Dusk 1: Nictofilia. (NUEVA VERSIÓN)

Capítulo 1. Sorpresa.

N/A: los capítulos ya están completamente editados y ya no tienen nada que ver con la primera versión, espero. No se olviden de votar y comentar en cada capítulo, gracias y disfruten esta nueva versión.

"Cada noche la pensaba, cada noche la soñaba, cada noche la amaba, cada mañana desaparecía; ¿por qué? Porqué aún no era su momento de entrar a mi vida, solo tenía que esperar." - Anónimo.

El viento soplaba fuertemente, su cabello estaba por todos lados, le molestaba en el rostro y trataba de quitarlo, pero le era imposible, siempre regresaba. Su piel se erizo ante el frío del aire, los árboles crujían y las hojas marrones estaban por todos lados, unas rozaban sus piernas, era imposible no hacer ruido al caminar. Trató de aminorar el frío frotando sus manos contra sus brazos de arriba abajo una y otra vez rápidamente, aun sabiendo que el frío regresaría, no sabía cómo había terminado ahí, lo último que recordaba es haber visto las blancas paredes de su habitación. El frío le calaba hasta los huesos, y se maldijo a si misma por traer simplemente una camisa de manga corta muy delgada y unos shorts de licra, ¿En que estaba pensando al salir con su ropa de dormir?...

Escuchó unas pisadas acercándose, las hojas crujían, rápidamente comenzó a voltear a todos lados, tratando de ver quien se acercaba, y de nuevo lo miró, como las últimas veintitantas noches. Su cabello caía largo hasta su cuello, su blanca piel hacía contraste con la luz de la luna, sus ojos verdes la miraban con un brillo especial, sus rosados y carnosos labios se mantenían sellados siempre, sus abundantes cejas fruncían su ceño y la miraba confundido, apostaba que su rostro demostraba terror, y no le sorprendería, pero igual estaba anonadada. ¿Cómo ese chico lograba siempre encontrarla? Y lo que más dudaba, es ¿quién es?

—Aléjate de mí. —le dijo el joven de una manera tan fría y alarmante, que le erizo la piel.

— ¿Disculpa? —preguntó ella, estaba realmente confundida.

— Aléjate de mí.

— ¿Qué? ¿Porqué? Yo... —habló confundida.

El viento comenzó a soplar más fuerte, el frío volvió, pero ahora solo sentía calor alrededor de su cuerpo, sudaba frío, las hojas estaban por todos lados al igual que los mechones de su largo cabello.

— ¡Solo aléjate de mí! —grito el castaño.

Su cuerpo comenzó a alejarse de ella rápidamente, el terror plasmado en su rostro, lo miró confundida. Miró el piso, parecía como si fuese a desaparecer, poco a poco, se encontraba encerrada, iba a caer en un abismó oscuro y aterrador.

— ¡Ayúdame! —grito aterrada, iba a caer.

Lo miró por última vez, esperando a que la ayudará, lágrimas salían de sus ojos, y murmuraba palabras que la chica no lograba comprender, dé pronto la miro sin ninguna emoción, las lágrimas seguían saliendo de sus ojos.

— Lo siento tanto. —lloriqueo, segundos después continuó—: te dije que te alejarás de mí. —sollozo.

Lo miró confundida, ¿de esto hablaba? Iba a hablar, pero lo único que salió de sus labios fue un aterrador grito que hizo arder su garganta, comenzó a caer y a caer sin fin, su garganta ardía de tanto gritar, movía sus piernas y manos como si eso fuera a servir de algo. Iba a morir.

— ¡Christyna, más te vale ya estar despierta, se te hará tarde para tú primer día! —grito su padre.

Christy se levantó asustada, gritando y llorando. El miedo recorriendo su cuerpo. Escuchó los rápidos pasos de su padre subiendo las escaleras, de pronto la blanca puerta de su habitación fue violentamente aventada contra una de las blancas paredes mientras hacía un ruido sordo al ser desplazada por el piso de madera. Christy observó su ropa, era la misma que tenía en el sueño. Después levanto la vista hacía su padre, quien se encontraba preso del pánico. Acababa de llegar a la cocina cuando escucho el aterrador grito de su hija y en segundos ya se encontraba en su habitación.