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Querido Karma:

Una llamada a las dos de la madrugada me despertó y sólo dos palabras fueron necesarias para que corriera hasta tu apartamento en pijama: "Te necesito."

   Al llegar todo estaba desordenado, en la sala de estar no había nadie, fue entonces cuando decidí entrar a tu habitación con el móvil en mano preparándome para llamar a la policía, pero no fue necesario. Porque ahí estabas tú con algo entre los brazos. Me acerqué y vi lo que era, es como tú pero más pequeño, tan lindo..., por un momento pensé que era tu hijo y sentí tristeza, luego me sacaste del error. "Es mi hermano" dijiste.

   Me dejaste cargarlo y él se removía entre mis brazos, sentí pánico ya que por un momento pensé que caería, pero tú me ayudaste a sostenerlo y lo acomodaste bien. Luego, cuando quedó dormido, saliste y yo lo dejé en su cuna, me quedé ahí un rato viéndolo. Sus cabellos no son rojos son rubios, sus orbes son doradas y su piel es blanca, es tan parecido a ti.

   Salí de la habitación y estabas acostado en el sofá, dormido, con una nota pegada en la frente; "Gracias por todo. Lo siento" se leía en ella. Besé tu frente y te cubrí con una sábana.

   Bienvenido, Karma.

Con cariño,

Nagisa S.

Querido Karma ❝Karmagisa❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora