capítulo 41: Pases... El tratado esta en riesgo

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POV Marcos.

Dos semanas habían pasado desde que nos enteramos de los guardianes, lo que solo me dejaba aún más paranoico.
No se, era extraño todo. Además que por alguna extraña razón yo era el que siempre estaba solo en clases, aunque tampoco me atacarán tanto. Pero ese no era el hecho.

Y después de pensar en eso adivinen que paso. Y si pensaron en que me atacaron están en lo correcto.
Estaba en educación física, haciendo los ejercicios cuando una esfinge apareció sin siquiera intentar ocultarse, los monstruos se habían vuelto más hostiles con el paso del tiempo. "Es hora de usar ese pase" pensé. Luego quise tener mi mochila pero no era tan simple.
-Oye Fea- llame hacia el monstruo ¿o era la?
-El hijo del tratado, veamos si es cierto que eres sensatos- comentó con diversión. Mire a todos lados buscando algún arma, pero lo único que pude encontrar fue un montón de pelotas y algunos bates. "Bien" afirme para mi mismo "Definitivamente usaré ese pase"
-Entrenador- Grité este me miró algo, bueno muy confundido- Saque a todos de aquí y si pudieran alcanzar mi mochila les agradecería mucho- rápidamente el enterrador y todos mis compañeros salieron hacia los vestuarios, sin siquiera pensar en mi, y yo estaba allí dando mi vida por ellos.
-Creo que no es Cierto lo que dicen- mire a la esfinge unos segundos, estábamos a varios metros de distancia.
-Lamentó en verdad decepcionarte, pero es que no tengo con que trabajar...- me queje con seriedad, antes de correr hasta las pelotas.
-¿Qué harás? Jugaremos quemados- hablo burlándose de mi.
-Lamentó no tener otra cosa con la que defenderme, es la única clase en la que estoy indefenso, pero eso a ti no te importa, o tal vez te importa tanto que elegiste la única clase en la que puedes tener la ventaja- estaba muy frustrado y algo histérico. Ella me miró confundida unos segundos antes de atacar, rápido lancé un par de pelotas hasta ella, dándole en la cabeza y un par más en la espalda.
Cuando salió de su confusión atacó sin demoras pero yo ya la esperaba con mis ojos negros, colmillos y garras fuera.
-Sin armas piensas ganar- los ojos de la esfinge solo destellaban diversión.
-Eres muy molesta y no solo por intentar matarme cuando no llevo mis armar conmigo sino por interrumpir mi clase favorita- me quejé, mientras la batalla subía cada vez más de intensidad.

POV Serena.

Estaba en clase de matemáticas, haciendo los estúpidos ejercicios cuando siento que Jace a mi lado se paraliza en su asiendo, así que lo miro interesada.
-¿Qué pasa?- inquirí.
-¿En que clase está tu hermano?- pregunto sin responder y yo estaba por pedir una aclaración Pero lo hizo solo- Marcos ¿Dónde esta?- me ordenó en un susurro.
-Educación Física- respondí mirándolo raro.
-Si, está en el gimnasio y si está allí no tiene armas, algo le está pasando- oí que decía para él.
-¿A qué te refieres?- indague molesta y creo que se escucho que hablábamos.
-N'dah, Rivera. ¿Pasa algo?- llamo la atención la vieja... Digo la profesora, estaba por negar pero Jace se adelanto.
-Si, es que necesito ir a la enfermería no me siento bien- rogo haciendo una buena actuación pero pensé que se negaría. Teniendo en cuenta, que usar teléfonos, hablar o salir esta terminantemente prohibido y sobre todo. Teniendo en cuenta que a nosotros dos nos odia.
-Bien ve...- y sin esperar a que se arrepintiera se fue, pero le oí susurrar que todo estaría bien.
Me hubiera gustado decir que una vez que él se fue la clase siguió como si nada. Pero sería una cruel mentira, cuando él se fue las puertas se cerraron de golpe y la profesora se transformó de una señora como de 50 años, bella a pesar de todo, por nada más que Medusa.
-No la miren a los ojos- grite y al instante el caos reino el lugar. Las puertas y ventanas estaban cerradas. Por un momento pensé en que tenía que sacarlos a todos de allí pero, al final me decidí por lo más lógico "Necesitaría un pase como el que Anthony le dio a Mark" pensé antes de sacar mi arco y el carcaj de la mochila y tirarla por la ventana causando que se rompiera, no lo suficiente como esperaba- Oye reptil sígueme- y sin dudar me lancé por la ventana desde el segundo piso.

POV Anthony

Estaba con Emily en química haciendo no se que experimentó, cuando alguien entra al salón desesperadamente por un momento en la puerta había un chico de 19 años de cabello rubio, piel bronceada y ojos verdes, pero rápidamente se transformó en un lobo que en sus cuatro patas era mas grande que un Humano, de pelaje blanco y ojos verdes. Y lo peor es que cuando hizo eso, dos lobos más aparecieron de tras de él.
-Lobos- nos quejamos con mi amiga a la vez.
-Salgan chupa cabras- ordeno el lobo mayor y vete tu a saber cómo podían hablar. Em y yo pasamos al frente de la clase con espadas listas- Que lindo ver al hijo del tratado y su guardiana...- se relamió los labios- pero es una lástima que estés tan contaminada, querida- no contesto y yo simplemente apreté los puños, miré a mi al rededor el aula de química no soportaría una batalla, sin explotar. los lobos tapaban la puerta, Em y yo teníamos que salir de aquí. "Necesito ese pase Ahora, tendré que darle otro a Marcos" pensé antes de tomar a Emily del brazo.
-Si nos quieren síganos- grite antes de ponerle mi chaqueta a Emily- lamentó esto- me disculpé, llegamos a la ventana y la abrace ocultando su cabeza en mi pecho y salte por la ventana junto a ella.

Pov Autora

Los tres chicos estaban en una situación complicada. Pero por primera vez en sus vidas la suerte estaba de sus lado.

Marcos luchaba con la esfinge desarmado, perdiendo a cada segundo la ventaja. Pero entonces de la nada alguien le lanzó una espada por el suelo rápidamente la recogió y se enfrentó con nuevo aire a su enemiga.

Serena estaba cayendo, mucho vidrio se habían clavado en su piel, el dolor de las extremidades no le permitía si quiera moverse, para sobrevivir a la caída.
Para su suerte unos brazos la atraparon antes de estrellarse.
-Deberías pensar mejor antes de tirarte por la ventana- le dijo Walter dejándola en el suelo-¿Te gustaría correr por tu vida?- Serena sin dudar comenzó a seguir a su profesor, mientras​ Medusa y sus dos hermanas que de la nada habían salido comenzaron a perseguirlos.

Anthony y Emily habían sobrevivido a la caída, aunque la pequeña la saco mucho más barata, ya que solo tenía un par de rasguños.
-Anthony ¿Puedes caminar?- inquirió ella y él asintió, antes de alejarse del salón seguidos por los tres lobos.

Los Hijos Del TratadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora