capitulo 7: Serena

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Salí de la escuela con el sobre en la mano en dirección a la casa en donde vivía con Quirón, la cual estaba en dimensiones centauro, por ende todo era mas de dos metros de alto y eso incluía las puertas.
Cuando entre me dirigí directo a mi cuarto tome la valija de debajo de la cama, deje el sobre sobre la mesa de luz y la valija abierta sobre la cama. Abrí el placar y comencé a sacar mis jeans, remeras, calzas, ropa interior, mis camperas de cuero, todo y lo metí bien ordenado dentro de la valija después metí mis dos pares de borcegos favoritos junto a los dos de botas.
Cuando la ropa estuvo lista tome el estuche de maquillaje revise que estuviera lo mas importante, mis delineadores (si porque tenia como tres), la base, el rímel, el estuche de sombras, la lima, el corta cutículas, los esmaltes y las dos dagas que siempre tenía allí, (si, llevaba dagas en mi estuche de maquillaje, hay que ser precavida) y lo metí dentro de la valija, junto con mis perfumes y el desodorante, también puse el arco y el carcaj que mi padre me dio en mi sexto cumpleaños, las espadas del séptimo y los cuchillos del octavo.
Al estar todo lo revise tres veces, cuando acabe con la valija tome mi mochila de la escuela la vacié por completo y dentro metí mis libros favoritos, mi laptop (porque sin ella no puedo vivir y es que ahí escribo), tome el sobre y también lo guarde, junto con el cuadernillo donde escribía también aunque ese era el que usaba en clases sobre todo en las de historia, aunque por favor no le digan a Quirón me mataría si sabe que no prestaba atención en clases.
En fin cuando estuvo todo listo fui a darme una ducha, más que nada para calmarme estaba muy ansiosa, cuando salí del agua me seque, para luego colocarme la ropa interior, y el toalla en mi cabello, salí del baño y fui a cambiarme, me coloque unas calzas negras, una remera de mangas cortas, mi campera de cuero y mis botas altas de taco. Retire la toalla del pelo y lo peine. Me delinee y salí quería despedirme de mis hermanos.

Al amanecer mi padre vino por mi en un hermoso ferrari Rojo, se bajo del auto con su perfecta sonrisa y unos lentes de sol, me dio un abrazo y tomo mi valija, me despedí por enésima vez de Quirón y nos subimos al auto luego de varios minutos mire a mi padre y le dije.
-Creo que necesito unos de esos para estar contigo- dije señalando sus lentes que tenía sobre la cabeza.
-¿Porqué?- pregunto curioso.
-Porque me estas cegando- le dije con una sonrisa y el hizo aparecer unos hermosos lentes Tiffany de marco negro que me dio- gracias padre- dije colocándomelos y si chicas si quieres que tu padre te de algo aprende a conseguirlo, tocando su punto débil.
-Solo querías un par de lentes ¿No?- dijo cansado, lo mire sobre los anteojos y le dije.
-De todas formas te quiero- mientras me recostaba en el asiento del copiloto- ¿papá, me regalas un auto?
-No...- dijo serio- además no sabes manejar.
-Podrías enseñarme- le dije a lo que el se volvió a negar y ya no insistí.

Tardamos una horas en llegar nos la pasamos todo el viaje cantando y jugando, amaba a mi padre, lo amaba con todos sus defectos. En el aeropuerto mi padre dijo que faltaba media hora para abordar así que nos fuimos a tomar un café, después de que la mecerá nos tomará la orden y mi padre consiguiera su número le dije.
-Papá puedes no volver a hacer eso delante mio es perturbador- El río- ¿Y qué piensa mamá de esto?
-Hija sabes la historia de tu madre.... tuvo trillizos con tres padres diferentes... esto es una relación abierta...- dijo serio.
-Es que ustedes son todos unos innovadores...- me burlé. Mi padre iba decir algo pero la mecerá llegó con nuestro pedido, coloco un café con leche delante mio y una lágrima delante de mi padre- gracias- le dije a la chica con una sonrisa, pues me había salvado de una grande.

Una hora después ya estaba en el avión, mi padre me despidió en las puertas, deseándome suerte y una hora y diez minutos después, estaba saliendo del aeropuerto con un hombre de unos 30 años, que había estado sosteniendo un cartel que decía señorita Rivera, me llevo hasta un mercedes-ben ultimo modelo, puso la valija en el baúl y me abrió la puerta trasera para que subiera, le agradecí y luego de cerrar la puerta, él se subió y comenzó a manejar como una media hora después paro delante de un hotel de 5 estrellas, saco mi valija y la dejo a mi lado, cuando salí del auto.
-Aquí termino yo- me dijo- a partir de ahora....
-Si lo se Estoy sola, ya me aviso mi padre- le dije con una sonrisa cansada y baje los lentes que están sobre mi cabeza me acomode la mochila a mis espaldas y tomo la valija para adentrarme al hotel después de soltar un suspiro. Pero antes de que pudiera entrar el chofer me dijo.
-Feliz cumpleaños- dijo extendiendo una pequeña caja negra, la tome y dentro había un collar de oro con un pequeño dije con una "M"- es de parte de su madre...- lo mire confundida- es la inicial de uno de sus hermanos, busque la S y la A- dijo antes de irse. Resignada entre al hotel, era hermoso y lujosos. En la recepción me entregaron la llave de mi habitación y un botones me guio, la habitación estaba en el séptimo y último piso, además de ser una suite.
Cuando entre me quede impactada era enorme tenia una cama de dos plazas un plasma que estaba en una sala de estar con un minibar, sillones y una mesa ratona, un hermoso balcón del que se veía la ciudad, y un baño con bañera. Deje la valija junto a la cama y la mochila sobre un sillón. En la mesa había una nota que decía "hola, hija espero que te guste, sírvete del minibar y si quieres servicio a la habitación usa la tarjeta, no te preocupes yo me encargo de los gastos y nos vemos en una semana, att Samanta Rivera, pd. Te quiero"

Pase una buena semana, la comida era deliciosa, conocí la ciudad, la discoteca del hotel era genial y los turistas e Italianos si que eran buenos en la cama, quien diría que se la pasaba tan bien en las vacaciones.
Era el día esperado, me levante temprano osea a las 10:30 de la mañana, ve bañe y mientras me cambiaba pedí que me trajeran el desayuno a la habitación.
Me coloque unas calzas, mis botas altas de tacón, una musculosa negra y mi campera de cuero, junto con el collar con la "M". luego de delinearme, me seque el pelo y lo peine en una cola alta bien prolija. Desayune, tome las tarjetas y el celular me coloque unos guantes sin dedos y mis lentes de sol y salí hasta el coliseo, a eso de las 11:30.

Los Hijos Del TratadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora