v e i n t i n u e v e

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—Entra —alentó la rubia al pecoso, pero este se queda estático frente a la puerta del departamento de London.

Unos dos minutos después, Lizzie, harta de esperar, abre la puerta y empuja al pecoso dentro del departamento.

Frédéric voltea hacia la rubia, pero esta ya había cerrado la puerta.

Al oír la puerta London sale del baño y entra a la sala pensando que es Lizzie la que ha entrado; pero al descubrir que no es así, se sonroja de la vergüenza.

-¿Qué haces aquí? -le pregunta al pecoso mientras se baja un poco más la camiseta con la frase "Donut Make Me Mad" impresa en ella.

El pecoso solo la ve atónito. London está frente a él, y le parece hermosa. Y no habla de que esté algo expuesta, sino de que sus rasgos, esos que lo volvían loco, los cuales muy comunes para otros, pero para él son extraordinarios.

—Ya sé que eres tú el que escribió las notas. Sé que eres el anónimo. —Tomó una pequeña bocanada de aire. No quería ser mentirosa, así que debe tragarse su vergüenza. —Sé que eres el que me hizo sonreír con cada chiste malo que escribía. El que me hizo sentir acosada, de una forma linda, pero acosada aún así. El que me hizo pensar "Este bobo es tierno" ¡Y yo nunca he sido de la chica que le guste lo tierno! —London notó la sonrisa y la ligera impresión del pecoso-. Sé que eres el que de alguna u otra manera hizo que esta loca infantil le doliera su desinterés, cuando dejo de escribirle un tiempo —suspiró una vez más—. Y él que me hizo sonreír una vez más al escribirme de nuevo y decir que no dejó de pensar en mí.

—Entonces... ¿Te gustaban mis notas? —musitó el pecoso.

—O eres sordo o eres muy torpe. —London toma un largo suspiro— Sí. Aunque no es mi estilo... Me encantaron.

La sonrisa de Frédéric se anchó al punto de sus pecas se fueron juntando más de lo ya estaban, haciéndolas ver más notorias y adorables para London. Pero aunque para la castaña se ve adorable, está molesta.

—Saliste con Lizzie por despecho —refunfuñó, frunciendo el ceño y los labios para verse molesta ante el pecoso, pero a este solo le parece una tierna ardillita berrinchosa.

—Sí —afirmó en susurro—. Es que empezaste a salir con Marco y... no quise entrometerme.

—¡Error! —gritó London—. Antes de estar con Marco, tú me mandabas notas. Debiste luchar por mí, en vez de estar escondido con niñito miedoso —hace una pausa y el pecoso bajó la mirada—. Tuviste tanto miedo a que te rechazará que no pensaste en que tal vez te hubiera aceptado, en que tal vez me parecerías lindo y en que tal vez podríamos llegar a ser algo.

—Lo sé —musitó el pecoso, levantando la mirada—. Pero ahora estas con Marco y no...

—La verdad —lo interrumpió—. Marco y yo terminamos —añadió en un susurro.

Frédéric simplemente se queda estático. Anoche Marco y London estaban muy encariñados... demasiado. Aunque también había alcohol de por medio, pero... ¿Por qué terminaron?

Antes de que de los labios del pecoso saliera una palabra, London habló. — Terminamos porque cuando estoy borracha digo cosas estúpidas como que lo engañé.

Frédéric alza una ceja escéptico.

—No lo hice ¿Okay? —El pecoso suaviza la expresión—. Así que esta mañana me llamó, me confesó que me había engañado y termino conmigo.

El oji-verde puso cara de enfando—: Ese imbé...

—Sí, sé que es un imbécil, de hecho quería patearle la cara cuando me dijo aquello —London hizo su mano un puño, respiró hondo y la soltó—. Pero me di cuenta de que no serviría de nada —Frédéric sonrió, estaba orgulloso de su London. Pero la sonrisa desapareció cuando añadió—: Además la resaca no me dejaba ni pensar... Hablando de eso ¿Por qué no te están revolcando del dolor de cabeza?

—No es la primera vez que me he emborrachado, linda —Frédéric pone la cara del emonji pervertido, London lo imita—. Comí mucho pan. —El pecoso le guiñó el ojo y automáticamente una sonrisa salió de los labios de la castaña.

—Pues que mal —camina hacia la encimera sintiéndose un poco incómoda pues está segura de que él está viendo su trasero en ropa interior, pero vamos, ya hizo un acto de atrevimiento, no puede echarse para atrás ahora—, iba a ofrecerte pizza, pero creó que estás lleno de tanto pan.

El chico se acerca corriendo a tomar una rebanada pero London le da un manotazo.

—¡Es mi pizza! ¡No la toques! —le grita. Pero aún así Frédéric toma la rebanada y la lleva rápido a su boca—. ¡Te dije que no la tocaras! —London vuelve a golpearlo pero esta vez no se siente incómoda por estar semi–desnuda, de hecho sé quedo así toda la tarde... junto a él.

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Hey, hey, hey ¿Mucho tiempo sin aparecer verdad?

Perdonen, pero aquí está, espero que les guste.

Y díganme ¿Qué han hecho mientras estaba fuera?

¿Yo? Bueno... 😏

Tranquilos

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Tranquilos... Fue el mes pasado 😂

Hugs n' Kisses,
Lissy.

P.D.: El emonji pervertido 👉😏

P.D.2: Él chico es un modelo que me encontré en un hotel 😍👀🌴

Junto con estos...

Tal vez estoy diciendo demasiado pero por si tengo lectores de estos sitios

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Tal vez estoy diciendo demasiado pero por si tengo lectores de estos sitios... El de la izquierda es venezolano, el de el medio dominicano y el de la derecha panameño 💖

 El de la izquierda es venezolano, el de el medio dominicano y el de la derecha panameño 💖

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P.D.3: El lunes debo volver a clases 😭 Y es mi último año 😭... Aunque es bueno, estoy loca por graduarme 😌... Pero no sé que voy a estudiar en la Universidad 😓😭

London Donde viven las historias. Descúbrelo ahora