7. Maybe someday.

20 1 0
                                    

Las almas son complicadas, son simples pero eso no significa que sean fáciles de combatir. Más que los vampiros, más que los demonios, siempre he sentido mayor inquietud por las almas. No son almas en pena, tampoco unas cabreadas que buscan venganza, solo son vidas acabadas.

Nunca nadie a preguntado a el villano el porqué de su maldad, nunca nadie ha pensado en parar y entender, ¿por qué es tan complicado entender? porqué es tan difícil sentir lo mismo en todos los corazones y razonar. Desde las diferencias entre colores de piel hasta las diferencias entre las criaturas, ¿hay acaso alguna diferencia?

¿Alguien se ha preguntado alguna vez si son los monstruos los que provocan las guerras, o si son las guerras las que generan los monstruos?

NUNCHI es la palabra en el antiguo idioma que da nombre a la capacidad de saber leer el estado emocional de otro cuerpo.

Quiero creer, quiero luchar, no al miedo y seguir hacia adelante, es así para las almas, es así para ti también. Hay que destruir a las cosas antes de que ellas te destruyan a ti, pero ninguna cosa ha nacido para ser destruida.

Ninguna criatura a sido nombrada para luego ser destruida.

-Escrito en un papel, de una libreta creada por un demonio en 1648. En las mazmorras de la casa de los orígenes, Layna, 17 años, bruja y licantropo.

Inglaterra (Morpeth) 1715.

Llevo más de media hora corriendo y ya no sé ni lo que significa la palabra "paz". A sido un tiempo así que empiezo a frenar y me recuesto en un árbol, es de noche y no se ve nada, nunca me he sentido tan perdida. Miro hacia el cielo para no sentirme sola pero por alguna razón no hay estrellas que ver.

Llevo un vestido robado, una pierna rajada y un hombro roto. Sin embargo la palabra rendirse no esta en mi vocabulario. Agacho mi cabeza y intento no llorar y intento mantener mi respiración, nunca me he sentido tan destruida.

No tengo a nadie, no sé a dónde ir.

Giro mi cabeza y miro el castillo de los orígenes a mis espaldas, no pienso volver. Mi pelo rubio ceniza ahora es reemplazado por un negro marchitado a causa de la tortura y aunque tengo frío ese no es el mayor de mis problemas. Demasiado tiempo allí encerrada, demasiado tiempo siendo torturada, no sé en qué año estamos ya que he sido varias veces paralizada, tampoco puedo utilizar mi magia.

Me fijo en mis manos y aún son jóvenes, tal y como las vi la última vez, sigo teniendo 16 años. Cierro los ojos con fuerza y aguanto el dolor, una rama rodea la gran herida de mi muslo y siento la sangre correr por mi pierna, correr solo lo ha empeorado pero gracias a eso los he perdido de vista. El gran vestido largo y gris se me hace incómodo y muevo mi cuello alto, siento espinas en mi garganta y me duele la cara, los moratones serán claramente visibles. Veo luces hacia delante así que sigo, cojeo y me agarro la falda, apoyo mi mano derecha en las gruesas cortezas de los árboles y suelto el aire frío de mis pulmones incompletos, ¿podré sobrevivir?

Me siento inútil y ser bruja ahora mismo es la peor cosa que me ha pasado jamás, por eso he estado encerrada y por eso ahora no puedo ir más rápido ni ver. No recuerdo los hechizos y no recuerdo cómo hablar. Tampoco si tenía amigos ni a mis padres, seguramente todos ellos ahora estén muertos. Tantos años y sigo joven, la última vez que estuve libre los vestidos llevaban más capas y los carruajes eran muy frágiles. Hombres con traje, limpieza mínima, almas abandonadas.

Me caigo y me arden las piernas por la nieve bajo mis pies, no tengo esperanza, no quiero levantarme, no quiero volver. Suelto un sollozo y había olvidado lo que era escuchar mi voz, nunca había respondido, nunca tenía a nadie con quién hablar, he tenido 16 años desde que tengo memoria.

Escucho unos pasos y levanto mi cabeza, una figura grande esta firme frente de mi. Un lobo, solitario, perdido, me recuerda a mi.

Se suponía que yo era mitad licantropo mitad bruja, por eso el hecho de estar encerrada, pero nunca antes he sido lobo y pocas veces he podido usar mi magia, todo es mentira y la razón de nunca haber sido libre por una mentira me cabrea.

Tengo hambre, tengo sed, siento como mi piel se corta y mi cabeza palpita. ¿Hay alguna razón por la cual vivir? Miro los ojos oscuros del lobo y me veo en ellos, realmente estoy rota. Aún así no lo estoy tanto por fuera como lo estoy por dentro.

¿Debería dejarme comer? ¿acabar aquí con todo esto? ¿renunciar a mi vida? aunque intentara salvarme no puedo correr y el lobo está hambriento, lo siento. Toco mi anillo de plata con mis dedos congelados y suelto las lágrimas que hace tanto no he soltado, las últimas.

Él gruñe y lo miro, me habla y me recuesto rendida. Su pelaje negro liso y largo ceniza se mueve con el viento y hay algo de nieve en el, tiene las orejas muy grandes y puntiagudas. Son largas y rectas mirando hacia el cielo. Su morro esta cubierto gran parte por una cicatriz y sus ojos son grandes, sus ojos son lo que más llama mi atención de todo él, tiene muchas otras cosas y es diferente pero sus ojos son lo más importante. No es un lobo cualquiera.

Ellos no me miran con deseo ni gula, me miran con enfado, me está hablando con ellos. No es un lobo normal.

'No te rindas' oigo en mi cabeza, esto no es posible.

'Levántate'

Su voz en profunda y suelto un sonido, oigo su voz, la oigo dentro de mi. Y no sé por qué sé que no me va a hacer daño. Vuelve a gruñirme y me replica. Me está riñendo.

Grita y se oye por todos los alrededores, su grito hace eco en mi corazón y veo estrellas ésta vez.

'Levántate ahora'

Vuelve a gritar y yo le grito de vuelta, él cada vez se hace más grande pero yo cada vez me siento más enfadada, suelto todo lo que he sentido por tanto tiempo con mis gritos y él hace lo mismo. Estar congelada tantos años sintiendo hambre, sed, pero sin poder morir. Tantos años congelada y encerrada con la misma edad sabiendo que todos los demás morían.

Las lágrimas me impiden ver y me limpio, cuando lo vuelvo a ver su mirada se me hace familiar. Su pelaje esta cubierto de estrellas y brilla, cuando grita tiene luz dentro de él, está iluminándome el camino.

Ya no estoy sola.

Mueve con su hocico mi falda y lame mi herida, me quedo paralizada y ya no siento dolor en ella, cuando se ha apartado ya no veo la herida, la ha hecho desaparecer. Abro lo ojos sorprendida y tira su aliento en mi hombro, rápidamente mi brazo vuelve a su sitio. Por último se sienta y se encoje, ya no es tan grande, pareciendo un lobo normal, las lágrimas corren por mis mejillas sin saber por qué y suelta un quejido. Se acerca lentamente y siento su aliento en mi cara, ya no siento el frío. Su lengua está sobre mi frente, y una ola de recuerdos y de dolor aparecen y desaparecen.

'Está bien Layna' me dice 'todos nos hemos sentido perdidos'

Asiento y oigo ruidos acercándose.

'No tengas miedo'

-¡Está aquí! -oigo a un guardia gritar, pero no me muevo.

'Nos volveremos a ver'

Su morro sigue apoyado en mi frente y aún sabiendo que me van a capturar no me muevo.

'Volveré por ti'

Abro los ojos y no está, siento una presión en el brazo y me levantan, las lágrimas siguen su curso y veo las antorchas y los hombres, esto se ha acabado, me han encontrado. Me arrastran en dirección al castillo y miro hacia arriba, al ver todo tan brillante no puedo evitar soltar sollozos. Tal vez algún día todo esto tenga sentido, tal vez algún día lo vuelva a ver.

'¿Alguna vez habías visto unas estrellas tan brillantes Layna?'

Voz profunda dentro de mi y me muevo, esto no es justo. Me golpean y todo es negro, todo el pelaje de mi lobo guardián lo es.

Inglaterra (Morpeth) Actualidad.

CreaturesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora