Viñetas XiuHan

Sueños compartidos

— ¿Minseok? ¿Qué quieres ser cuando crezcas?

Un pequeño rubio de seis años juega con el pasto a su alrededor mientras mira curioso a un gordito castaño que está columpiándose.

— Mmm, no lo sé LuHan. — el chico piensa. — Quiero volar y tocar el cielo. — extiende su mano hacia lo alto cada vez que la fuerza de vaivén del columpio lo impulsa hacia éste. — Tal vez, deba ser piloto de avión.

LuHan arranca con sus manos el verde pasto desde su raíz, lo reúne en sus manos para luego soplarlo divertido en dirección a su amigo.

— ¿Y podré acompañarte en tus vuelos?

— Por supuesto LuHan. — el pequeño de mejillas regordetas sonríe y agrega casi al instante: — Y, ¿qué quieres ser tú?

LuHan no duda.

— Yo seré tus alas, Minseok.

*****

Es un chico de ocho años que corre desesperado por los pasillos del centro comercial. Ha perdido el rastro de su madre hace unos 10 minutos y está asustado. Sabe que no debió quedarse viendo aquel videojuego sobre un gorila lanza barriles en la tienda del primer piso.

La gente pasa alrededor ignorándole. Tal vez, porque iban muy apurados. Tal vez, porque siempre era invisible ante los demás.

Se ha cansado a los cinco minutos y ha decidido dejar de buscar. Esconde su cuerpo detrás de un bote de basura esperando a oír la voz de su madre.

Quiere llorar. Cree que nunca volverá a verla, a sentir sus manos, sus caricias, su voz acunándolo cada vez que tiene miedo. Cierra sus ojos y tiembla tratando de evitar que las lágrimas broten de sus ojos.

— Mamá... tengo miedo. — susurra al tanto. Desea que alguien lo proteja de esta horrible sensación.

Y es en menos de dos segundos que unos menudos brazos envuelven su cuerpo.

— Tranquilo Minseok. Yo seré tu protector.

*****

— ¡Tú! ¡Déjame en paz!

Es a los 12 años que un Minseok furioso quiere golpear a un chico de piel morena que no ha parado de acosarlo.

— ¡Pero... hyung!

Berrinches de un niño de 10 años que se niega a alejarse de quién dice ser es la persona más maravillosa que ha conocido en la tierra.

— ¡Basta JongNim!

— ¡Es JongIn!

— ¡No me importa!

Y no sabe cómo ni cuándo pero una patada ha ido a parar a su canilla seguido de un empujón que le ha torcido el pie derecho.

— ¡Maldito Jong... cómo te llames!

— ¡Te odio hyung! — lengua afuera, lágrimas en los ojos, media vuelta y a correr. Minseok jamás quiere volver a ver al tal JongNim.