Capítulo 5: No dejo de pensar en ti

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Al terminar de firmar nos fuimos al hotel tengo que regresar a Panamá para hacer las maletas y mudarme con wilson, si mudarme ni yo misma me lo creo, dejar el país en que nací y en donde crecí.

...

Ya ha pasado una semana ya he empacado y me despedí de mis amistades en la compañía, algunos de ellos asistirán a la boda, ya tengo dos grandes maletas con todas mis cosas, ya llamé al taxi me encuentro esperándolo en el frente de mi casa al cabo de unos minutos llega el taxi ,por fin me ayuda a subir mis maletas y entramos en el taxi ,en todo el camino me la pase pensando en Wilson ,por mas que no quiera pensar en el lo hago ,no me puedo sacar de la cabeza esos hermosos ojos azules que me miraban fijamente, su embriagante colonia ,su cuerpo bien ejercitado ,y su cabello negro con leves ondas, su perfil perfecto ,que puedes mirar por horas, ese hombre es perfecto pero su personalidad no es muy bonita que digamos.

Ya hemos llegado señorita.

Salgo de mi nube, y le doy el dinero al taxi, me ayuda a sacar mis maletas, y entro al aeropuerto, hice el chequeo y lo otro y aborde el avión privado, una amable aeromosa me atendió muy bien la comida era deliciosa, me dormí en casi todo el viaje la aeromosa tuvo que despertarme.

Le di las gracias y hice el chequeo y eso, al salir muchas personas tenían el nombre de sus familiares escritos, muchos emocionados abrazándose y yo aquí sola, estaba buscando a el chofer de Wilson, pero no estaba en ninguna parte. Divise a wilson tecleando en su teléfono, me acerque, se dio cuenta de mi presencia, pero no quitó la mirada de la pantalla.

Vámonos no quiero perder más el tiempo tengo asuntos que atender—dijo.

Se que no estás de acuerdo con esto yo tampoco pero al menos quiero que nos llevemos bien —dije molesta.

Lo que digas ya vámonos
—dijo de mala gana.

Por más que le hables amablemente no quiere cooperar no sera nada agradable vivir con el.

Lo seguí hasta salir del aeropuerto, me abrió la puerta del auto y después entro el. El camino fue largo y estaba en mi nube pensando de repente para el auto y estábamos en una hermosa casa bueno no una casa una mansión, abrió el portón con un pequeño control de color negro, entramos al estacionamiento y apago el auto me abrió la puerta, abrió la capota ni pudo ayudarme con las maletas, saque mis pesadas maletas y cerré la capota, este ya había entrado a la casa entre y era mucho más hermosa de lo que era por fuera.

Arriba esta tu habitación sigueme—dijo.

Lo seguí y subí las escaleras, eran en forma de espiral y de mármol al subir Wilson, paró en una puerta que supongo que es mi cuarto.

Esta es tu habitación la principal es la que esta al final del pasillo, no quiero que entres ni que andes husmeando por ahí—dijo molesto.

Me con tuve de tirarle en la cara las maletas y quitarme los zapatos y lanzárselos con toda la furia del mundo abrí la puerta. La habitación era hermosa con detalles dorados y un armario muy grande en mis ojos brotaban brillos, era tan hermosa agarre mis maletas y entre a mi habitación.

Ya me voy Carmen la ama de llaves, vendrá en la tarde así que tendrás que prepararte tu almuerzodijo.

El se fue y me dejo sola, así que empecé a explorar la casa y por supuesto también entraría a la de Wilson. La casa tenia una amplia cocina y una parte para los empleados, una sala gigantesca con un enorme plasma y un reproductor de películas. Habían habitaciones de invitados y al final entre a la de Wilson era inmensa, tenía un edredón negro y una gran cantidad de almohadas, se veía apetitosamente cómoda, me tire en ella y abrace las almohadas olían a él y a su embriagante fragancia.

Estaba muy cansada y sin darme cuenta me quede dormida.

Fervor Millonario Donde viven las historias. Descúbrelo ahora