En los últimos días los combates para acabar con los titanes no habían cesado. Fuera por lo que fuera cada vez aparecían mas y Eren al igual que todos los demás soldados tenían que ir a combatirlos. sin embargo muchas vidas se perdían en estas luchas y como era normal los humanos comenzaban a enloquecer hasta el punto de que habían que tenido que matar a mas de uno para que cerrasen sus bocas de cobardes. Rivaille por su parte seguía de la misma manera que siempre, por supuesto que le fastidiaban las muertes de sus compañeros y como cada uno de ellos comenzaba a perder mas las esperanzas de la humanidad, pero si decaía en esos momentos, no seria capaz de luchar contra los titanes y vengar todas las vidas que esos gigantes habían tomado sin siquiera pensárselo dos veces. Pero hoy era un día diferente, Eren ya no podía soportarlo, había matado muchos titanes pero no eran ni la mitad de los humanos que habían muerto luchando contra ellos.
-Estoy harto- Dijo Eren con una voz casi imperceptible.
-¿De que estas harto?- De repente Rivaille apareció detrás suya sorprendiendo al chico de ojos verdes que casi se cayó de la silla en la que estaba susto.
-¡Wah! S-Señor...-
-¿Y bien? ¿De que es de lo que estas harto?-
-No es nada...-
-Si no es nada entonces dímelo-
-De estas luchas contra los titanes... Estoy harto de las muertes que se producen cada día por ellos. De eso es de lo que estoy harto. Ojala pudiéramos acabar con esta lucha de una vez y así todos podríamos volver a ser felices-
-Las guerras nunca acaban. Una vez termine una otra mas se producira, y asi sera hasta que todos acabemos muertos-
-Pero...-
-Además no eres el único que quiere que todo esto acabe. Todos tus compañeros pensamos lo mismo-
-Ya lo se-
-Entonces deja de pensar en cosas insignificantes y piensa en como te las vas a arreglar para seguir viviendo mañana. Eso es lo único que debería importarte-
-De acuerdo señor-
-También, ve bajando al sótano, en un momento nos iremos a dormir-
-...Si- Eren dirigió su mirada hacia el suelo "Otra vez a ese lugar" pensó, después de todo no le gustaba ese sitio, estaba lleno de suciedad por todos lados y era completamente frió hasta el punto de que se le congelaban los huesos, a decir verdad lo odiaba, pero no podía hacer nada para evitarlo, tendría que volver a dormir allí el solo una vez mas, sin una pizca del calor humano que su madre le brindaba cuando era mas pequeño "Ojala pudiera volver a aquellos tiempos" esas palabras pasaron por su cabeza desapareciendo en el mismo instante que lo pensó, pues aquello era simplemente imposible.
-¿Que te pasa?- Le dijo Rivaille notando su triste mirada.
-Yo... No es nada. Tan solo estaba pensando en algo- Rivaille agarro una silla y se sentó en frente de Eren.
-¿En que estabas pensando?-
-...No es nada que valga la pena-
-No importa, cuéntamelo- Rivaille cruzo sus brazos y comenzó a observar atentamente a Eren esperando que le contara aquello que estaba pasando por su mente.
-Yo... Solo pensaba en mi hogar... En mi madre... En esos momentos en los que ella dormía conmigo cuando yo era pequeño... Tan solo los echaba de menos...-
-...Ya veo-
-También... Pensaba en el sótano... Es frió y solitario... Lo odio... Y todo es porque soy un monstruo- Al decir aquello Eren apretó los puños intentando soportar aquellas lágrimas que había estado soportando por tanto tiempo, tenia motivos para llorar pero no quería hacerlo ya que sabia que no serviría para nada.
-¿Tanto te molesta dormir ahí abajo?-
-Yo...-
-En todo caso, no nos queda otra. No podemos arriesgarnos a que te transformes aquí mientras duermes, al menos si lo haces en el sótano podríamos detenerte y si es necesario yo mismo me encargaría de matarte-
-...Lo se-
-Recuerdalo bien Eren. El único que te matara cuando tu enloquezcas... Seré yo. No lo olvides, yo soy el único que podría acabar contigo-
-Lo se señor-
-Si lo comprendes entonces ve bajando, yo iré en unos momentos- Diciendo aquello Rivaille se fue dejando a Eren atrás.
-¿Señor?- ¿A que se refería con que iría en unos momentos? Eren quería averiguarlo pero cuando iba a preguntárselo, Rivaille ya había desaparecido de la sala en la que estaban, así que simplemente obedeció como un buen perro obediente y bajo hasta el lugar que tanto odiaba, pues no le quedaba otras mas que ir allí aunque no le gustara. Agarro las sabanas de la cama y se metió dentro, pero cuando estaba a punto de quedarse dormido algo llamo su atención despertándolo.
-Oye Eren- No podia ser verdad... Aquella voz...
-¿Sargento... Levi? ¿Que hace aquí?- El chico de ojos verdes se giro frotándose los ojos.
-¿Tu que crees? Vine para acompañarte en tu solitario sótano al que tanto odias-
-¿Eh? ¿Acompañarme?-
-Llevas todo el día lloriqueando con que odias estar solo en este lugar así que decidí que podría acompañarte aunque fuera solo esta noche-
-Pero no hacia falta...-
-Deja de hablar y déjame un sitio-
-¿Eh? Cla-Claro...- Eren se hecho hacia uno de los lados de la cama dejando un hueco los suficientemente grande como para que Rivaille pudiera meterse con el. Así que en cuanto lo vio, agarro las sabanas y se metió en la cama junto a Eren mirándole directamente a los ojos.
-...No me gusta la idea de dormir en un lugar como este y mucho menos si es con un hombre, pero supongo que podre dejarlo pasar por esta vez-
-Y-Ya veo...- Aquella situación tampoco agradaba demasiado a Eren, sin embargo era por un motivo algo diferente. No sabia porque, pero desde que Rivaille había entrado en su cama, ya fuera por tenerle tan cerca o por cualquier otra cosa, Eren había empezado a excitarse. Algo que realmente no le hacia mucha gracia teniendo en cuenta la personalidad del pequeño chico que se encontraba en frente suya. Así que disimulándolo lo mejor que pudo intento quedarse dormido sin lograrlo apenas. ¿Por que demonios estaba excitándose con un chico? Y lo peor de todo...¿Por que demonios tenia que ser con el? Parecía que alguien le había echado un mal de ojo intentando que se muriera, y así era como se sentía en ese momento, quería morirse pues si el sargento lo averiguaba... ¿Que demonios podía hacer? Seguramente acabaría con su vida en ese mismo instante o cualquier otra cosa peor.
-Oye Eren-
-¿Q-Que pasa señor?- Dijo Eren intentando poner una pequeña sonrisa.
-¿Estas duro?-
-¿Q-Que?-
-No intentes negarlo, llevas todo la maldita noche dando vueltas por la cama y ya me has dado mas de una vez- "Mierda" Eso fue lo único que pudo pasar por su cabeza en esos momentos, después de todo lo había descubierto y no sabia que podría hacer Rivaille ahora.
-Yo... ¡Lo siento! No era mi intencion pero... No pude evitarlo. Al tenerle tan cerca yo... Mi cuerpo comenzo a reaccionar sin saber por que-
-Esta bien, no me importa-
-¿Eh?-
-Dime ¿Quieres hacerlo?- Le dijo mirándole directamente a los ojos.
-P-Pero...- Interrumpiendo sus palabras, Rivaille le dio un dulce beso que dejo al chico completamente sorprendido.
-El carcelero no esta y ya te he dicho que no me importaba. Asi que si quieres hacerlo, hagámoslo. Yo también quiero hacerlo- Eren trago saliva sin creerse del todo aquellas palabras.
-S-Si señor... Como usted diga-
~Fin~