 del mismo mes según la medida terrestre conocida como Calendario dicta, el ambiente a mi alrededor me mantiene despierto. Y quien sabe más que el inconsciente: quizá es por el mero hecho de que si me durmiese ahora sienta como me desvanezco hasta desaparecer, para luego al otro día ver lo mismo de siempre, cada vez más monocromático.

Me perdonarán la simpleza de estas líneas. Soy alguien de pocas palabras, y no soy alguien que, para meros casos dramáticos use un léxico complejo. Soy un creador; no un escritor. Bien ponderado es su juicio, joven lector, en poner atención a mis palabras, pero no aceptarlas en su totalidad, porque el mejor de los juicios se emite bien informado y rechazando lo que creemos que deberíamos hacer.

Si la pregunta es quien soy, dejenme decirles que soy aquello, aquel que siempre está, estuvo y estará; quien ha visto todo y aún no ha visto nada; aquel que siempre ves aunque no esté presente, aquello que no tomas en cuenta pero existe, lo improbable y lo probable, el inicio y el fin.

No hablo de deidades (y lamento que sea así). No pretendo ofender la creencia de nadie así como tampoco pretendo influenciar la de nadie. Yo no hablo de nombres, personas, etc; no hablo de lenguajes, ni de palabras banales (el único método de comunicación avanzada es la escritura, ya que auditivamente sus mascotas escuchan mejor que ustedes).

No.

Hablo de hechos, acciones, métodos, proposiciones. Hablo de personalidades, de comportamiento, de inocencia, de heraldía. Hablo hechos, no palabras. Las palabras no alcanzan a describir muchas cosas - es porque desde eones, el humano se ha dedicado a limitarse a si mismo, a decir 'no puedo, me da miedo cambiar', etc.

'Si eres de pocas palabras, ¿por que escribir?'. Que curiosa la mente de aquel quien ose preguntar lo evidente. La razón es simple:

Ustedes. No. Saben. Escuchar.

Les es más fácil sumergirse en lo que ven, en lo que captan por medio de la vista, anulando los restantes sentidos inconscientemente. Hay cosas que un cuerpo humano, una mente, puede aguantar en silencio. Pero el tiempo apremia, y ya la esperanza de que algo suceda cada vez es más frágil. Mentalmente estoy exhausto. Y eso que, hablando en términos humanos, 'no hago nada'. A saber.

Espero que les interese saber más de mi. Quien sabe, quizá puedas encontrar aquí algo que no esperabas. Después de todo , la vida es una cosa que está en las manos de todos y cada uno de ustedes.

RetazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora