capítulo 40: café y respuestas

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POV Anthony

Saque a Emily antes de que matara a alguien y ese alguien era mi hermana. Una vez a fuera ella desató su ira contra un árbol dejando un hueco bastante profundo del tamaño de su puño, por suerte nadie lo noto y gracias a los dioses el árbol no se cayó.
-Dime Em ¿Qué te hizo ese árbol?- pregunté divertido, ella no contestó y pensaba volver a golpearlo pero le detuve la mano en el aire.
-Déjame- me grito intentando zafarse, pero yo tenía más fuerza.
-Háblame- pedí, no se porque pero creo que sus ojos se cristalizaron y note levemente lo que sentía debajo de toda esa ira- ¿Estás celosa porque es tu hermano o porque nadie te invitó a ti?- inquirí el tono era burlón pero la verdad quería que cuando la invitará sea solo como amigos.
-No es nada de eso- pero si era algo de eso.
-Entonces ¿Quieres venir a tomar un café conmigo?- la invité, ella parecía estar considerando la idea.
-Solo si es con galletas azules- condicionó.
-Entonces vamos a buscar esas galletas azules y si no las encontramos obligare a alguien a que las haga- ella soltó una pequeña risa y asintió. Mientras yo como el idiota que soy no pude evitar sonreír porque ella era feliz.

Para mi suerte, no tuve que obligar a nadie para que haga las galletas, las conseguimos como en la tercer cafetería que entramos. Y ahí nos sentamos en una mesa a tomar café. Estuvimos unos minutos en silenció, ella miraba la comida como si fuera lo más interesante del mundo y yo la miraba a ella que era lo más hermoso del mundo.
-Em, ¿puedo hacerte una pregunta?- ella me miró con esa sonrisa que me encantaba.
-Ya lo has hecho- dijo divertida, lo que me alegro mucho- Pero si, pregunta lo que quieras.
-¿Hunt es el apellido de tu padre o de tu madre, porque sé que no es el mismo que el de tus hermanos, y no se si llevan los tres el de su madre o como...?- inquirí interesado.
-Hunt es el apellido de mi madre, y mis hermanos tienen el de mi padre N'Dah, nunca entendí porque mi madre no dejo a mi padre ponerme su apellido- yo asentí mirando por la ventana, sentí su mirada en mi por unos segundos, antes de que hablara- ¿Es por lo que dijo el Draugr?
-¿Tu también lo oíste?- Ella asintió- Tu hermano mayor tiene un secreto que nos incumbe a los seis- dije mirándola por primera vez. Justo a tiempo para que ella asintiera.

POV Serena

Al día siguiente me habían dado el alta pero no fui al colegio, porque nadie me dejó, incluso llame a mis padres y también se negaron.

Por eso pase el día en casa sola, es decir aburrida, estaba recorriendo la casa buscando algo que hacer. Cuando mi teléfono sonó, pensé que era alguno de mis hermanos para ver que no estuviera haciendo nada, pero en realidad no fue así, era Walter.
-Hola-salude obviamente sorprendida.
-No esperabas mi llamado ¿verdad?- Indago divertido al otro lado de la línea.
-No, la verdad es que no- confesé- ¿Cómo tienes mi número?- pregunté.
-Un mago jamás revela sus trucos- respondió haciéndose el misterioso.
-Entonces mago, revela la intención de su llamado- pedí.
-Ah si eso, me debes un café- explicó.
-Y tu respuestas, si no me equivoco- retruque.
-Tienes razón, salgo en media hora de la escuela, ¿Quieres ir por ese café?- Invito.
-Claro ¿Dónde nos vemos?
-Paso por ti en media hora- y sin esperar respuesta cortó. Estuve dos segundos completamente perpleja, hasta que me di cuenta que estaba hecha un desastre, corrí al baño me duche rápido, para poder cambiarme, escogí un jeans negro ajustado, con una botas altas sin mucho taco, una remera simple mangas largas de color gris claro, y mi chaqueta de cuero con los guantes para terminar de ocultar el dragón. Después me peine el cabello y lo seque para dejarlo suelto.  Finalmente me acomode las pestañas, delinee los ojos, y coloque algo de sombra plateada, para estar finalmente lista, tome una cartera del ropero, coloqué las llaves, las tarjetas, mis armas y el teléfono, cuando acabe tocaron el timbre.
Baje rápidamente y ahí estaba él, nos saludamos, para después subir al auto. Estaciono en una cafetería enfrente de Central Park.
Entramos pedimos y nos sentamos en una mesa para dos, frente a la ventana donde se podía ver el parque, comenzaba a hacer frío y las hojas ya se estaban cayendo.
Walter fijo su mirada en algún punto fuera del café, mis ojos no podía dejar de mirarlo, pero se notaba algo preocupado y deseaba saber todo lo que ocultaba tras esos hermosos ojos.
-Ya tienes el café que te debía, es hora de que hables- apresure para llamar su atención.
-Supongo que es hora de que sepas la verdad- hablo fijando la mirada en el café- te dije que era mi deber protegerte y no mentía, desde hace mucho tiempo mi familia es guardiana, de la civilización egipcia, me apellido dice, proteger. Antes simplemente nos encargamos de que la pequeña influencia de Egipto no se perdiera, pero ahora, desde que se creó el tratado, nosotros debemos protegerlo, mi padre Dante N'Dah, protegió a tu madre y ahora nos toca protegerlos a ustedes- explicó.
-¿Nos?- inquirí sin entender nada en absoluto. Él asintió.
-Emily, Jace y yo- afirmó dejándome aún más confundida- ellos no lo saben, me negué a decírselos, pero cuando vi que Emily se acercó a Anthony supe que era inevitable que tarde o temprano ellos descubrieran la verdad. Por desgracia fue antes de lo pensado, no esperaba que fuera hasta que tuvieran que asumir el tratado- confesó.
-Por eso me quisiste defender de Jace el primer día- él asintió pero no dijo nada, mi cerebro estaba tratando de procesar todo- si tú me tienes que proteger a mi...-Estaba diciendo pero me interrumpió.
-Emily a Anthony y Jace a Marcos- me quedé perpleja, eso era demasiado para procesar- se que es mucho pero...- dijo leyéndome la mente.
-Lo es, pero ellos deben saber todo y espero que Jace no sea rencoroso- solté pensativa antes de suspirar.
-¿Rencoroso por qué?- inquirió repentinamente interesado mi acompañante.
-Un pequeño accidente del primer día, pero ya debe estar olvidado- conteste restándole importancia, pero el levanto sus cejas mirándome severo- Bien, Marcos casi le saca la lengua a Jace- su mirada era de sorpresa absoluta.
-Esto es peor de lo que pensé...-advirtió tomando su teléfono y haciendo una llamada.
-Walter, ¿Qué pasa?- Inquirió su hermano menor del otro lado de la línea.
-Necesito que vallas para el departamento los Rivera ahora- ordenó.
-Tengo práctica y lo sabes- se quejó.
-Por favor es importante- rogo, oí el suspiro al otro lado de la línea.
-Bien estaré en 20 minutos, Emily y los hermanos están saliendo para allá- aviso antes de cortar. Y rápidamente volvimos a mi departamento.

Llegamos antes que todos, solo por dos minutos, Emily al ver a su hermano acá nos miro de arriba tratando de descubrir si habíamos hecho algo, traté de quejarme pero Walter hablo.
-Tenemos que hablar- nadie dijo nada y todos se sentaron.
-¿De qué?- inquirió su hermana.
-Falta alguien- avise. Y al instante el timbre sonó. Baje a abrir y cuando subí todos menos Walter miraron sorprendido al N'Dah menor.
-Bien de que querían hablar- pidió algo apresurado.
-Siéntate- ordenó mi profesor una vez que todos estuvieron sentados comenzó a explicar lo que me había contado a mi, cuando acabó Anthony colocó una mano en el hombro de Marcos y dijo.
-Fue un placer haberte conocido- Jace bufó.
-No lo dejaré morir- se quejó- ya superé que me hallas querido sacar la lengua- Emily miró a Marcos y luego a su hermano.
-Se/me lo tenía merecido- Dijeron a la vez el hijo del tratado y su guardián.
-Dejado en claro eso- Dijo Walter- tengo un examen que hacer- Jace y yo lo mismos- Si, tienen examen... deberían estudiar- advirtió.
-Pasamos por una situación traumática podrías tener algo de piedad- Rogó, mientras yo asentía poniendo mi mejor carita de foca bebé.
-No, ahora que tal si estudian- y de su portafolio saco una hoja con los temas y se fue con Marcos.

Los Hijos Del TratadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora