El desastre que me llevo a enloquecer

Despierta

Aquel ambiente de la tarde con el sol poniéndose, era lo único que podía visualizar mientras huía sin detenerme a mirar atrás. Estaba escapando, pero: ¿De que? No lo sabía, solo escuchaba ruidos, jadeos, un sonido similar al que hace un perro al ladrar, pero mas grave y con similitud a la voz humana. Mientras corría, volteaba rápidamente mi cabeza hacia atrás y las veía: Sombras, corriendo rápidamente  y tratando de alcanzarme, acercándose cada vez más y más a mi ser. 

Cada vez que sentía que me había alejado de lo que sea que fueran aquellas cosas, usaba el zoom de la cámara para poder distinguir a aquellas cosas que venían a lo lejos, pero no lograba saber que eran, no parecía seres vivos o humanos como tal, solamente eran, sombras; cada vez con mayor tamaño y mas y mas cercas. Huir de ellas era lo único que se me pasaba por la mente, mi corazón saltaba hasta mi garganta, mis piernas se agotaban, la batería de la cámara estaba medianamente muerta y yo sudaba como pollo en un asador.

Llegue a un cruce sin salida, había un muro de concreto sólido e impasable; mi fin estaba marcado, aquel sonido aterrador de hacía cada vez mas y mas fuerte, mi cabeza empezaba a arder, la visión se tornaba borrosa, el sentimiento de adrenalina y miedo recorrían mi espalda, buscaba desesperadamente un escondite para evitar una muerte segura y; entre tanto pánico, al ver que no había escapatoria, tome la cámara. 

El indicador de batería titilaba, volteaba a todos lados, pero no encontraba la fuente de aquel horroroso ruido, estaba oscuro, las estrellas no aparecían en ninguna parte del mando azul oscuro producto de la noche.

-Si muero, al menos habre registrado una escena tan brutal que podría ser usada para una película de terror, me decía a mi mismo entre murmullos mientras miraba hacia adelante y hacia atrás.

Hasta que ellas llegaron finalmente, ellas, las sombras; las malditas sombras de medianoche que me habían hecho correr alrededor de 150 kilómetros. Viendo que ya no había otra opción y que el manto negro de la noche me había atrapado, encendí la luz infrarroja de la cámara y finalmente, las puse ver: Atrocidades con piel roja tirando a naranja, con la piel colgandoles del pescuezo, una boca con dientes tan afilados cual tiburón blanco, y arrugas de la piel cubriendo lo que vendrían siendo sus ojos, con una cola similar a la de un tigre, diría que eran de al menos 30 centímetros , y cada uno de ellos tenía un tamaño considerablemente grande.

Poco a poco estas atrocidades con instinto de cazador, se fueron acercando lentamente, poco a poco iba retrocediendo, y con cada paso hacia atrás, ellas daban uno hacia adelante. Sentí la solidez del muro de concreto detrás de mí, y aquellas pesadillas sacadas de la mente de la persona mas retorcida sobre la faz de este mundo ya me tenían acorralado.

-Hasta aquí llegué, me dije en pensamientos, aquellas cosas ya estaban a punto de despedazarme, cerré los ojos para no presenciar la escena, y, para mi enorme suerte, mi celular emitió repentinamente su clásico tono de llamada entrante, aquellas atrocidades empezaron a emitir ruidos de perritos regañados y se fueron corriendo de aquel lugar, dejando detrás un rastro de lo que parecía ser piel muerta. Busque mi celular, el remitente era desconocido, decidí atender la llamada; y justo antes de que pudiera decir una palabra, una voz semi-grave me dijo: "Esto es solo un mal sueño, nada de esto ha ocurrido, aún, ahora:

"Despierta"

Me desperté abruptamente en la comodidad de mi cama, el corazón me latía con la fuerza de un motor de 87 caballos de fuerza, estaba todo sudado, mis ojos tenían lágrimas; y para colmo: La electricidad se había ido. Alumbrandome con la luz del celular que marcaba las 3 con 43 minutos de la mañana reflexiono tranquilamente mientras miraba a los lados, inhalo profundamente y exhaló: Todo había sido un sueño, o mas bien, una horrible y grotesca pesadilla con un final bastante repentino y confuso; hasta el día de hoy aún no aclaró aquella duda y siempre me pregunto:

¿De quien habrá sido aquella voz que escuche en esa llamada, en aquella pesadilla demente producto de todas aquellas películas de terror que vi hace unos días atrás?