capítulo 10: El encuentro

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Pov Anthony

Estaba esperando en el coliseo. Cuando en mi campo de visión apareció una rubia preciosa, de piel pálida al igual que la mía, con curvas bien definidas debajo de toda su ropa negra. Sus manos cubiertas por unos guantes sin dedos, sus uñas decoradas de Negro y sus ojos tapados por unos lentes de sol, le daban un aspecto entre la típica chica popular y la ruda. Miraba para todos lados en busca de alguien. Varios minutos después ella levanto los lentes colocando los sobre su cabeza dejando ver unos hermosos ojos negros que eran intimidantes.
De todas formas me encamine hasta ella, cuando estuve a su lado dije.
-Hola bombón- ella se voltio para mirarme.
-No me digas que así consigues ligar con alguien- se burló fría mirándome de arriba a bajo viendo cada detalle como si estuviera escaneando, su mirada me ponía nervioso.
-Oye deja de mirarme así me pones nervioso- me queje molesto. Ella comenzó a reírse- ¿De que te ríes...?- le pregunte.
-Acabas de tratar de ligar con tu hermana, yo soy Serena osea S...- respondió riendo, a lo que le conteste mirándola con cara de confundido.

pov Serena

Acababa de llegar al coliseo y estaba buscando a ver si podía verlos. Después de Varios minutos levante los lentes frustrada. En eso siento que alguien me habla a mis espaldas.
-Hola bombón- me voltee​ para mirarlo mientras decía.
-No me digas que así consigues ligar con alguien- solté fría mirándolo de arriba a bajo viendo cada detalle, Tenia el pelo negro como el carbón, ojos azules oscuros como el cielo en una noche tormentosa, piel blanca y un cuerpo bien formado, vestía todo de negro con una campera de cuero del mismo color, estaba bastante bueno pero en eso repare en el collar de oro idéntico al mio pero con una S y luego mire su brazo derecho justo ahí estaba el dragón y yo que le iba a dar chance.
-Oye deja de mirarme así me pones nervioso- se quejo molesto. Yo comencé a reírme- ¿De que te ríes...?- me pregunte.
-Acabas de tratar de ligar con tu hermana,. yo soy Serena osea S- le dije riendo, a lo que él contesto mirándome con cara de confundido. Saque el dije que estaba ocultó detrás de la remera, él lo miro asombrado.
-Tu eres, imposible- retire el guante de la mano derecha y luego me saque la campera dejando al descubierto el dragón al completo.
-¿Qué te pasa? No sabías que tenías una hermana tan sexy....- me burle, el solo se limito a decir.
-Eres engreída- lo mire molesta.
-Y tu un mujeriego- le retruque.
-Tu de santa no tienes nada- le iba a decir algo pero entonces un chico se acerco a nosotros, tenía el mismo color de pelo negro que mi hermano, el cual no me dijo su nombre, además de la misma piel pálida que yo, un cuerpo bien formado, vestido de negro con una campera igual a las de nosotros, aunque lo que mas llamaba la atención eran sus ojos dorados, los tres nos quedamos viendo un rato.

Pov Marcos

Acababa de llegar al coliseo, comencé a buscar con la mirada a ver si los veía, cuando repare en dos chicos de más o menos mi edad, todos vestidos de negro con camperas de cuero, aunque la chica la tenia en la mano. Los observe detenidamente unos segundos antes de comenzar a avanzar, sentía como una fuerza comenzaba a crecer dentro mio, como un calor se formaba, para darme paz y seguridad.
Ellos me miraron al sentir mi presencia escaneando cada centímetro de mi cuerpo, nos quedamos así un rato hasta que yo les mostré mi brazo derecho y ellos alzaron los suyos en confirmación.
-Tu eres S y tu A, ¿no?- Les pregunte señalando primero a la chica y después al chico.
-Si, yo soy Anthony y ella Serena según me dijo- respondió él que supuestamente era Anthony.
-¿Como lo supiste?- preguntó Serena.
-Yo soy Marcos- me presente- bueno no fue tan difícil deducirlo- ambos me miraron a la espera de una respuesta- cuando llegue en la habitación del hotel había una carta de nuestra madre...
-Si también la recibí- dijeron los dos a la vez y solo asentí, continuando.
-El nombre de nuestra madre es Samanta el cual su abreviatura es "Sam" según el chófer las letras de las iniciales de mis hermanos osea ustedes eran "S" y A" siendo la mía una "M". En un sentido lógico, si yo tengo la A , entonces A tiene a S y S tiene que tener la M, y como el nombre de nuestra madre empieza en S el nombre de mi hermana osea el de Serena tenia que empezar con S y el de mi hermano A- dije con si fuera obvio. Aunque creo que no lo era tanto porque ellos me miraban como si estuviera loco.
-Sos adoptado ¿No?- soltó finalmente Serena.
-Tiene que ser- Confirmó Anthony.
-¿Y a ustedes que les pasa?- indague molesto.
-Tal vez no tanto...-concordaron mis hermanos.
-Aquí nadie es adoptado- aseguro una voz a nuestro lado, los tres nos giramos hacía ella. En donde nos encontramos con una mujer de unos 35 años muy bella, de piel pálida, ojos negros como los de Serena y el cabello negro como el carbón, muy parecido al de Anthony y al mio, que le llegaba hasta la cintura, vestía un hermoso vestido negro de mangas cortas que le llegaba arriba de las rodillas, con zapatos de taco aguja negros, una cartera a juego y unos lentes de sol sobre su cabeza. Los tres la miramos confundidos- hola mis niños...
-¿Madre?- preguntó Serena por los tres.
-¿Quién más?- inquirió con una sonrisa- me alegró mucho volver a verlos, la última vez que los vi eran unos bebes- sentí como pequeñas lágrimas querían salir de mis ojos, al igual que le pasaba a mi madre y cuando me gire a ver a mis hermanos estaban igual.
Ella lo dudo unos segundos pero vino a darnos un abrazo, los tres tardamos en reaccionar él primero fui yo, seguido por Serena y último Anthony, los tres abrazábamos a nuestra madre como si nuestra vida dependiera de eso. Nos quedamos varios minutos hasta que ella nos soltó, no se en que momento todos comenzamos a llorar, pero no eran lágrimas de tristeza si no de felicidad, sentir a mi familia reunida era algo muy agradable.
-Los extrañe mucho....- aseguró tratando de secarse las lágrimas.
-Nosotros también...- dijimos a la vez, evitando que las lágrimas volvieran a salir.
-Vengan vamos a comer algo, les contaré todo en el almuerzo...-invito comenzando a caminar. Nosotros nos miramos y los tres asentimos a la vez, comenzando a caminar detrás de ella. Luego de un par de calles llegamos a un restauran llamado " Ristoro Della Salute" (N/A existe el lugar lo busque) entramos y una mecerá nos ubico en una mesa donde se podía ver la ciudad. Serena se sentó junto a nuestra madre, yo enfrente a ella con Anthony a mi lado, la camarera nos entregó una carta a cada uno y se retiró- bueno...- dijo mi madre- ¿que van a pedir?- los tres tomamos la carta, la miramos unos segundos y dijimos a la vez mientras la dejábamos en la mesa.
-Pizza...- mi madre río y nosotros la miramos confundidos- Se parecen tanto- reconoció más para ella que para nosotros.
-¿A Quién?- volvimos a decir a la vez.
-Entre ustedes- contesto riendo, en eso llegó la mecerá a tomar el pedido.
-¿Si que van a pedir?- pregutl ésta.
-Tres pizzas grandes.
-¿Y para tomar?
-Coca-Cola- respondimos tres.
-Cuatro coca-colas- pidio mi madre.
-Entendido - la mecera anoto todo en un papel y antes de irse preguntó- ¿son hermanos?
-Trillizos- aclaro mi madre.
Luego de que ella se fuera mamá se puso hablar de cosas sin importancia como si evitara la razón por la que estaba allí. Quince minutos después nuestra comida llegó, comenzamos a comer en un silencio casi de funeral cuando íbamos por la mitad mi madre tomo coraje y dejo los cubiertos a un lado preguntando.
-¿Qué tal su inglés?- los tres nos miramos confundidos y luego a ella.
-Muy bien...- dijimos a La vez.
-¿Porque preguntas?- inquirió Serena.
-Tengan- dijo extendiéndonos una caja a cada uno- feliz cumpleaños.
-Dime que son las llaves de un auto- rogó mi hermana esperanzada. (N/A se nota que quiero un auto)
-No, además Serena tu no sabes conducir- le recordó mi madre con gracia.
-Podrían enseñarme.
-¿No sabes conducir?- le preguntó Anthony con gracia.
-¿Qué tu si?- Anthony asintió- ¿Y tu?
-Claro que si, no es muy difícil- me reí de su cara enojada.
-Porque no abren sus regalos- insistió mi madre. Los tres abrimos las cajas y dentro había un juego de llaves.
-Bueno mira Serena, llaves si eran- me burle.
-Ahora tu también te burlas de mi- se quejo recostándose en la silla.
-¿De donde son?- preguntó Anthony alzando las llaves.
-De su nuevo departamento en new york- respondió muy tranquila.
-¿Qué?- preguntamos los tres, en un gritó, lo que nos ganamos fue las miradas de medio restauran, mi madre se disculpo y luego nos miro.
-Terminaran la escuela allí, lo hablamos con sus padres y no fue una decisión sencilla y cuando digo eso, quiere decir que las armas se hicieron presente en más de una ocasión- explicó muy tranquila.
-Yo no iré a la escuela- asegure con seguridad.
-El nerd no quiere ir a la escuela- solto Anthony burlón.
-No soy nerd- dije molesto- además nunca fui a la escuela...- mis hermanos me miraron confundida- tenía una tutora.
-como sea- interrumpió mi madre- terminarán la escuela en New York, las clases comienzan el lunes.
-No haré todo el año de nuevo- dijeron mis hermanos, yo por mi parte ya me había resignado.
-Ya esta decidido. ahora terminen de comer y nos vamos- no tenía mucho apetito pero tampoco ganas de ir a New York, comimos un par de porciones más y dimos por finalizada la comida. Mi madre tomo las cajas vacías y las guardo en su cartera, para luego pagar nosotros tomamos las llaves de mal humor, cuando la mesera dejo la tarjeta y el papel para que nuestra madre firmara.
-Porque las caras tan largas- dijo la chica.
-Nos mudaremos a New York...- respondio Serena recostada en la silla
-Tendremos que ir a la escuela allá...- continuo yo imitando a mi hermana.
-Y lo peor... hacer todo el año de nuevo- finalizo Anthony frustrado, colocando los codos sobre la mesa y sus manos en su cabeza.
-Son unos exagerado- nos dijo ella- Verán cuando terminen la escuela que no querrán irse...- los tres la miramos como si estuviera loca.
-No quiero hacer todo el año de nuevo- susurro Anthony, Serena se incorporo de la silla y fue juntó a él.
-Lo vamos a superar ya lo veras- le dijo con una dulce sonrisa.
-Serena tiene razón, además estaremos juntos...- apoye colocando mi mano en su hombro.
-Los quiero chicos-dijo cazandonos del cuello para abrazarnos. Nuestra Madre río junto a la mesera. Luego esta se fue deseándonos suerte y los cuatro partimos, fuimos hasta un callejón donde la luz del sol no llegaba.
-Tómense de las manos- ordeno mi madre.
-¿No me digas que iremos hasta allí por las sombras?- inquirió Serena.
-Así lo haremos- afirmó ella.
-¿y nuestras cosas?- preguntó Anthony.
-Ya están allí sus padres se encargaron de eso- los tres asentimos sin más preguntas y nos tomamos las manos.

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