Creatures

1. Green eyes.

Aneu: nombre vasco que significa una mujer idealista, amante de la naturaleza y un poco solitaria.

Inglaterra (Morpeth) Actualidad  

Abro los ojos.

La luz de la mañana cae directamente en mi cara haciendo que me mueva, es una luz cálida que no molesta, aunque nunca me haya gustado mucho el sol. Me levanto y lo primero que hago es ponerme un jersey gris ancho, aquí si que hace frío. Voy hacia el baño para lavarme la cara y me miro en el espejo, mi pelo no esta tan mal hoy. Cuando dejo de mirarme me pongo unos calcetines gruesos y bajo por las escaleras de madera haciendo que rechinen mientras me abrazo, esta casa si que es fría. 

Estamos en medio de la nada y el maldito frío.

Hace unos días que nos mudamos y este es el resultado, aun no me he acostumbrado a tanto frío, y eso que estamos en primavera. Estamos en una casa en medio de la nada delante de un bosque y con algunas casas de piedra alrededor, con mucha carretera, si andas 15 minutos siguiendo el camino esta la civilización según mi madre.

La veo en la cocina y me obligo a saludarla.

-Buenos días - le digo haciendo que se gire hacia mi.

-¡Hey! -me responde- ¿qué tal tu primera noche? ¿no esta tan mal, no?

-Esta en medio de la nada -digo lo obvio seria mientras la miro fijamente-puede venir cualquier persona y matarnos sin que nadie se entere.

-¡Aneu!-me grita escandalizada, río por ello y ella piensa un poco- hay algunas personas en las casas de al lado -niego con la cabeza y me pongo café, no me gusta nada el sabor pero me gusta como me sienta cuando me lo he terminado. Ella come rápido para irse a su trabajo y me pregunto cómo llega allí sin retraso alguno con lo lejos que esta de nuestra casa, ella dice que no es tanto, pero sinceramente no le creo. A lo mejor no quiere que yo procree, a lo mejor no quiere que vea a ningún chico nunca mas, quizás quiere encerrarme en la nada y dejarme pudrirme sola. Pero como me ha inscrito en el instituto descarto esas ideas, lo averiguare cuando vaya dentro de dos días.

Mi madre es una buena mujer, ella es la mujer que hace las tostadas con canela que tanto me gustan, la que tararea siempre alguna canción de piano al fregar los platos y cuenta historias inventadas por ella misma para dormirme cuando tengo fiebre. Es la que siempre lee el mismo libro los domingos hasta quedarse dormida y me puso un nombre tan raro como el que tengo.

No creo que me haya traído aquí por algo malo, al contrario creo que lo hace por una buena razón, pero aun no sé cuál es.

-¿Qué tal si haces algo hoy? aún te queda tiempo para empezar las clases y no creo que quieras estar tirada todo el día en el sofá -hace una pausa y luego dice: no he dicho nada -dice al darse cuanta de que puedo hacerlo perfectamente- puedes ir a visitar las tiendas.

-¿Y voy volando? -le pregunto sarcástica, pone los ojos en blanco y recoge todas sus cosas para irse.

-Haz lo que quieras, me rindo contigo Aneu -esa frase la había oído millones de veces y aquí estábamos, yo siendo así y ella insistiendo. Le sonreí.

Pienso en el bosque que tenemos justo enfrente de la casa y se me viene una idea a la cabeza, tal vez pueda dar un paseo por ahí y fijarme un sitio para ir de vez en cuando, amo la naturaleza.

-¿Y si me acerco al bosque un rato? no molestaría a nadie - le comento. Ella abre los ojos sorprendida y se tensa.

-Ni se te ocurra, puede ser peligroso. Pueden haber osos o otros animales salvajes -responde rápidamente.

-Oh, vamos. Tu y yo sabemos que si no hago nada no atacan.

-No es un no -esto es raro, me levanto y me acerco a ella.