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Querido Karma:

Desde hace unas semanas he estado viviendo contigo. Ahora, formalmente, me has pedido que viva contigo y quería negarme, pero simplemente no pude. No puedo dejarlos solos.

   Cuidar a un bebé es agotador, jamás pensé que fuera así.

   Contrataste a una niñera para que cuidara de Otani mientras salíamos a cenar..., aunque creo que lo único que comí fueron esas papas fritas en el bar.

   Mientras más permanecíamos ahí y bebías me lo contabas todo, que tu madre y padrastro murieron en un accidente automovilístico, y que la custodia de Otani se quedó contigo. Lloraste y te lamentaste, y te consolé. No lo sabía, no debí llamarte mentiroso, lo siento.

   Fue entonces que hiciste algo que me ha confundido, me besaste y susurraste más de diez veces que me amabas. No sé qué creer, pero al parecer no lo recuerdas, así que debiste pensar que yo era otra persona.

   Dijiste que te mudarías lejos de la ciudad y la tristeza se apoderó de mí. Luego me pediste que fuera con ustedes y dije que sí pero debía esperar, ya que no puedo dejar que mis alumnos se queden sin profesor las últimas semanas del curso.

   Me entusiasma pensar que pronto seremos eso a lo que llaman una familia.

Con cariño,

Nagisa S.

Querido Karma ❝Karmagisa❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora