Geodas.

Capítulo 8.

-¡¿DÓNDE ESTÁ!? ¡POR TU CULPA SE HA ESCAPADO! -Le dije a Rick que me miró con indiferencia.- Dios eres imbécil, el ser del planeta más imbécil que ha existido.

Salí corriendo de la habitación y empecé a buscar por todos los rincones de la base, esto no podía pasar.

-Ya puedes salir del armario, Jake. -Ordenó al chico mientras se sentaba en la cama dándole la espalda.

No hubo reacción por parte de Jake pero al cabo de un rato abrió las puertas del armario sorprendido.

-¿Cómo sabías que estaba aquí?
-Muy sencillo, las puertas no estaban totalmente cerradas, además se te escuchaba jadear. Por no nombrar la cuerda que salía misteriosamente. -Rick sonrió y golpeó la cama para que fuese a su lado.
-Tenemos algo de lo que hablar tú y yo, y también Rouge si hubiese confiado un poco en mi. Pero como ya ves esa señorita solo se fía de su instinto.
-No teníais ningún derecho a traerme a este lugar. ¿Qué te hace pensar que me puedes retener aquí?

El rostro de Rick se volvió siniestro y apretó los puños conteniéndose.

-Jake, Jake, Jake... Si me hubiesen encargado asesinarte créeme cuando te digo que habría terminado en menos de 24 horas.

El chico se puso alerta y se mantuvo s una distancia prudente de Rick.

-Pero tranquilo no lo haré, eres de Rouge, y su decisión ha sido salvarte. ¿Por qué crees que lo ha hecho?
-Porque tiene esperanzas de que no he sido yo y tengo información que puede que le ayude.
-Error. Rouge es una novata, y en el fondo es muy inocente. Te ha salvado por la sencilla razón de que no es capaz de matarte a sangre fría y quiera darse a sí misma una excusa para no sentirse tan patética.
-¿Cómo la conoces tanto? ¿No os odiábais?
-Ese no es el tema, quiero que me cuentes todo lo que sepas, me da igual el tiempo que tardes. Nadie nos interrumpirán.

Rick se levantó de la cama, estancó la puerta con una silla y volvió a su sitio inicial.

-Quiero respuestas. Ya. La única información que tengo de ti es la que diste en el gimnasio hablando con Rouge, rellenemos las piezas de este puzzle. ¿Quién eres?

-Estoy dispuesto a contarte todo lo que quieres saber solo y cuando me dejes escapar de aquí sin que Dafne o Rouge como quieres llamarla, no me detenga. -Sentenció Jack manteniéndose firme.
-Vale, acepto tu condición. -Le respondió Rick.- ¿Quién eres?
-Jake Hutch.
-¿Cómo te criaste?
-Solo. Mi padre murió y mi madre me dejó a manos de mi abuela porque ella tenía trabajo que hacer.
-¿Por qué te capturaron?
-No lo sé. Lo único que puedo decirte es que no fui una persona elegida al azar ya que conocían toda mi vida y mi rutina diaria.
-¿Sabes qué te introdujeron por vena?
-Si... Digo no. No.
-Repetiré la pregunta y no pienso a volver a tener paciencia. ¿Sabes que te introdujeron por vena?

Jake suspiró cansado. Era la primera vez en mucho tiempo que le obligaban a forzar su mente a recordar.

-El antídoto para las bombas Geodas.
-¿Qué son las bomba Geodas?
-No lo sé.
-Mientes.

Unos golpes se escucharon tras la puerta.

-RICK, NO ENCUENTRO A JAKE, ¿POR QUÉ TE ENCIERRAS EN MI HABITACIÓN? -Dijo una Rouge sin paciencia alguna.