Retazos

II

La mente humana es algo tan frágil y a la vez tan complejo... Es tan impresionante, que hace cuestionarse como es que alrededor de muchos de nosotros pareciesen haber algunos seres sin esa pieza de relojería tan fina. Es aquello que dicta el mundo alrededor tuyo, aquello que hace realidad lo imposible, aquella llave maestra que contiene tu potencial oculto. Dicen que tiene un potencial limitado. ¿Como no va a ser el centro de operaciones principal siendo que, básicamente es lo que mueve todo dentro de ti?

Y con esto quiero dejar en claro una cosa: hablo de algo más allá de lo evidente, de la simple comprensión humana dada por la ciencia. Hablo en algo superior, algo que hasta el momento en que te des el tiempo para leer no te vas a cuestionar y ni se te va a ocurrir. Me dirás que no entiendes, que explique con mejores palabras a que me refiero. Pues la verdad no hay: así de limitado es el lenguaje y el habla. ¿Sabías que los colores existentes en los universos es prácticamente infinito? Es, literalmente, inimaginable, porque a menos que vuelvas a ser un niño y abras la vista a lo invisible (y no me refiero a esa frase tan terrenal que dice 'lo esencial es invisible para los ojos', aunque un cuarto de verdad tiene), a lo imposible, ahí podrías ver retazos de lo que hablo.

Puedo notar que muchos sean escépticos a creer en el poder de la imaginación, escépticos a pensar en algo impensable... Pero la verdad es que todo es más simple de lo que se cree, y si leíste la primera entrega y has llegado a este lugar en la segunda, quiero decirte de entrada que formas parte de un hecho diferente, inamovible y tenaz, inevitable. Es algo que lenta e invisiblemente generará la posibilidad, la remota posibilidad, de que todo lo que ustedes conocen y dan por sentado siga más o menos igual.

Este ha sido más corto, pero pronto volverán a saber de mí. Ya que quiero invitarles a estar en el vacío, que no es exactamente como la ciencia ficción lo postula. Va a ser un viaje emocionante.

...¿Te animas?