Fervor Millonario

Capítulo 12: Dulces besos

Me he decidido por ir a un centro comercial y visitar algunas atracciones turísticas, ya estoy lista bañada y con una blusa cómoda y una chaqueta, unos pantalones oscuros y zapatos cómodos.

Ya le avisé a una de las amas de llaves que iba a salir, ya llame al taxi y lo estoy esperando en la entrada de la casa, la corneta sonó y me acerque, abrí la puerta y le pregunte la dirección, él señor a menos de 30 minutos llego a él lugar, me baje del auto y le pague al señor.

Habían muchos turistas emocionados, parejas tomándose fotos y familias también, me acerque y le pedí a una muchacha que me sacara la foto, le di las gracias y me quede como una hora sacandome fotos y disfrutando él hermoso lugar, llame a un taxi y ahora tengo que ir al centro comercial.

Entre en el taxi y le di el nombre del centro comercial, me llevo allí, era hermoso me adentre en el y habían numerosas tiendas de ropa y regalos me dirigí a una tienda que tiene todo tipo de cosas, allí dure mucho tiempo eligiendo regalos y cosas para mí.
Después fui a una tienda de ropa, donde me probé un lindo vestido negro elegante lo compre y cene en un café muy lindo, al salir del centro comercial ya era de noche.

Era cerca, así que camine hasta la casa, no sabía donde estaba y saqué mi teléfono, para llamar a Amelia para que me de la dirección, al ver mi teléfono tenía 10 llamadas perdidas de un número desconocido y ahora tenía una llamada entrante del mismo número y conteste.

—¡Te he estado llamando desde hace mucho rato! Dime donde estas, te pasare buscando—dijo una voz furiosa la cual creo que es Wilson.

—¿Eres Wilson? —Pregunte miedosa.

—¿Acaso eres estúpida? Por supuesto soy Wilson, dime de una buena vez donde estas.

—Estoy en la calle...No se donde estoy —dije con la voz miedosa.

—Envíame un mensaje y activa tu GPS, ahí sale la dirección, voy para allá —dijo Wilson furioso y finalizó la llamada.

Me puse a esperarlo, menos mal que traje mi abrigo, porque había mucho frío, me estaba congelando, a los 30 minutos llegó Wilson, abrí la puerta del auto y me encontré con un Wilson con el ceño fruncido y su mirada fulminante me senté y cerré la puerta y Wilson estaba furioso.

—¿Por que no contestabas mis llamadas? —Pregunto molesto Wilson.

—Tenia el teléfono en silencio y cuando vi las llamadas perdidas apenas me llamastes  —dije con nerviosismo.

—No salgas de esa manera otra vez, al menos pídeme que te lleve ¿Y si te pierdes Clara?, ten mas cuidado —dijo preocupado.

—¿Acaso estabas preocupado por mi? —pregunte nerviosa. Pero a la vez feliz.

Wilson me miro sorprendido y siguió manejando, me ignoro y no le importo, pero al menos hemos avanzado algo.

A los minutos volvió a su semblante serio y se concentró en el camino, acomode las bolsas de las compras, Wilson aparcó el auto en la casa y me abrió la puerta, salí con las bolsas y la ama de llaves nos abrió la puerta entre y Wilson también.